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Aurelio Suárez Montoya. Columna Semana

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El carrusel solar en Ocad-Paz

El programa energético de los PDET tiene 69 proyectos, por 871.957 millones de pesos, la quinta parte de los 338 totales en Ocad-Paz. La mayoría, 55, son para energía solar (DNP).

Aurelio Suárez Montoya
6 de agosto de 2022

Valeria Santos y Sebastián Nohra develaron en Blu Radio las coimas por tramitar proyectos para los municipios bajo el Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) en el sistema Ocad-Paz. Entre los que “pecaron por la paga” hay contralores, funcionarios de Planeación Nacional, alcaldes y congresistas, algunos ya en investigación.

Se va sabiendo asimismo quiénes “pagaron por la peca”. Quiénes aportaron los dineros que aceitaron la máquina, de qué bolsillos salieron y los modos de contratación para direccionarla hacia tales coautores. Algunos datos provienen del carrusel de Ocad-Paz en torno a la instalación de paneles solares en zonas rurales, con eslabones en el “cartel energético” por 551.000 millones de pesos que “el gobierno nacional le entregó”, “a sociedades dirigidas por aliados del reo Mario Castaño” (V. Santos, Cambio).

El programa energético de los PDET tiene 69 proyectos, por 871.957 millones de pesos, la quinta parte de los 338 totales en Ocad-Paz. La mayoría, 55, son para energía solar (DNP). El primer gestor es Energuaviare, desconocida empresa de carácter mixto, fundada en 2001 con 92 por ciento de propiedad de la gobernación, 6 por ciento de la Alcaldía de San José y el 2 restante de personas naturales (ver escritura). En 2020 tenía activos por 116.000 millones de pesos, 25.000 usuarios y contrata bajo régimen especial como “gestor público”.

Energuaviare recibió nueve convenios para energía solar por 107.677 millones de pesos, dos en su departamento, cuatro en el Meta y tres para Sucre, Magdalena y Cesar. No los ejecutó, los subcontrató mediante invitación pública y único proponente. Los más cuantiosos, el n.° 311 y el n.° 317 (2021) por 46.000 millones de pesos en municipios de Guaviare, fueron para el mismo consorcio, de Dingecon S. A. S. y sus socios, pero con nombre distinto en cada contrato y sin experiencia en el ramo.

En el Meta, con igual mecanismo, con único oferente, se subcontrataron en 2021, para el n.° 301 (en Mapiripán por 9.967 millones de pesos) y el n.° 292, a dos uniones empresariales con asociados comunes. Un procedimiento similar –único proponente– fue el de Valledupar (n.° 161), entregado al consorcio La Sierra, por 23.615 millones de pesos, el mayor en la Costa, que con el n.° 302 en Vistahermosa (Meta), pese a las distancias, tienen igual representante legal, Blanca Milena López Sánchez. El funcionario de Energuaviare y accionista como persona natural, Hernando Antonio Hincapié, supervisa ese mar de subcontratación.

Tres contratos más para Energuaviare, con plata de regalías por 118.410 millones de pesos, salieron del MinMinas (Recursos Fazni) y del Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas (Ipse). Vía subcontratación, extendió sus tentáculos a La Guajira, Vaupés, Arauca y Caquetá con los contratos n.° 155 y n.° 139 de 2022, con único proponente: dos consorcios con el mismo accionista mayoritario, con más del 85 por ciento, HG-Ingeniería de Cali, unido a firmas de Medellín y Chocó, de Hernán Alberto García, señalado de coger a manotazos de la piñata grande de MinMinas. Varios, 315 y 161 de 2021 y 14 y 153 de 2022, incluyen paniguados del clan Castaño como Ingelcor y Jimmy Gualteros (V. Santos, Cambio). Energuaviare acumuló proyectos, vueltos subcontrataciones, por 225.000 millones (ver tablas).

El modus operandi de Energuaviare, para energía solar, no es exclusivo. En la Zona Bananera (Magdalena), Dibulla (La Guajira) y en La Paz y Pueblo Bello (Cesar), mediante convenio interadministrativo, es gestor la ONG, Red de Instituciones de Educación Superior, EduRed, que acopió 64.477 millones de pesos para subcontratar y también fue consultora en La Paz (Cesar). En 2019, en los tiempos de Roy Barreras, EduRed hacía eventos en la Esap. ¿Multifacética?

Energuaviare no está libre de tejemanejes políticos. Como expuso Alfredo Molano (El Espectador, 07/05/2022), “entre la publicidad que se da (…) Sammy Merheg por la gestión de obras y los 4.519 votos que obtuvo en el Guaviare” –un risaraldense, el más votado por guaviarenses– “hay un entramado de corrupción por descubrir y las pistas están dispersas”.

Para empezar a juntarlas, se puede partir de que un “socio político” de Merheg, el gobernador Heydeer Palacios, mandamás en Energuaviare, frecuentaba Ocad-Paz como presidente de la Federación de Gobernadores, y que “Ramón Rojas, contratista de Máquinas y Máquinas (…), que hizo toda la campaña en el Guaviare a Merheg con sus empleados y su logística” (ídem, El Espectador), participa en los contratos n.° 311 y n.° 317, que acapararon los proyectos fotovoltaicos ahí mismo en el Guaviare.

Merheg y demás conservadores embadurnados en los disparates de Ocad-Paz suscribieron el respaldo a la agenda del Acuerdo Nacional con el Pacto Histórico. Fueron recibidos como el “alma de Álvaro Gómez de la Constitución del 91″ (Twitter/25/07/2022). ¿Todo vale? Petro tiene la palabra.

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