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William Rodríguez, "heredero" del cartel de Cali, condenado a 21 años y 10 meses de cárcel.

Marzo 8, 7:54 p.m.

El hijo de Rodríguez Orejuela se declaró culpable

Como lo advirtió Semana, los más perjudicados con la confesión de culpabilidad de William Rodríguez Abadía, hijo y sobrino de los jefes del Cartel de Cali, serán políticos colombianos.

8 de marzo de 2006

Como lo advirtió la revista Semana en enero, William Rodríguez-Abadía, el hijo del capo del Cartel de Cali Miguel Rodríguez Orejuela y sobrino de Gilberto Rodríguez-Orejuela, se declaró culpable ante el juez de la Corte del Distrito de Florida, de haber estado involucrado en tráfico de cocaína a Estados Unidos desde 1990 hasta julio de 2002.

Como parte del acuerdo presentado a la Corte, el hijo consentido de Miguel Rodríguez Orejuela, accedió a cooperar con Estados Unidos y declarar en el juicio contra su padre y su tío. También accedió a perder todo derecho sobre los negocios de los Rodríguez Orejuela en Colombia, a cambio de una reducción de su pena. “El acuerdo de negociación contiene una recomendación conjunta entre Estados Unidos y Rodríguez-Abadía para que la sentencia de Rodríguez-Abadía sea de 262 meses de cárcel”, dice el comunicado emitido hoy por la oficina del Fiscal del Distrito Sur de Florida.

Aunque por el comunicado parecería que la colaboración de Rodríguez-Abadía podría perjudicar la suerte de sus familiares, fuentes de muy buena mano dijeron a Semana.com que su colaboración por el contrario los ayudará. Y que aunque el comunicado del Fiscal del Distrito de Florida dice que los Rodríguez Orejuela irán a juicio en septiembre, es probable que éste no se dé y que un arreglo benévolo de su situación forme parte del acuerdo global con William Rodríguez. Entre los beneficios de esta colaboración al parecer está la concesión de visas a los familiares para que lo visiten, y un compromiso de dejar en paz al resto de la numerosa familia.

La historia de la negociación

Como lo dijo el artículo de Semana de enero de 2003, William Rodríguez fue solicitado en extradición en 2002 y se entregó voluntariamente a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), en Panamá el 16 de enero, desde donde fue trasladado a Miami, Florida. Dos días después, el 18, William compareció por primera vez ante el magistrado Robert Duvey y se declaró inocente. Ese mismo día, su abogado en Colombia, Jorge Luis Gutiérrez, les dijo a los periodistas: "William adelantó negociaciones en medio de gran reserva". Y así fue.

“Cuatro meses antes de la entrega, sus abogados entraron en contacto con la justicia norteamericana. Le hicieron saber que su cliente no quería seguir huyendo. Quería evitar un año tras las rejas de Cómbita y su estado de salud era delicado por una enfermedad renal que lo atormenta desde niño. Todo esto hizo que acelerara la decisión de entregarse, después de estar casi tres años prófugo de la justicia”, dijo Semana. “Hay quienes sostienen que su entrega forma parte de un posible arreglo que se viene tramitando poco a poco entre los Rodríguez Orejuela y la justicia norteamericana”, advirtió la publicación.

Rodríguez-Abadía asumió la administración de los negocios de su familia luego de que su padre cayera preso. Pero su verdadera importancia –por lo menos en lo que tiene que ver con Colombia- es que William Rodríguez era el enlace de Miguel Rodríguez Orejuela con la dirigencia política. Por lo tanto, como también lo advirtió Semana en una carátula, varios políticos deben estar temblando, pues William ya comenzó a revelar estos tratos, según dijeron fuentes a Semana.com

La confesión de culpabilidad de Rodríguez-Abadía fue muy celebrada en Estados Unidos. “La declaración de culpabilidad de William Rodríguez-Abadía es una gran victoria en la guerra contra el narcotráfico. Es un gran golpe y marca la caída del Cartel de Cali”, dijo el fiscal del distrito sur de Florida R. Alexander Acosta.

William es el único de los 15 hijos, 21 sobrinos y 30 nietos de los Rodríguez que estaba pedido en extradición por la justicia de Estados Unidos. Es abogado penalista, con especialización en España y Chicago. Mantuvo un bajo perfil mientras fue miembro de las juntas directivas de las empresas de su familia. Pero ganó notoriedad cuando fue víctima de una vendetta entre narcotraficantes en Cali, en 1996. En 1997 le cancelaron la visa a Estados Unidos. En 2002 fue solicitado en extradición, y en febrero de 2003, por primera vez la Dijín allanó su residencia, al oeste de Cali, al igual que la de su hermana, su madre y su suegra. Hoy le esperan en teoría 21 años de cárcel, pero con las rebajas de penas por buen comportamiento, delación y demás, probablemente no pague más de diez años.