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Apocalipsur, del director antioqueño Javier Mejía y que no ha sido todavía estrenada en las salas de cine, resultó la ganadora.

CINE

Un Festival de homenajes y sorpresas

Los primeros días del Festival de Cine de Cartagena que comenzó el 2 de marzo ha estado dedicado a Gabriel García Márquez

Catalina Gómez
5 de marzo de 2007

Estaba anunciado. La versión número 47 del Festival de Cine de Cartagena estaría dedicada a Gabriel García Márquez. Y así ha sido. El fantasma de este hombre amante del cine ha estado presente durante los primeros días de este Festival, que comenzó el viernes 2 de marzo y que se prolongará hasta el viernes 9. Durante el fin de semana se proyectaron gran parte de las películas basadas en su obra con la participación de algunos directores como Miguel Littín, Jaime Humberto Hermosillo, Fernando Birri, Jorge Ali Tirana y Lisandro Duque. Es así como el público pudo ver de nuevo en la pantalla grande películas como El Tiempo de Morir, en las versiones de Triana y el mexicano Arturo Ripstein; La Viuda de Montiel, Maria de mi Corazón y Crónica de una muerte anunciada, entre otras.

El homenaje no terminó ahí. En el Centro de Cooperación Española, ubicado en el claustro de Santo Domingo, se han proyectado los documentales sobre la vida y obra del premio Nobel colombiano que el mañana martes 6 de marzo cumple 80 años. En fin, este ha sido un festival dedicado a un hombre de cine cuyas “novelas no siempre pasan bien a la pantalla”, según lo repite Hermosillo en un video que se presenta como antesala de cada una de las películas en competencia.

La mejor colombiana

Pero las novedades del festival no acaban allí. El domingo en la noche se entregó el premio India Catalina a la mejor película colombiana. La sorpresa fue grande. Apocalipsur, del director antioqueño Javier Mejía y que no ha sido todavía estrenada en las salas de cine, resultó la ganadora.
 
Superó, entre otras, a obras como Al final de espectro, Soñar no cuesta nada y Karmma. En total competían 12 producciones (el Colombian Dream no estaba en competencia), lo que muestra cómo ha avanzado la producción del cine nacional en los últimos años.
 
Apocalipsur, la opera prima de Mejía, se desarrolla en la convulsionada Medellín de la época de Pablo Escobar. Cuatro amigos se reúnen para ir a recoger al aeropuerto al Flaco, el quinto miembro del combo que regresa de un viaje de ocho meses. Durante el trayecto hacía el aeropuerto José María Córdoba, en Rionegro, los protagonistas reconstruyen momentos que han compartido con ese amigo que viene en camino. Momentos marcados por el secuestro, la afición por la música, las drogas... Sin embargo, esta no es una película que sólo trata de la amistad, las drogas y la locura de la adolescencia, sino que también aborda la reflexión sobre los problemas que vivía la sociedad antioqueña en ese época.

La película de Mejía se filmó hace cinco años. Y de eso dan fe sus protagonistas: cinco jóvenes de Medellín sin experiencia en el campo de la actuación. Ya no son los adolescentes de entonces, así se pudo apreciar el domingo en el Centro de Convenciones a donde acompañaron a Mejía a recoger el premio. Pero no cabían de la dicha.
 
Al fin y al cabo una aventura de amigos terminó convertida en un gran éxito. Y es que Mejía se ha ganado a pulso este reconocimiento. Invirtió sus ahorros y el de los de amigos en el proyecto, que al final, ya después mucho tiempo, recibió una beca para la postproducción del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico. Y es que cuando Mejía empezó Apocalipsur la Ley de Cine no existía y hacer cine en Colombia era aún más difícil que ahora.
 
Antes de presentar su película en Colombia Mejía había viajado con ella debajo del brazo por diferentes festivales del mundo. Tuvo paciencia antes de presentarla en Colombia, y al parecer todo le salió bien. Ahora, con este premio India Catalina a cuestas, seguramente muchas más personas querrán verla.
 
La estrella

Otra de las sorpresas del festival fue la presentación de Unkown (Mentes en blanco), la ópera prima de Simón Brand, otro director colombiano, y que será estrenada en los próximos meses en las salas colombianas. La película, filmada en Estados Unidos con producción norteamericana, fue bien recibida por el público de Cartagena y dejó la sensación de que se estaba ante el nacimiento de uno de los directores más prometedores del nuevo cine nacional.
 
Para la presentación de su película Brand contó con el respaldo de Jim Cazaviel, protagonista de su película, y que a su vez fue la estrella de La pasión de Cristo de Mel Gibson. Cazaviel se convirtió, sin duda, en el gran personaje de este Festival. No sólo por la manera comprometida cómo apoyó al joven director (esta era una película de bajo presupuesto por la que Cazaviel apostó), sino por su sencillez y descomplique. Firmó cuanto autógrafo y se dejó tomar todas las fotos que le pidieron. Y la función continúa.