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Se calienta la puja por el galeón San José

Miembros de la firma estadounidense Sea Search Armad (SSA) aseguran que "con o sin el permiso de Colombia" buscarán el navío en aguas colombianas.

20 de junio de 2016

Sin un punto intermedio, en contados meses comenzará la puja entre el gobierno colombiano y la empresa estadounidensea Sea Search Armad (SSA) por los derechos del legendario galeón San José.

Las riquezas del preciado navío empiezan avivar la disputa que tendrá que dar el país para conservar los 11 millones de monedas de oro y casi 200 toneladas de esmeraldas, barras y lingotes macizos de oro y plata que muchos sueñan con rescatar.

Además de España, un grupo de cazadores de tesoros también está dispuesto a dar la pelea por el preciado tesoro que alberga el galeón, por un valor aproximado de 17.000 millones de dólares, que, a su juicio, corresponde a previas exploraciones que miembros de su compañía hicieron.

Las movidas legales que ha hecho por años el Estado colombiano para blindar el tesoro subacuático de las manos de la SSA no han sido suficientes y el grupo de exploradores norteamericanos anunció una expedición para verificar las coordenadas que trazó en 1982 y recuperar el botín.

Según el diario británico The Times, el grupo de cazadores de tesoros se prepara para navegar tierras colombianas en octubre, "con o sin el permiso de Bogotá". Y es que de acuerdo con la publicación, las diferencias se han acentuado como consecuencia de la poca información que ha suministrado el Gobierno sobre la ubicación del San José.

"Si ellos pueden probarnos que su sitio es diferente al nuestro, vamos a salir con las maletas y renunciaremos a todos nuestros derechos, sin dar explicaciones", manifestó Danilo Devis, abogado del grupo a Los Angeles Times.

La movida que prepara la SSA y que esperan concretar antes del 2018 se daría a pesar de las advertencias del Gobierno: "La Fuerza Armada Nacional impedirá la realización de actividades no autorizadas en las zonas marítimas jurisdiccionales".

Y es que para la firma de Seattle, ellos fueron los que entregaron las primeras pistas sobre la ubicación de la embarcación en el siglo pasado tras una operación de más de de 11 millones de dolares. "Vamos a estar en un barco de bandera de Estados Unidos, por lo que si disparan, es un acto de guerra contra Estados Unidos", aseguró al mismo portal Jack Harbeston, director general de la SSA.

Como ya lo habían advertido varios expertos después de que el presidente Juan Manuel Santos anunció en diciembre pasado haber encontrado el santo grial de los cazatesoros, la decisión de rescatar al San José no será un camino fácil y promete varios dolores de cabeza.

Un pleito histórico

En 1984 el gobierno de Belisario Betancur desató una puja entre compañías de cazatesoros mundiales y varios países al anunciar que iba a ubicar y rescatar el navío. Sin embargo, el sueño de muchos terminó cuando se supo que la empresa Glocca Morra Company, tras hacer varias exploraciones en el Caribe, había denunciado en 1982, ante la Dimar, haber encontrado unos restos que parecían ser del San José.

De acuerdo como informó SEMANA hace algunos meses, un par de años después la Glocca le cedió sus derechos a la firma SSA, cuyos accionistas son poderosos empresarios y políticos estadounidenses. Frente a este hecho, el gobierno de Betancur decretó que SSA ya no tenía derecho a la mitad de la carga sino al 5 %, lo que llevó a la empresa a demandar al Estado para exigir la mitad a la que creía tener derecho.

Esa pelea, que se paseó por casi 20 años en juzgados, tribunales y hasta en la Corte Constitucional, terminó en el 2007 cuando la Corte Suprema de Justicia determinó que la SSA sí tenía derecho a la mitad, pero no de toda la carga, sino de lo que no fuera patrimonio de los colombianos.

Con ese revés, que bajaba sustancialmente sus pretensiones, la empresa buscadora de tesoros demandó en el 2010 en Estados Unidos al gobierno de Colombia para que la indemnizara y le pagara ya no la mitad, sino la totalidad de la carga. En el 2011, la Corte del Distrito de Columbia falló en primera instancia a favor del país y rechazó todas las pretensiones del demandante; y el 8 de abril del 2013 Colombia ganó la batalla definitiva cuando la corte de apelaciones de Washington D. C. le dio la razón.

Pese a que la justicia gringa le cerró las puertas, la SSA aún tiene un gran botín por reclamar, sin haber hecho mucho.