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¡Con los medios NO!: el editorial de El País de Cali tras ataque a RCN en esa ciudad

A los grupos armados al margen de la ley les decimos con firmeza: ¡con los medios no! Toda sociedad necesita el trabajo de la prensa para estar informada y servir como vigilante del quehacer público.

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19 de noviembre de 2025, 1:40 p. m.
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Edificio del periódico El País de Cali. | Foto: El País de Cali

El reciente atentado contra un medio de comunicación, RCN, en Cali, debe ser un llamado de alerta para las autoridades de la ciudad, del departamento y en particular para el Gobierno central, pero también para la comunidad de la prensa nacional y regional. Acciones como estas demuestran que los esfuerzos para combatir a los grupos armados al margen de la ley no han sido suficientes para frenar la escalada de violencia y terrorismo que hoy padecen Cali y el Valle del Cauca.

Aún más preocupante: si bien los últimos actos terroristas en Cali han estado dirigidos a blancos asociados al Estado —como los CAI o la Base Aérea—, es la primera vez en la historia reciente que el blanco escogido es un medio de comunicación. Esto demuestra una ampliación del rango de acción y la legitimización de la violencia ahora hacia la prensa. Es particularmente peligroso dado que la Nación apenas se prepara para un proceso electoral, y los medios de comunicación están llamados a ser los garantes de la transparencia para legitimar unos comicios donde se exprese la voluntad del pueblo en las urnas.

A los grupos armados al margen de la ley les decimos con firmeza: ¡con los medios no! Toda sociedad necesita el trabajo de la prensa para estar informada y servir como vigilante del quehacer público.

Pero más aún, la ‘prensa’ no es un concepto abstracto. Las salas de redacción en Cali y el Valle están compuestas en su mayoría por jóvenes graduados de universidades de la región, quienes tienen vocación por contar historias de su comunidad. Esta pasión es la que los impulsa a enfrentarse a los retos inherentes al trabajo periodístico, a trabajar en una industria con tantos contratiempos.

Los medios de comunicación están del lado de la sociedad y velan por el Estado de derecho. Por ello, desde el periódico El País rechazamos cualquier intención de poner a la prensa como blanco del terrorismo y la violencia.

Colombia ya vivió épocas oscuras durante las cuales se asesinaban periodistas casi a diario por ejercer su oficio —desde Guillermo Cano, director de El Espectador, en 1986, hasta nuestro propio Gerardo Bedoya Borrero en 1997, director de Opinión de El País y quien fue ejecutado por sus denuncias contra el narcotráfico. Los tiempos han cambiado y no se puede permitir que esa violencia regrese.

Les hacemos un llamado público a las autoridades para que redoblen los esfuerzos de protección de los medios de comunicación y tomen las medidas de seguridad necesarias para el buen funcionamiento de nuestra labor. Esto es particularmente urgente frente al complejo proceso electoral en el que entra la Nación, donde la prensa tiene un rol fundamental.

Desde El País proponemos un pacto nacional —al que esperamos se adhieran todos los medios locales, regionales y nacionales— por la transparencia electoral, para combatir la desinformación y salvaguardar la integridad informativa de las elecciones. Es la unidad y la solidaridad que se necesitan para conjurar las posibles eventualidades que atenten contra la democracia y para decirle no, de frente, a cualquier acto de violencia como el vivido recientemente.