Especial Palacio de Justicia, 40 años después
Las fotos inéditas de Rafael González sobre el Palacio de Justicia que ahora son “un patrimonio”: Centro de Memoria Histórica habla
Una mirada de memoria y no de guerra, esa es la premisa con la que el Centro Nacional de Memoria Histórica recibió de manos del fotógrafo Rafael González un tesoro invaluable.
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Una colección inédita de 100 fotografías, captadas por el reportero gráfico Rafael González, se convirtió en el testimonio visual de uno de los episodios más dolorosos de la violencia que marcó a Colombia: la toma del Palacio de Justicia el 6 y 7 de noviembre de 1985, por parte del M-19.
Cuarenta años después de una tragedia que dejó como saldo 100 muertos, 11 desaparecidos y 35 heridos, el país vuelve a recordar el horror que duró 28 horas.
González, quien habló con SEMANA, contó cómo, tras permanecer “en el sueño de los justos”, los rollos de su cámara personal Pentax captaron las distintas escenas del fatídico hecho, que durante casi 40 años no salieron a la luz y que hoy revelan desde su lente, y varios rollos 35 milímetros, el registro de los días en que el país se paralizó y cómo el emblemático edificio del Palacio se incendiaba entre humo y metralla.
“Tuve tres intentos de botar esos archivos en años anteriores, eso que uno va guardando cosas y llega un momento en que dice: voy a botar esto que no me sirve. Y los negativos estaban en un sobre de manila que decía ‘Palacio de Justicia’, pero yo ni los veía. Ya, eso ya es viejo, eso no sirve, como muchos otros archivos que tenía”, confesó.

Cuando intentó deshacerse de ellos, algo en su interior lo obligó a abrir ese sobre, “y empecé a identificar algo, pero yo no me acordaba de lo que tenía ahí”, comentó, hasta que decidió revelarlos.
“Me puse a mirar foto por foto y yo mismo me aterré, me asusté, y dije: no, ¿pero es posible? Yo tengo una cosa extraordinaria, ¿qué es esto? Si yo hubiera mostrado ese archivo 30 años atrás, creo que se hubieran descubierto muchas cosas”, dijo emocionado.
En las imágenes aparecen soldados, civiles, humo, ruinas, tanques y los rostros del desconcierto. Ante el tesoro que tenía en sus manos, decidió donar las instantáneas al Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH): “Tan pronto mostré el material, lo miraron y me dijeron que lo que podían hacer era alimentar el archivo que tenían”.
“Hay familiares que aún siguen buscando imágenes”
Y es que tan pronto se puso en contacto con el CNMH, este fotógrafo cuenta que acogieron su idea de donar el material. “A él le pareció que el Centro Nacional de Memoria Histórica podría ser una institución apropiada, en la medida que es un material que registra informaciones relacionadas con estos hechos del Palacio de Justicia”, dijo Gilberto Alejandro Villa Ayala, director técnico de la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos (DADH) de la entidad.
Villa, quien describió la importancia del trabajo que realiza en el CNMH en la recopilación del material que ayude a construir los relatos del conflicto que ha vivido el país, señaló que el reportero gráfico, tan pronto descubrió el peso histórico de esas imágenes, hizo “algunas gestiones o acercamientos con otras instituciones, en las cuales al parecer no entendían cómo podrían incorporar ese material a sus archivos, por lo que encontró que el Centro Nacional de Memoria Histórica y su misionalidad sí correspondía cien por ciento con este tipo de actividades”.
Laura Sofía Romero ParadaEs un valor histórico y de memoria, que en un principio hizo parte del trabajo de don Rafa
Así, todo ese material que digitalizó tras el despertar “del sueño de los justos”, como González lo llama, quedó incorporado en el archivo de los Derechos Humanos.
Así como cualquier documento, cumplió todos los protocolos y procedimientos requeridos ante la importancia “de que quedara incorporado dentro del archivo de Derechos Humanos y la potencialidad que tiene este material para diferentes procesos pedagógicos, investigativos, inclusive de la misma búsqueda que, muchas veces, de este hecho se sigue gestionando”, destacó Villa, quien también es responsable de este tipo de recepciones y procesos tanto técnicos como misionarios dentro del CNMH.
“Hay familiares que aún siguen buscando imágenes, y es posible que haya en este caso un material de esta naturaleza y esa también fue la confirmación para recibirlo, que puede servir para procesos de reparación de muchas familias”, indicó.
