Home

Nación

Artículo

| Foto: Policía Nacional

ORDEN PÚBLICO

El jefe del Clan del Golfo en el Valle que cayó mientras chateaba

El capo fue capturado en Jamundí, en donde residía temporalmente en una vivienda con dos menores de edad. Alias Bley creció en el mundo del hampa a la sombra de alias Gavilán, el número dos del Clan del Golfo, abatido hace unos meses.

16 de noviembre de 2017

Como otros jefes del Clan del Golfo, Jhon Alexander Palacio Salas, tiene una debilidad obsesiva por las mujeres menores de edad, lo cual se convirtió en su perdición. Siguiendo los pasos aberrantes de los líderes de su organización criminal, el hombre conocido con el alias de Bley tomó todas las precauciones necesarias para no ser detectado por las autoridades.

Cambió regularmente de celular y de ubicación, además de desconfiar incluso de sus propios hombres. Pero las investigaciones adelantadas la Dijín permitieron ubicar a dos mujeres extremadamente jóvenes que no eran oriundas de Jamundí, en la vivienda que resultó ser su lugar de residencia temporal. Cuando los uniformados entraron en el lugar para capturarlo, Bley estaba chateando, sin la menor idea de lo que le acababa de caer encima.

En contexto: La historia detrás del sometimiento del Clan del Golfo

En total, los investigadores de la Policía -en conjunto con la Fiscalía- trabajaron durante cerca de 3 años para lograr ese arresto. El objetivo era realmente relevante porque Bley es señalado de ser uno de los responsables de la violencia que inunda desde hace varios meses al municipio de Jamundí.

De acuerdo con las autoridades, John Alexander Palacio también habría participado en la activación del ‘Plan Pistola‘ en el Bajo Baudó que se decretó en contra de la fuerza pública, y habría iniciado confrontaciones contra estructuras armadas presentes en el Valle del Cauca para controlar el narcotráfico en la región.

Con su captura se puso fin a un largo recorrido criminal que inició en el año de 2007 como simple soldado raso en la zona de Urabá, bajo la dirección de alias Gavilán.

La carrera criminal de Bley

A pesar de que creció desde un inicio con alias Gavilán -quien llegó a ser número 2 del Clan del Golfo antes de ser abatido por la fuerza pública el pasado 31 de agosto-, Bley escaló en el momento en que alias Ferney lo nombró comandante del componente armado del clan en Cali y Buenaventura, en donde dio libre rienda a su instinto asesino.

Luego, a medida que fueron avanzando los operativos de Agamenón I y II y que siguieron cayendo las cabezas del grupo, alias Furia, segundo jefe de la región pacífica, lo hizo retornar al medio Baudó como segundo cabecilla de la subestructura Carreteras.

Puedes leer: El fin del megacapo

Pero John Alexander dio el ‘salto a la fama’ en 2017, cuando las autoridades capturaron al jefe del Clan del Golfo en el Valle del Cauca, conocido bajo el alias de Milton, con lo cual alias Bley asumió el mando que tan sólo ostentó durante algunos meses.

Aunque la descripción puede parecer sencilla, el operativo que llevó a su aprehensión fue el resultado de una cacería de varios meses por parte de la fuerza pública que culminó el sábado pasado en el municipio de Jamundí.

La cacería que puso fin a su reino de terror

Para llegar a este día, hay que remontar varios meses atrás, cuando un juzgado emitió formalmente un requerimiento judicial en su contra que permitió el inicio de las operaciones de policía.

A pesar de que alias Bley manejaba varias líneas de teléfono y cambiaba regularmente de lugar de residencia, los hombres de la Dijín lograron ubicar a algunos de sus hombres de confianza, quienes reclutaban hombre jóvenes para su estructura por medio de “publicidad”.

A partir de allí, los uniformados llegaron -gracias a fuentes humanas- hasta una vivienda del municipio de Jamundí que era frecuentada por dos mujeres jóvenes, foráneas al lugar, quienes indicaron estar simplemente de paso.

En video: El sanguinario plan pistola del Clan del Golfo

Una vez consolidada la información y con el fin de no levantar sospechas, los comandos especializados en combate urbano y rural se ocultaron en un camión que visitaba regularmente la zona y esperaron desde las 4 de la mañana hasta mediodía para poder allanar la residencia y capturar al hombre que fue sorprendido chateando en la sala de su casa, sin que tuviera si quiera tiempo de reaccionar.

En el desarrollo de la operación fueron incautadas varias armas, 25 millones de pesos en efectivo, así como papeletas de cocaína y 2 memorias USB. Pero sobre todo, las autoridades esperan que gracias a esta captura se reduzca durante un tiempo la violencia que se desbordó en Jamundí en el Valle del Cauca, en donde fue necesario enviar recientemente a 200 hombres de la Policía Militar y del Gaula del Ejército.