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La rana tiene la capacidad de absorber calor en climas fríos. | Foto: Ariel Parrales Ramírez / Instituto Alexander von Humboldt

MEDIO AMBIENTE

Hallan nueva especie de rana en Colombia

Se trata de un batracio llamado de "cejas amarillas", que tiene la capacidad de conservar la humedad y de reproducirse en los páramos.

8 de marzo de 2016

Pristimantis macrummendozai. Ese es el nombre de la nueva especie de rana que ingresa al registro del mundo científico.

Se trata de un batracio llamado de “cejas amarillas”, que fue hallado en los páramos del complejo Iguaque Merchán, ubicado al norte del municipio de Arcabuco (Boyacá), mediante exploraciones geográficas realizadas por investigadores del Instituto Humboldt en la cordillera Oriental del país.

Según los hallazgos del instituto, esta rana, a diferencia de otras, aprovecha el ambiente húmedo de los páramos para depositar sus huevos en la tierra y así reproducirse. Además se destaca por la capacidad de adaptarse a diferentes tipos de áreas: planas, secas y rocosas. También puede conservar la humedad gracias a unos pliegues que tiene en la piel.

Pero esas no son las únicas bondades de la especie. Pues su coloración oscura y camuflada le permite esconderse de sus depredadores y absorber calor en el frío de los páramos donde habita.

Según la corporación, con esta, son diez las especies de ranas lluvia que viven y se reproducen exclusivamente en esa zona “asociada a los ambientes de alta montaña de la cordillera Oriental colombiana, que reúne 16 complejos de páramos como Chingaza, Santurbán, Almorzadero, Cundinamarca, Guantiva–La Rusia, Tota–Bijagual–Mapamacha, Pisba, Cruz Verde–Sumapaz”.

Frente al hallazgo, Andrés Acosta Galvis, curador de Colecciones Biológicas del Instituto Humboldt aseguró que aunque es un descubrimiento esperanzador, “el país requiere aún de un arduo trabajo de campo por la cantidad de zonas con vacíos de conocimiento”.

Según Acosta, este tipo de descubrimientos ubica a Colombia entre los cinco países más megadiversos. Señaló que en el caso de los páramos se demuestra que “los complejos de alta montaña equivalen a ‘islas geográficas’ que son nichos de especies únicas imposibles de encontrar en sitios semejantes”, por lo que se hace necesario protegerlos y “continuar con el inventario de la diversidad en estas áreas”.

El curador manifestó que si bien este tipo de hallazgos auguran sorpresas una vez se explore por completo el territorio nacional, por ahora era importante centrarse en documentar las especies para conocer la riqueza y diversidad de los ecosistemas terrestres y así construir “el inventario que es la base científica de la megadiversidad”.