Nación
Liga de fútbol, que vio nacer a ‘Alfonsito’ Cañón y Tizón González, murió por presunto fraude que supera los 80.000 millones de pesos
SEMANA conoció la difícil situación que atraviesa en la actualidad la División Bogotana de Fútbol (DiBogotana). Hoy, más de 4.000 deportistas están a la deriva y sin canchas para jugar. El abogado Simón Hernández denunció irregularidades de una entidad pública en el proceso.

Alberto Pinzón García es el presidente y representante legal de la División Bogotana de Fútbol (DiBogotana), y desde hace varios años viene padeciendo, junto a los socios de la organización, una difícil situación después de que un allegado se quedó con los predios donde más de 200 equipos de fútbol se formaron, entrenaron y compitieron.
Simón Hernández, abogado de los socios que hacen parte de la liga, explicó: “Bogotá perdió 200 equipos, 4.000 jugadores y la liga de fútbol amateur más importantes en los últimos 70 años de la ciudad, cuando el antiguo representante legal de la DiBogotana tomó la decisión de apropiarse ilícitamente de los inmuebles que siempre le han pertenecido a esta entidad. La Corte Suprema de Justicia ha dicho que la única propietaria de estos predios es y ha sido siempre la DiBogotana”.

En diálogo con SEMANA, Pinzón García contó que desde hace varias décadas, DiBogotana comenzó a funcionar en la localidad de Kennedy, sur de Bogotá, como un espacio deportivo con enfoque social. La liga operaba con ocho canchas de fútbol, pero después de un tiempo decidieron vender los terrenos e irse al municipio de Mosquera, Cundinamarca.
Hoy en día esos predios están avaluados en más de 80 mil millones de pesos, pues están ubicados entre la variante Mosquera-Madrid, en plena zona franca, una zona estratégica del departamento. Para la época de la compra de esos lotes, el presidente de la División era Pedro Javier Salamanca, quien habría convencido a los socios de DiBogotana que pusieran las propiedades a nombre de un tercero, por los líos jurídicos que atravesaba la liga y que podían terminar en embargos.
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El abogado Hernández explicó: “La Fiscalía imputó cargos en contra del antiguo representante legal, quien, además, hoy se encuentra enfrentando un juicio. Sin embargo, la oficina de Registro e Instrumentos Públicos ha tardado años en materializar e inscribir las decisiones de las autoridades judiciales, circunstancia aparentemente irregular que está siendo investigada el día de hoy por parte de la Fiscalía”.

Después de una autorización de la asamblea, los terrenos quedaron a nombre de Salamanca y arrancaron a funcionar con 14 canchas de fútbol hasta el año 1990, fecha en que los socios de los equipos que hacían parte de la División Bogotana de Fútbol le empezaron a pedir que entregara el bien inmueble y lo pusiera a nombre de DiBogotana.
Años más tarde, el traspaso nunca se dio y, según Alberto Pinzón, el actual presidente de la División: “Él decía, sí, yo no me voy a robar esos campos, yo se los devuelvo. Pero lamentablemente para nosotros él no hizo caso, no hizo eso. En el 2010 se le revocó el mandato a él como presidente y ahí comenzó, él ya dice que definitivamente los campos son de él, situación que es totalmente falsa”.
El caso pasó de un trato amigable entre socios a un problema jurídico que llegó a los juzgados ordinarios, llegó al Tribunal Superior de Cundinamarca y terminó hasta con un pronunciamiento de la Sala de Casación de la Corte Suprema. La justicia colombiana terminó dándoles la razón a los socios de una de las ligas más importantes del fútbol amateur en Colombia.
“Un juzgado en Funza falló a favor de nosotros, él (Salamanca) lo apeló en Facatativá y allá se perdió el proceso. Nosotros apelamos en el Tribunal de Cundinamarca y nos dieron la razón. El proceso terminó en Casación y la Corte Suprema se la negó, por lo tanto, el fallo del Tribunal quedó en firme para que colocara los terrenos en registro y notariado a nombre de DiBogotana”, explicó Alberto Pinzón.
Pero eso no sucedió, según el actual presidente de la liga, Pedro Salamanca terminó acudiendo a “una cantidad de estrategias ilegales para demorar el registro de los terrenos a nombre de nosotros. El registro y notariado de Bogotá, zona centro, nos negó que teníamos derechos a que nos registraran, porque el señor había hecho unos englobes y demandó un abogado que él tenía. Con esos actos nos bloquearon”.
Ya han pasado tres años desde que el Tribunal ordenó el registro del terreno a nombre de la División Bogotana de Fútbol, pero hasta el momento nada ha pasado. Aunque los cinco terrenos que se compraron en Mosquera fueron adquiridos en 1989 con dinero de la liga, según Pinzón, a la fecha los predios siguen a nombre del anterior presidente y representante legal.

Lo más grave es que mientras el tiempo pasa, el terreno estaría siendo ocupado para otros fines. “Los predios los están utilizando para ocupación ilegal de personas. De una forma arbitraria y obviamente sin ninguna licencia de construcción ni nada. El señor ha hecho vías, ha hecho cerramientos, está colocando unos tanques ahí, entiendo que están procesando detergentes de una empresa grande, en un 30-40 % de los terrenos”, contó el actual presidente de la liga a esta revista.
Pedro Salamanca englobó los terrenos y los estaría embargando para que no pueda inscribirse la sentencia de la Corte Suprema de Justicia, explicaron de la oficina de abogados Alzate Hernández.
Sin los terrenos, DiBogotana perdió completamente su labor social, pues su objetivo se concentraba en alcanzar 200 equipos de fútbol con 20 jugadores y familias que pudieran practicar, vivir la fiesta del fútbol y de paso utilizar el deporte como una herramienta de transformación. Hoy son más de 10 mil personas las que estarían sufriendo los efectos de este lío jurídico.
“Nosotros buscábamos que la juventud se fuera por el buen camino del deporte. En la liga salieron jugadores como ‘Alfonsito’ Cañón, Ernesto Díaz, Tizón González, jugadores que llegaron a equipos profesionales y a la Selección Colombia. Todo eso se está perdiendo”, lamentó el actual presidente de DiBogotana.