Home

Nación

Artículo

García Realpe aseguró que aunque este podría ser un “motivo suficiente” para intentar sacar del cargo a Trujillo, no se está cocinando una moción de censura. | Foto: Fotomontaje SEMANA

POLÍTICA

¿Liberales le quieren mostrar los 'dientes' al Gobierno?

La idea de impulsar mociones de censura contra el canciller y el ministro de Agricultura ya empezó a rondar, pero aún no tiene la fuerza suficiente. ¿Serán viables?

8 de noviembre de 2019

Aunque Guillermo Botero renunció, es innegable que lo hizo antes de que la moción de censura en su contra lo sacara del Ministerio de Defensa. El punto se lo anotó el Congreso, en cabeza del senador Roy Barreras. Pese a que el Congreso ha tenido el sartén por el mango durante el Gobierno Duque, ahora es cuando más fuerte se percibe, ya que estuvo a punto de sacar a un ministro, por primera vez, en juicio político. De hecho, sigue siendo una discusión votar o no la moción para enviar un mensaje simbólico más contundente.

Con este antecedente, algunas voces liberales dijeron que ahora podría ser viable una moción de censura contra otros dos ministros: el canciller, Carlos Holmes Trujillo, y al ministro de Agricultura, Andrés Valencia. La idea empezó a sonar porque en medio de una entrevista en RCN Radio el senador Guillermo García Realpe (liberal) la mencionó: "Todo el mundo ha sido solidario con Cuba con excepción de los Estados Unidos. El canciller también se merece una moción de censura por semejante desafuero internacional". Esto porque Colombia por primera vez en su historia se abstuvo de votar contra el embargo a Cuba durante la Asamblea General de la ONU.

La declaración fue entendida por algunos medios como una forma de preparar el camino para proponer otra moción de censura, esta vez contra el canciller. Sin embargo, al ser consultado por SEMANA, García Realpe aseguró que aunque este podría ser un “motivo suficiente” para intentar sacar del cargo a Trujillo, no se está cocinando por ahora una moción de censura.

“Lo que ha promovido el canciller es algo muy grave en la historia de la diplomacia de Colombia, cambió la historia de 30 años con Cuba, algo que no pasó ni siquiera en el Gobierno de Álvaro Uribe. Esta decisión debió ponerse a consideración en la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores. Podría ser un motivo suficiente para un debate de control político y aún para una moción de censura, sin embargo, este es un mecanismo extraordinario y no lo estamos considerando”, dijo el senador García Realpe.

Hay que tener en cuenta que García Realpe es el vocero del Partido Liberal en el Senado. Por eso, sus palabras tuvieron eco e incluso en entrevista con La FM el canciller se refirió al tema y dijo que le parecía normal la utilización de este mecanismo en una democracia.

En el caso del ministro de Agricultura las cosas podrían ser distintas. Varios representantes consultados aseguraron que la idea no sería descabellada porque el ministro tiene un “pésimo ambiente en la Cámara”. Además, en la bancada liberal sí se está considerando esta posibilidad, pero todavía no es seguro que se jueguen esta carta.

“Hay una cantidad de incumplimientos, la gota que rebosó la copa fue la resolución que permite la práctica del aleteo de tiburones. Pero también falta inversión, hubo reducción de presupuesto, ausencia de vivienda rural, la reforma rural integral no se ha implementado, la agencia de desarrollo rural tampoco”, aseguró un congresista que pidió mantenerse en el anonimato.

La relación entre la Cámara y el ministro no ha sido la mejor. Sin embargo, como dice un representante de Cambio Radical, “este no es el mejor momento para impulsar una moción de censura, ¿cuál es florero de Llorente?”.

Además, impulsar nuevas mociones de censura justo ahora podría ser un arma de doble filo para el Congreso. En caso de que no prosperen eliminarían la ventaja que ya tienen frente al Gobierno. “Es victimizar a un gobierno débil, darle una oportunidad para que salga triunfador, sería una muy mala jugada”, explicó un representante.

Lo que no se puede negar es que los partidos independientes, Cambio Radical y los liberales (unidos con La U), son los que en momentos clave, como las objeciones a la ley estatutaria de la JEP y la moción de censura contra Botero, le han dado vuelta al tablero. Por eso, tienen un mayor chance de convertir sus banderas en una bola de nieve.