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El comandante del Ejército, general Alberto José Mejía Ferrero, junto a sus hombres.

ENTREVISTA

“Veo un Ejército preparado para la consolidación de la paz”

El comandante del Ejército Nacional, general Alberto José Mejía Ferrero, habla con SEMANA sobre el proceso de transformación de esa fuerzas.

23 de abril de 2016

SEMANA: ¿Por qué se habla de una transformación en el Ejército?

General Alberto José Mejía Ferrero: La transformación es un proceso natural y continuo en toda organización que pretende adaptarse a su entorno. Cada día emergen nuevas amenazas contra la seguridad, la defensa y la estabilidad democrática del Estado. El Ejército Nacional debe estar preparado para responder de forma apropiada. Por ello, además de fortalecerse en el desempeño de las funciones que cumple en seguridad y defensa, la institución debe amoldarse para enfrentar nuevos retos derivados de la minería ilegal, el narcotráfico, bandas criminales, la proliferación de armas ligeras y pequeñas, la atención de desastres y situaciones de crisis, y los riesgos cibernéticos, entre otros. El plan actual de transformación surgió en 2012. Su objetivo es empoderar a la institución para afrontar los desafíos de la sociedad compleja e interconectada del presente. Este plan se inicia con la cultura institucional y se extiende al manejo de todos los recursos.

SEMANA: ¿Ha habido otros procesos de transformación en el Ejército?

G.A.M.: Por supuesto. El Ejército Nacional es una institución republicana que durante más de 200 años ha jugado un papel protagónico en los procesos de consolidación democrática que ha vivido nuestro país. Ha navegado por cinco transformaciones, cada una ligada a una coyuntura histórica particular. La primera fue la del general Rafael Reyes Prieto, que introdujo la profesionalización del Ejército Nacional tras la guerra de los Mil Días. Las guerras contra el Perú y contra Corea desencadenaron la segunda y la tercera. La cuarta tuvo lugar en la década de los noventa, con el advenimiento de los planes Colombia y Patriota. La quinta, la actual, ha surgido a instancias de la propia institución que pretende afianzar su capacidad y su flexibilidad para cumplir sus funciones constitucionales en un contexto nacional y mundial que fluctúa a velocidades vertiginosas.  

SEMANA: ¿En qué consiste esta última transformación?

G.A.M.: Se trata de una transformación integral cuyo eje es potenciar nuestro recurso humano. El Ejército Nacional quiere convertirse en un organismo de hombres y mujeres especialistas, que desplieguen todo su potencial para apoyar el progreso nacional. Una fuerza profesional multimisión, que emplea de forma racional sus capacidades y sus recursos; una fuerza exitosa en el escenario de operaciones, pero a la vez más abierta a la sociedad; una fuerza íntegra y eficaz, tanto en su actuar individual como en las acciones mancomunadas que desarrolle junto con las otras Fuerzas Militares, la Policía Nacional, los organismos gubernamentales y la sociedad en general. 

SEMANA: ¿Qué implica esta transformación para los soldados que son la base del Ejército?

G.A.M.: Colombia contará con su Ejército conformado por soldados mejor entrenados y más capacitados, comprometidos –como lo han sido siempre–  con la institución, y con la seguridad, la paz y el desarrollo del país; deben prepararse mejor para actuar de forma articulada con otras Fuerzas Militares, la Policía Nacional, y otros agentes gubernamentales y no gubernamentales de carácter nacional o internacional. Nuestras miras se extienden incluso a colaborar con fuerzas de otros países y organismos multinacionales. Nuestra experiencia sin duda puede contribuir a la paz y a la seguridad regional e internacional.

SEMANA: ¿Qué otras implicaciones tiene la transformación?

G.A.M.: La ejecución de nuestro plan de transformación implica llevar a cabo un proceso de análisis de las amenazas latentes, así como de los recursos humanos y económicos disponibles para enfrentarlas. De este análisis emergen sugerencias concernientes a la actualización de la doctrina, la mutación de sistemas de operaciones, la flexibilización organizacional, el fortalecimiento de los procesos de educación, entrenamiento y especialización del talento humano, la optimización en la gestión de procesos, la actualización tecnológica de materiales y equipos, y el perfeccionamiento de nuestra cultura de transparencia.

SEMANA: ¿Ese proceso de transformación en que está el Ejército qué implicaciones tiene para la población?