Tan pronto se inició el proceso de montar el archivo digital de estas imágenes, el director técnico confesó que fueron muchas impresiones las que tuvo cuando comenzó a mirar una por una esas fotografías:
“Me viene a la mente la idea de que puede servirle a una persona que está buscando a alguien, a investigadores que estén haciendo diferentes estudios, y que de alguna manera estos materiales pueden servir, que son materiales de primera mano, no son ediciones, y esa es la característica del material de archivo, que es el material de la fuente primaria de muchas personas”.
Por eso, para Villa, el aporte que hizo González “es una forma de acceder directamente a los datos, a la información, a los hechos; entonces, es de mucha complacencia por todo el desarrollo de acciones que giran alrededor de ese material, en búsqueda de la garantía de los derechos de las personas”.
Un valor patrimonial, le pertenece a la sociedad
Para Laura Sofía Romero Parada, líder del equipo de acopio de la DADH, el significado del archivo entregado por González es “un valor histórico y de memoria, que en un principio hizo parte del trabajo de don Rafa, pero que hoy en día puede ser parte de procesos de reconstrucción de memoria histórica. Porque creo que también es parte de la sensibilidad de la Dirección de Archivo y es ver ese potencial que tenemos a través de los archivos. En este caso, para hacer reparación simbólica y, por qué no, para aportar a otros procesos de reparación”.
Y es que el aporte de estas instantáneas que lograron preservarse por tanto tiempo y que González documentó durante y después de la toma del Palacio de Justicia, en medio de la tensión que se vivía de parte y parte, hizo que el CNMH se diera a la tarea de su preservación.
Villa explicó: “Es un material de fuente primaria, sin ediciones ni retoques. Eso le da un valor incalculable, porque acerca a las nuevas generaciones a los hechos reales. Es mirar la historia desde los ojos de quien la vivió y no desde el relato de segunda mano”.
Para el 39 aniversario de la toma del Palacio, algunas de esas fotos fueron expuestas en una breve muestra en el museo de la Casa del Florero. “Una exposición que decía que por dos días el museo había dejado de ser museo para convertirse en campo de guerra, una cosa así por el estilo, y así fue, fue un éxito”, recordó González.
Respecto a la trascendencia y el legado de las fotos que no solo representan un registro documental, el director técnico del DADH indicó que las próximas generaciones contarán con un material visual que “es un patrimonio de la sociedad, que indistintamente de los años que hayan ocurrido, de la antigüedad que tenga la documentación, es un material que puede cobrar vigencia hoy en día”.
“La ley también nos indica que hagamos la reparación simbólica en el sentido de que las personas puedan tener diferentes maneras de conocer qué es lo que ha pasado, por qué ha pasado, quién fue el que lo hizo, por qué lo hizo, y de alguna manera la resolución de estas preguntas —en muchos casos— conlleva una supervivencia en el duelo que viven las familias de las personas que han sido víctimas del conflicto armado interno, más allá de lo que pueden ser las sanciones de carácter judicial”, remata.
Gilberto Alejandro Villa AyalaMe viene a la mente la idea de que puede servirle a una persona que está buscando a alguien
Protección y custodia especial
Así, la labor del CNMH fue incorporar al Archivo de Derechos Humanos de la Nación, según lo establecido por la Ley 1448 de 2011 (Ley de Víctimas y Restitución de Tierras), la copia del archivo de Rafael González, que promueve la recopilación y protección de materiales relacionados con el conflicto armado.
Y por eso, como lo explicó Villa, la norma que crea el CNMH indica que “este material no puede ser usado como parte de material probatorio dentro de procesos judiciales, porque lo que prima en la misionalidad del Centro Nacional de Memoria Histórica; es más una verdad histórica que judicial”.
“Los juzgados, tribunales, sobre todo la Unidad de Restitución de Tierras y la Agencia Nacional de Protección, constantemente nos están haciendo requerimientos de información que nosotros respondemos en ese sentido extrajudicial. Y es que es un material que se puede usar por parte de ellos para la construcción de contextos, más no para ser parte de pruebas como tal”, sostuvo.
Además, en 2024, la Unesco declaró todos los fondos documentales del CNMH, cerca de 95 en su momento —que este año hará una edición de 50 fondos para un total de 145—, como parte del Registro de Memoria del Mundo de esta organización.
“¿Esto qué significa? Que se constituye este Registro de Memoria del Mundo en un instrumento de protección, porque ya hay una organización de carácter internacional que está pendiente y conoce los procesos, no solamente del Centro de Memoria Histórica, sino de todo el esfuerzo que hicieron las personas para traer sus copias de sus archivos acá”, remarcó.

