Estados Unidos
Así será el control que transformará cada cruce fronterizo en Estados Unidos desde diciembre: cómo afectará a los inmigrantes
A partir del 26 de diciembre, la CBP activará un sistema biométrico obligatorio que cambiará por completo la experiencia de entrada y salida para millones de viajeros y migrantes.
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La inminente implementación del control biométrico de entrada y salida en Estados Unidos marca un punto de no retorno en la vigilancia fronteriza.
Desde el 26 de diciembre, ningún extranjero, ya sea turista, residente o migrante, podrá cruzar sin someterse a una verificación facial obligatoria, un mecanismo que promete reforzar la seguridad, pero que también abre interrogantes sobre privacidad y posibles demoras.
¿Qué implica esta regulación?
La CBP explicó que el uso de biometría facial proporciona “una capa adicional de seguridad” capaz de cumplir varios objetivos: como identificar delincuentes o terroristas sospechosos, prevenir el uso fraudulento de visas o documentos, detectar a quienes exceden su estancia autorizada y evitar que personas previamente deportadas reingresen ilegalmente al país.
El cambio también acarrea que los residentes permanentes legales (titulares de green card), y demás extranjeros legalmente autorizados a vivir o trabajar en Estados Unidos, podrán verse sujetos a las mismas exigencias que los visitantes, según se informa en el diario La Nación.
Por su parte, los ciudadanos estadounidenses no están obligados a someterse a la verificación facial, aunque pueden optar por participar voluntariamente; si deciden no hacerlo, se les permitirá una inspección manual tradicional.
La medida responde al mandato legislativo que, desde hace décadas, obliga a implementar un sistema integral de entrada-salida biométrico para viajeros extranjeros.
Los expertos del DHS señalan que esta expansión es necesaria para cerrar vacíos en la identificación de personas que se quedan más tiempo del permitido o utilizan documentos fraudulentos.

Retos, críticas y consecuencias para migrantes
El nuevo control marca un cambio drástico para millones de personas que atraviesan frontera, incluso para quienes poseen visa de turista, de trabajo o de residente.
No habrá posibilidad de evitar el proceso: ya sea por aire, por mar o a pie, la toma de fotografía facial será obligatoria a la entrada y a la salida del país.
A nivel práctico, esto podría traducirse en demoras, necesidad de prepararse con tiempo y cambio en los procedimientos de verificación migratoria.
Para los migrantes venezolanos, cubanos, centroamericanos o de cualquier nacionalidad que ingresen o residan en EE. UU., este cambio implica que cada cruce, ya sea entrando o saliendo, estará acompañado por un registro biométrico obligatorio.
No se trata solo de fronteras visibles, sino de todos los puntos autorizados de entrada y salida.
La implementación del control biométrico de entrada/salida de la CBP redefine en forma sustancial el paisaje migratorio y de movilidad hacia EE. UU.
A partir del 26 de diciembre, ningún extranjero que entre o salga del país podrá evadir este mecanismo de verificación.
La clave será que los futuros viajeros y residentes conozcan esta realidad, ajusten su planificación, tengan sus documentos en orden y comprendan que la era del “pasar sin registro” llega a su fin.