G.A.M.: Todas nuestras operaciones militares y acciones se basan en el bienestar del pueblo colombiano. Esto implica la seguridad como eje fundamental para el desarrollo, la tranquilidad y el progreso. La transformación, como un proceso de fortalecimiento de nuestras capacidades, nos permitirá aportar efectivamente en la solución de las necesidades de nuestro país. Su Ejército construye vías, puentes y escuelas, conduce actividades de desminado, acude de forma oportuna a la atención de desastres, protege nuestros más preciados recursos naturales y estratégicos, atiende y apoya a las comunidades más vulnerables en temas de salud, cuida y trabaja en forma coordinada con minorías étnicas.

SEMANA: ¿Cómo se están asumiendo todos esos cambios al interior del Ejército?

G.A.M.: Nuestro personal asume las transformaciones con tranquilidad. Somos conscientes de que los cambios suscitan incertidumbre, resistencia y temor en cualquier organización. Por esta razón, nuestra gestión de cambio comienza por generar confianza y reivindicar nuestra identidad, es decir, establecer quiénes somos y qué cosas no podemos ni debemos cambiar. Nuestra esencia se mantendrá, o sea, nuestro talante de institución para la defensa de la soberanía, la integridad territorial, la seguridad y los derechos de los ciudadanos, y para la promoción del desarrollo del país. También se mantendrá el perfil de nuestros efectivos: hombres y mujeres de honor que, motivados por amor a la patria, persiguen como último designio la consecución de la paz.

SEMANA: ¿Cuáles son las preguntas más frecuentes que le hacen sus hombres con respecto al proceso de paz?

G.A.M.: Tienen inquietud acerca de su estabilidad laboral. Esta inquietud contrasta con el objetivo fundamental del plan de transformación: el fortalecimiento institucional del Ejército Nacional. Un país en búsqueda de paz necesita un Ejército multimisión fuerte y eficiente. El término multimisión alude a las diversas responsabilidades que nuestro país y el mundo demandan que asumamos. Además de las tareas convencionales que tenemos en el marco de la defensa nacional, somos un actor relevante en la estabilización y la consolidación nacional. Por consiguiente, debemos prevenir y controlar amenazas provenientes de nuevos grupos que generan violencia y criminalidad.

SEMANA: Uno de los grandes temores es que estos cambios acaben con algunas prebendas como por ejemplo las primas de orden público. ¿Es verdad?

G.A.M.: No se eliminarán las primas de orden público. El Ejército seguirá presente en todo el territorio nacional y continuará llevando a cabo tareas de honor, algunas de las cuales, incluso, entrañan riesgos para la vida de sus efectivos. A ellos se les debe remunerar de forma apropiada por el cumplimiento de este deber.

SEMANA: ¿Cómo ve el Ejército del futuro?

G.A.M.: Veo un Ejército que será aún más fuerte, moderno, especializado, eficiente y transparente. Un Ejército capaz de cumplir variadas responsabilidades, roles y misiones. Un Ejército preparado para la consolidación de la paz y el desarrollo del país. Un Ejército fuerte en la lucha contra las amenazas, tradicionales y nuevas. Un Ejército hábil para articular su acción con otras Fuerzas Militares, la Policía Nacional, otros actores gubernamentales y la sociedad en general. En fin, un Ejército con capacidad de adaptarse con tanta rapidez como aquella con la que fluctúan las amenazas que debe enfrentar.

SEMANA: ¿Es posible que en pocas semanas se anuncie el cese bilateral con las Farc, qué va a hacer el Ejército?

G.A.M.: El Ejército Nacional es victorioso, su sacrificio ha sido valioso, reconocido por la sociedad y la comunidad internacional, tiene muy clara su misión y es la que nos ha determinado la Constitución Nacional, en eso estamos empeñados y a eso nos debemos. Las decisiones que corresponden al gobierno nacional serán siempre acatadas como corresponde a nuestra institución democrática.  

SEMANA: ¿Hasta este momento el Ejército ha continuado desarrollando operaciones normalmente?

G.A.M.: La dinámica operacional no se detiene. Nuestras unidades militares diariamente reportan importantes  resultados para bien del país y la tranquilidad de los ciudadanos; por ejemplo, en estos tres primeros meses del año, hemos neutralizado cerca de 3.500 integrantes de las organizaciones ilegales, incautado 70 toneladas de sustancias ilícitas, desactivado cada día 56 artefactos explosivos y decomisado 9 toneladas de insumos para la  fabricación de explosivos.

SEMANA: ¿Qué se ha hecho contra el ELN y las bandas criminales?

G.A.M.: Combatirlas y hacerles llegar la espada de la justicia  a cada rincón del país, donde ellas amenacen e intimiden a la comunidad. Todo esto en el marco de la ley y el derecho. Para estos dos grupos existen estrategias en el campo militar muy claras que orientan nuestras operaciones.