Cápsula

Gobernación de Antioquia e Instituto de Cultura y Patrimonio recuperan infraestructuras en riesgo: “Que ninguna obra se quede en el abandono”

El director del ICPA, Roberto Rave, lidera junto con la Gobernación un proceso de recuperación de infraestructuras culturales en municipios como Caramanta, Betulia y Puerto Triunfo.

GoogleLéenos en Google Discover y mantente un paso adelante con SEMANA

8 de octubre de 2025, 9:23 p. m.
Roberto Rave, director del Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia
Roberto Rave, director del Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia | Foto: Suministrada / API

Lo que antes eran obras detenidas y espacios en riesgo de deterioro, hoy son escenarios de arte, educación y encuentro ciudadano en varios municipios de Antioquia. Gracias a un trabajo conjunto entre la Gobernación y el Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia (ICPA), se emprendió un proceso de recuperación de infraestructuras culturales en Caramanta, Armenia, Betulia, Puerto Triunfo y Ebéjico, que se encontraban en ruta crítica.

Tras una evaluación técnica, jurídica y financiera realizada al inicio del actual gobierno, se identificó el estado real de las obras y se definieron estrategias conjuntas con las alcaldías para culminarlas y ponerlas al servicio de la comunidad.

“Cada una de las infraestructuras recuperadas representa una oportunidad para transformar realidades”, explicó Roberto Rave, director del ICPA, quien agregó que “nuestro propósito ha sido que ninguna obra cultural se quede en el abandono, y hoy estos espacios están abiertos como escenarios de aprendizaje, creación y encuentro”.

La estrategia del ICPA también contempla nuevas inversiones en municipios como Rionegro, Concepción, Marinilla, Támesis y Jericó, donde se adelantan obras de ampliación, mejoramiento y mantenimiento financiadas con recursos departamentales.

Además, la participación ciudadana es un eje fundamental de esta iniciativa, que fomenta la apropiación comunitaria y el uso responsable de los espacios. Las Casas de la Cultura, además de su función educativa, se han convertido en motores de cohesión social, convivencia pacífica y desarrollo económico local.

Noticias relacionadas