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| Foto: Venezolana de Televisión

VENEZUELA

Futuro incierto: Primera sesión de la asamblea constituyente

Nadie sabe cuáles serán las disposiciones que se incorporarán a la nueva constitución. No se necesita ser muy sagaz para inferir que ya están íntegramente redactadas.

Julio Londoño Paredes
5 de agosto de 2017

Después de muchas idas y venidas, de declaraciones y censuras, de manifestaciones y represión, de acusaciones de fraude y redadas de los servicios de inteligencia, se instaló finalmente este viernes la controvertida asamblea constituyente en Venezuela.

Maduro había adelantado que el acceso de los miembros “electos” de la asamblea constituyente, al recinto en el que venía sesionando la asamblea nacional controlada por la oposición, se iría a producir sin ninguna confrontación. Así fue, no obstante que hubo una marcha de protesta y que grupos chavistas acompañaron a los nuevos constituyentes a su juramentación, precedidos de enormes afiches con las efigies, del Simón Bolívar “chavista” y de Hugo Chávez.

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La constituyente “plenipotenciaria” y “chavista”, en la que los miembros más moderados son el infalible Diosdado Cabello y la locuaz excanciller Delcy Rodríguez, que fue designada como presidente, por consiguiente, comenzará a sesionar de inmediato.

Nadie sabe todavía por cuánto tiempo tomarán las sesiones y mucho menos cuáles serán las disposiciones que se incorporarán a la nueva constitución, pero no se necesita ser muy sagaz para inferir que ya están íntegramente redactadas.

De manera que, si se afirmaba que en Venezuela se había establecido una dictadura, en poco tiempo se verá que eso y mucho más será lo que se consagre en la nueva carta magna.

Como en todos los países, independientemente del gobierno por el que estén regidos, la misión de los militares venezolanos es la de defender la soberanía y la constitución vigente. La defensa de la soberanía en la “patria bolivariana”, podría comenzar actuando contra la intervención de la “extrema derecha internacional” y de la “oligarquía capitalista extranjera”, que Maduro ha venido denunciado reiteradamente.

Eso sí, teniendo en cuenta que hay también intervenciones buenas, que son más bien “gestos de solidaridad” con la revolución. Igualmente, los militares tendrán la tarea de hacer respetar la nueva constitución, para lo que no tendrán problema ya que el mandatario venezolano ha anunciado que será una “constitución militar”.

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Entre tanto, miembros de la asamblea nacional ya han comenzado a solicitar asilo en algunas embajadas y no sería extraño que algunos de ellos terminen en Colombia. Hasta ahora todo parece indicar que la oposición, experimenta las falencias de las que siempre ha adolecido: la falta de unidad y coherencia en sus postulados. Eso facilitará enormemente la tarea de la asamblea constituyente.

Por lo tanto, el futuro de Venezuela es incierto. No sería imposible que “la constituyente plenipotenciaria” incorpore además normas que podrían halagar a algunos opositores e incluso artículos que establezcan con Colombia, el país contra el que Maduro, Diosdado Cabello y Delcy han lanzado más improperios, nuevos límites, como los acordados en el tratado 1833 que partían por mitad a la Guajira y a los Llanos Orientales de Colombia y que nunca estuvieron vigentes porque el congreso venezolano se negó a aceptarlos.

Especialmente cuando el procedimiento de un Estado de fijar los límites territoriales a los que algunos creen tener derecho, por una disposición constitucional, existan o no tratados internacionales que los hayan establecido, no es muy extraña.
Para “hacerlos respetar” hay tanques, aviones y buques, que no se usan para reprimir manifestaciones callejeras y que se debe usar para que no se oxiden y que pueden tener la magia de desviar la atención de los problemas domésticos que se afrontan. 

(*) Profesor de la facultad de ciencia política, gobierno y relaciones internacionales de la universidad del Rosario.