La singular estrategia para combatir los cultivos de droga que propone el fiscal

El fiscal Néstor Humberto Martínez ha expuesto en las últimas horas una innovadora propuesta para enfrentar de una manera diferente los cultivos de droga. Según Martínez, el país no puede seguir insistiendo en la misma estrategia que ha implementado por varios lustros, que ha demostrado no ser suficiente para erradicar este fenómeno.

Martínez habla de emplear una estrategia disruptiva, que consiste en controlar los insumos utilizados por los productores de droga

La iniciativa hace parte de un plan para controlar los insumos utilizados por los productores, una estrategia que ya se viene utilizando en el país, sobre todo con la gasolina, pero que según lo explicado por Martínez no ha dado los resultados esperados. 

Puede leer: Coca aumentó en 17% y la producción de cocaína en 31%, según Naciones Unidas

El jefe del ente investigador presentó la propuesta durante su intervención en el tercer encuentro regional de servidores judiciales. Allí, explicó que el país debe cambiar sus estrategias en la lucha contra el narcotráfico. “La disrupción consiste en la afectación de la unidad productiva, es decir, afectando su capacidad de acceder a servicios públicos que son utilizados de manera ilícita”, explicó. 

Sin embargo, la parte de su propuesta que llamó más la atención fue la de cortar la energía en las zonas en donde hay cultivos de marihuana. Según dijo, las distribuidoras de energía que pueden fácilmente cortar el servicio en los hogares o establecimientos que no cancelan a tiempo la factura del servicio. "No puede ser que los criminales estén haciendo investigación científica para mejorar su productividad y el Estado esté cruzado de brazos”, dijo.

En la mañana de este viernes, en entrevista con Blu Radio, el Fiscal también puso el ejemplo de los cultivos hidropónicos de marihuana que funcionan 24 horas utilizando luz artificial para mejorar los procesos de producción. “Si una de las grandes amenazas que hoy tiene el país son los cultivos hidropónicos en invernaderos, la disrupción como se hace hoy en el mundo contra estas empresas es privarlas de la energía eléctrica. Si no hay energía eléctrica para estos invernaderos se acaban los cultivos hidropónicos de marihuana”, aseguró.

El plan, según el fiscal, sería: inhibición de las plantas eléctricas, inhibición en la venta de bombillos especiales y regulación de la energía en los puntos hidropónicos para no afectar a la población civil. De acuerdo con Martínez, esto compromete al Estado a regular la presencia, venta o comercialización, pero también involucra un compromiso de las empresas que venden dichas plantas eléctricas en los territorios. 

Portada: Colombia en el laberinto de las drogas

"La expansión de estos cultivos constituye un verdadero desafío para la sociedad colombiana y esa es una de tantas que estamos proponiendo", dijo. Por eso, los esfuerzos del Estado y de la Fiscalía deben ir más allá e incluso controlar las casas de cambio que utilizan los narcotraficantes para el lavado de dienero y las estaciones de gasolina en zonas como el Catatumbo y el bajo Cauca.

“No puede haber más gasolina en los territorios de cultivos subsidiada por el Estado. Esas son realidades científicas que el mundo puede hoy hacer para generar una mayor producción. Son miles y cientos de galones de gasolina que circulan por esta zona de cultivos para producir la base de coca”, aseguró.

Le sugerimos: ¿Qué hacer con las drogas?

Según el Fiscal, lo que está pasando en el país es que le hemos dado la espalda a la marihuana. "Nosotros empezamos a escuchar sobre incautaciones de kilos e incluso toneladas de coca, pero le estamos dando la espalda a esa realidad y se está consolidando en muchos territorios como la Sierra Nevada y el sur del Bolívar", explicó. 

La preocupación por el aumento de los cultivos ilícitos no es menor. Hace un mes, las mediciones de las Naciones Unidas confirmaron lo que el gobierno de Estados Unidos ya había advertido: el cultivo de coca y la producción de cocaína siguen aumentando en el país. De 146.000 hectáreas cultivadas en 2016, se pasó a 171.000 en 2017, lo que representa un incremento del 17%. Entre tanto, la capacidad de conversión de la hoja en cocaína también se habría disparado en un 31%, lo que se traduce en 1.379 toneladas de la droga durante el año pasado.

Las nuevas mediciones refuerzan el diagnóstico del incremento que se viene presentando en los últimos años y que tiene al país en sus picos históricos de cultivo y producción. El fiscal ha sido claro en reconocer esta realidad, por eso para él, Colombia debe dar la discusión para ampliar sus opciones en la lucha contra los cultivos ilícitos pues reconoce que los narcotraficante van un paso adelante en la innovación de sus técnicas. "Nosotros seguimos dormidos con lo mismo y con el mismo plan de acción contra el narcotráfico y nuestra única discusión es el glifosato”, aseguró durante el encuentro de servidores realizado en Antioquia. 

Le recomendamos: La coca se está comiendo los bosques colombianos, revela informe de la ONU

La propuesta del fiscal llega durante un acalorado debate sobre la efectividad de las iniciativas que ha planteado e incluso puesto en marcha el joven gobierno del presidente Duque. Por ejemplo, la posibilidad de reactivar el uso de glifosato para atacar los cultivos, tal como lo recomienda Estados Unidos, y el decomiso de cualquier cantidad de drogas por parte de la policía.