LIBRO
Los secretos de Donald Trump según el libro de su sobrina
Su propia sobrina muestra en un nuevo libro al presidente de Estados Unidos como un joven inseguro, tramposo y ambicioso. También revela que creció traumatizado por un padre agresivo y exigente que lo puso a competir con su hermano mayor.
Encuentra aquí lo último en Semana
De los libros sobre Donald Trump publicados en los últimos años, el de su sobrina Mary promete ser uno de los más interesantes. A diferencia de los otros, enfocados en su comportamiento errático como presidente o en los secretos de sus negocios, este toca un tema poco explorado: el pasado familiar del magnate y su relación con su padre.
Como la escritora forma parte del círculo familiar, la publicación ha suscitado mucho interés. Un día después de su lanzamiento ya estaba en el primer lugar de los libros más vendidos en Amazon. Y Ediciones Urano anunció que lo publicará en español en América Latina (incluida Colombia) a finales de agosto.
Detrás de Too Much and Never Enough (Siempre demasiado y nunca suficiente) hay una agria pelea familiar de años. Mary, la autora, acusa a sus tíos de quitarles a ella y a su hermano parte de la herencia de su abuelo. Pero los Trump dicen que ella solo quiere ganar dinero y que con el libro rompió un acuerdo de confidencialidad firmado hace 19 años. Un hermano del presidente incluso intentó detener la publicación en los tribunales, sin éxito. A pesar de todo, Mary asegura que solo quiere mostrar “cómo mi familia creó al hombre más peligroso del mundo”.
En un hogar que funcionaba más a punta de miedo, violencia y bullying que de cariño, Fred Trump les repetía a sus hijos cosas como “sean duros”, “mentir está bien” o “disculparse es un signo de debilidad”.
Para ella, detrás de la personalidad del presidente está su padre, Fred Trump, hijo de inmigrantes alemanes que llegaron a Nueva York a comienzos del siglo XX. Se trata de un hombre emprendedor y ambicioso que entró al negocio de la compra y venta de bienes raíces a sus 20 años. Le fue tan bien que en 1923 fundó una empresa que, a pesar de la Gran Depresión, se convirtió en una de las inmobiliarias más importantes de la ciudad.
Pero a la par de su talento para los negocios, tenía una personalidad difícil. “Era un sociópata de alto funcionamiento, racista y sexista, además de insensible y controlador”, cuenta Mary, psicóloga clínica.
Mary Trump, sobrina del presidente, tuvo una batalla legal con sus tíos por la herencia de su abuelo. Su libro, lleno de secretos, ya es el más vendido en Amazon.
Fred crio a sus cinco hijos en un ambiente tóxico y agresivo; en un hogar que funcionaba más a punta de miedo, violencia y bullying que de cariño. Según Mary, les repetía una y otra vez cosas como “siempre sean duros”, “mentir está bien” o “disculparse es un signo de debilidad”. Y si a eso se le suma que la madre, Mary Anne, la madre, era una mujer ausente, los pequeños crecieron a merced de lo que ella llama una especie de abuso infantil. “Alejado de su madre y con un padre que nunca lo hizo sentir seguro o amado, Donald sufrió privaciones que lo marcarían de por vida. A un nivel muy profundo, su bravuconería no está dirigida a la audiencia, sino a su padre muerto”.
Esa situación convirtió al hoy presidente en un tipo agresivo, tramposo y competitivo, que siempre buscaba la aprobación de su papá. No obstante, para Fred Trump Jr., su hermano mayor y padre de Mary, resultó fatal. En principio era el destinado a heredar el imperio inmobiliario, pero su personalidad sensible y su interés por actividades distintas a los negocios le ganaron el desprecio, la burla y el maltrato del padre. Eso lo llevó a refugiarse en el alcohol y a escoger una carrera de piloto de aviación, lejos del negocio de la familia. Donald, ambicioso y consciente de su oportunidad, hizo de todo para debilitar aún más a su hermano mayor y convertirse en el nuevo heredero.
Años después, cuando Fred Jr. ya estaba alejado de la empresa y trabajaba en una aerolínea, Donald y su padre todavía lo despreciaban y le decían que no era más que “un chofer de bus glorificado”. Tampoco querían a su esposa, una azafata, aunque solían invitarlos a los eventos familiares para mantener las apariencias. Y pese a que lo intentó, Fred Jr. nunca pudo despegarse de la sombra de su padre. Con problemas económicos y alcohólico, terminó divorciado y solo. Murió en 1981, a los 43 años, luego de sufrir un infarto. De acuerdo con Mary, aunque estaba agonizando, ni Fred padre ni Donald lo visitaron en el hospital.
Según ella, Trump no creó su empresa gracias a un préstamo de un millón de dólares, como él siempre dice, sino que su padre financió enteramente esa aventura y le cubrió varias quiebras.
Para esa época, el hoy presidente ya era la cara visible de la familia. Su padre seguía a la sombra, pero él se vendía como un emprendedor hecho a pulso y un hombre con olfato para los negocios. Según el libro, eso estaba muy lejos de la realidad.
Mary describe a Mary Anne, la madre del presidente, como una mujer ausente y con problemas de salud derivados de los partos. Arriba, Fred y Mary Anne Trump con sus hijos Robert, Elizabeth y Donald, quien está junto a Ivana, su primera esposa.
Mary afirma que su tío le pagó a un amigo para que hiciera por él el examen del SAT, necesario para entrar a las universidades más prestigiosas de Estados Unidos. También dice que, al contrario del mito que ha vendido desde hace años, Donald no creó la Organización Trump (su empresa inmobiliaria) gracias a un préstamo de un millón de dólares. Por el contrario, asegura que su padre financió enteramente esa aventura, e incluso le cubrió varias quiebras.
Tiempo después, cuando Fred Sr. murió en 1999, había dejado un testamento en el que repartía la mayor parte de su fortuna entre sus cuatro hijos vivos y dejaba a Donald en control de la mayoría de sus propiedades. Mary y su hermano, Fred III, demandaron a sus tíos porque consideraban que a ellos les tocaba lo que le hubiera correspondido a su padre fallecido. En el libro ella incluso acusa a Donald de manipularlo todo para quedarse con la mayor tajada de lo que dejaba su padre. Al final, sin embargo, llegaron a un pacto económico y firmaron el famoso acuerdo de confidencialidad.
Mary explica que lo rompió porque años después, cuando leyó un artículo sobre el valor real de las propiedades de la organización Trump, se dio cuenta de que a ella y a su hermano los habían engañado. Además, dice que no puede quedarse callada, como hizo hace cuatro años cuando pensó que no había posibilidad alguna de que su tío llegara a la Presidencia. “Él, siguiendo el ejemplo de mi abuelo y con la complicidad, el silencio y la inacción de sus hermanos, destruyó a mi padre. No puedo dejar que siga haciendo lo mismo con mi país”.