Especial Atlántico y Barranquilla
Turismo en el Atlántico: conozca los destinos para todos los gustos que ofrece este departamento
Atlántico logró posicionarse como uno de los lugares más atractivos del Caribe colombiano. Infraestructura moderna, ordenamiento de playas, cultura y deporte atraen a viajeros del país y del mundo.

La transformación turística del Atlántico ha sido tan acelerada como estratégica. Lo que hace diez años parecía solo una aspiración, hoy es una realidad tangible, respaldada por cifras, infraestructura, reconocimiento global y experiencias que conectan con viajeros de todo el mundo. El departamento logró este renacer sobre cuatro ejes: infraestructura moderna, ordenamiento de playas, impulso a la cultura y los deportes náuticos, y sostenibilidad.
En el corazón de esta estrategia se encuentran proyectos como el Malecón del Mar, el Centro Gastronómico Internacional Muelle 1888 y el Centro de Deportes Náuticos en Salinas del Rey.
El Muelle 1888, inaugurado en agosto de 2024, conmemoró su primer año con un balance revelador: 900.000 visitantes, más de 13.000 millones de pesos en ventas y 200 empleos directos. Actualmente es un símbolo cultural y económico de Puerto Colombia, además de uno de los lugares más fotografiados del Caribe. Por su parte, Salinas del Rey, catalogado como el segundo mejor escenario del mundo para practicar kitesurf, recibió en el primer semestre de este año 8.000 turistas y fue sede del Salinas Fest, un evento en el que participaron deportistas de diez países.

El Atlántico, sin embargo, no se limita al turismo de sol y playa. Punta Astilleros, en Piojó, fue elegida en 2024 como la mejor playa rural de Colombia, octava del mundo en su categoría y décima del Caribe. El municipio de Usiacurí brilla gracias a sus artesanías en palma de iraca, piezas que combinan tradición y sostenibilidad, elaboradas por cientos de mujeres.
En la región también florece el turismo comunitario en municipios como Galapa, Santo Tomás, Polonuevo y Sabanalarga, donde carnavales, festivales y encuentros gastronómicos fortalecen la identidad local. Y está la Ruta de la Tradición, que conecta a los viajeros con expresiones culturales vivas, desde danzas hasta recetas ancestrales.
La sostenibilidad ambiental es otro pilar: Atlántico protege más de 10.300 hectáreas de bosque seco tropical en ocho reservas naturales donde habita el mono tití cabeciblanco, una especie endémica en peligro, junto a 379 especies de aves que han posicionado al departamento como destino ideal para el avistamiento de aves y el senderismo.
Las cifras confirman el impacto económico: el territorio suma más de 16.000 camas hoteleras y 8.900 habitaciones para turismo de negocios y eventos, con un crecimiento del 3,26 por ciento en la ocupación en el último año. Además, la reciente firma de un memorando con Santa Marta, Cartagena y Valledupar, bajo el liderazgo de la RAP Caribe y con respaldo de Cotelco, busca consolidar una Gran Región Turística Unificada.
Detrás de estos logros hay una visión a largo plazo: 12 años de trabajo y más de 1.285 millones de pesos invertidos en competitividad turística. La meta ahora es pasar de un crecimiento del 10 al 35 por ciento anual en el flujo de visitantes, a través de un modelo basado en sostenibilidad, inclusión y articulación con las comunidades. En este Atlántico renovado, el turismo no solo es motor económico, sino un proyecto de identidad y futuro.
*Contenido elaborado con el apoyo de la Gobernación del Atlántico.