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El embalse del Sisga está a 45 por ciento de su capacidad. Foto: Nicolás Acevedo Ortiz. | Foto: Embalses - Nicolás Acevedo

GRUPO RÍO BOGOTÁ

Falta de lluvia tiene en alerta a los embalses de Cundinamarca

Los sistemas de embalses de la sabana de Bogotá y la cuenca de la laguna de Fúquene están por debajo de la mitad de su capacidad. En octubre, el déficit de lluvias en el departamento es de hasta el 80 por ciento.

29 de octubre de 2020

* Este es un contenido periodístico de la Alianza Grupo Río Bogotá: un proyecto social y ambiental de la Fundación Coca-Cola, el Banco de Bogotá del Grupo Aval, el consorcio PTAR Salitre y la Fundación SEMANA para posicionar en la agenda nacional la importancia y potencial de la cuenca del río Bogotá y  sensibilizar a los ciudadanos en torno a la recuperación y cuidado del río más importante de la sabana.

A mediados de agosto, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) prendió las alarmas en el país por la llegada de la segunda temporada de lluvias, que según los pronósticos sería más fuerte que en años anteriores.

La entidad informó en su momento que la temporada invernal podría alargarse hasta diciembre, con fuertes precipitaciones y tormentas eléctricas en las regiones Andina y Caribe durante octubre, el mes que más llueve en el año. Por su parte, el Ministerio de Ambiente indicó que la probabilidad del aumento en las lluvias era del 60 por ciento.

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Sin embargo, dichos pronósticos no se han cumplido en Cundinamarca, departamento que desde septiembre de 2018 ha registrado un descenso significativo en el volumen de las precipitaciones, incluso durante los meses más lluviosos como octubre.

El sistema de embalses de Cundinamarca opera con menos del 50 por ciento de su capacidad total. Foto: CAR.

Según la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), octubre ha sido uno de los meses más deficitarios en cuanto a la ocurrencia de lluvias este año, con valores que escasamente llegan al 20 por ciento del promedio histórico. “Es decir que el déficit es hasta del 80 por ciento”.

Los embalses de Cundinamarca, encargados de surtir del líquido vital a los municipios de la sabana, son los que más han padecido por el déficit de las precipitaciones. Además de estar a media marcha por la falta de agua, presentan graves afectaciones como el aumento de las pérdidas naturales, incremento en la evaporación del espejo de agua y resequedad del suelo.

Tominé es el embalse más crítico, con apenas 35 por ciento de su capacidad total. Foto: Nicolás Acevedo Ortiz.

La CAR informó que el embalse de Tominé, ubicado en los municipios de Guatavita y Sesquilé, territorios de la cuenca alta del río Bogotá, es el más crítico: funciona con apenas 35 por ciento de su capacidad total. “Tominé presenta un nivel de 2.584 metros sobre el nivel del mar y un volumen almacenado de 218 millones de metros cúbicos”.

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El embalse de Neusa está a 45 por ciento de su capacidad, con un nivel de 2.967 metros sobre el nivel del mar y 52 millones de metros cúbicos de volumen almacenado, el mismo porcentaje que presenta Sisga: 2.670 metros de nivel y 40 millones de metros cúbicos de volumen almacenado.

45 por ciento es la capacidad actual del embalse de Neusa. Foto: Nicolás Acevedo Ortiz.

“El menos afectado es el embalse El Hato, cuyo nivel es de 2.841 metros sobre el nivel del mar y tiene actualmente un volumen almacenado de 7,5 metros cúbicos de volumen almacenado, es decir 59 por ciento de su capacidad”, dijo la CAR.

Humberto Hernández, coordinador de la Red de Monitoreo Hidrometeorológico de la CAR, expresó que luego del Fenómeno del Niño de 2015 y 2016, que arrojó una fuerte sequía en Cundinamarca, las lluvias no se han normalizado del todo. “Por eso, los sistemas de embalses de la sabana de Bogotá y la cuenca de la laguna de Fúquene están por debajo del 50 por ciento de su capacidad”.

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El experto manifestó que desde finales de 2018 se ha registrado un déficit en las precipitaciones en todo el departamento, lo que evidentemente ha impactado la recuperación de los embalses. “Este año en particular, a pesar de esperar una fuerte reactivación de las lluvias, las precipitaciones han sido deficitarias, motivo por el cual realizamos un monitoreo exhaustivo de los sistemas regulados”.

El embalse de Sisga presenta un almacenamiento de agua del 45 por ciento es su capacidad total. Foto: Nicolás Acevedo Ortiz.

Llamado a ahorrar agua

A mediados de diciembre, la CAR evaluará si las reservas hídricas de la sabana de Bogotá y del sistema lagunar de Fúquene presentan alguna recuperación, esto con el fin de tomar las medidas necesarias para enfrentar la primera temporada seca de 2021. 

Cada municipio debe hacer una evaluación pertinente al estado de sus reservas hídricas, para así evitar fuertes racionamientos en la temporada seca de fin de año e inicios del 2021. Existe la esperanza de que los embalses recuperen su capacidad entre los meses de noviembre y diciembre”.

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La autoridad ambiental le recomienda a toda la población de la sabana y la capital del país realizar un consumo eficiente del agua y emplear actividades que permitan la reutilización del recurso cuando sea posible. “Esto ayudará a mantener el estado actual de los embalses y garantizar una aceptable reserva que ayude a solventar la temporada seca que inicia a mediados de diciembre”.



La falta de lluvia también ha desatado impactos ambientales en los embalses. Foto: CAR.