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Enrique Gómez, columnista invitado.
Bogotá, febrero 14 de 2022. Foto: Juan Carlos Sierra-Revista Semana.

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El que se acuesta con narcos

9 de enero de 2023

En medio de la vergonzosa revelación “del cese el fuego” unilateral de Gustavo Petro para poner en manos de sus aliados mafiosos importantes departamento del país y las posteriores movidas y contra movidas para salvar el santo rostro de Petro una vez el ELN mandó al presidente para el carajo, confirmando precisamente la naturaleza unilateral del propósito de dejar campear a los criminales por todo el país, han aparecido los áulicos de siempre de la paz para justificar y novelar el despropósito.

Me llamó poderosamente la atención el despliegue y compromiso del diario El Tiempo en su edición dominical, enfocado de manera sistemática, nuevamente como en los buenos y engrasados tiempos de La Havana, a idealizar, justificar y mitificar el proceso de paz total.

Incluso se nos informa la razón por la cual el malhadado anuncio de cese el fuego unilateral de Petro dio origen no a un decreto, sino a cinco decretos, de los cuales, sabemos, ha sido suspendido el del ELN.

Los cinco decretos nos informa el diario responden a la necesidad de “caracterización de cada uno de los grupos para los cuales se definió un decreto en el marco de la tregua”.

¿De verdad hay que caracterizar? ¡Todos son narcos!

Al tiempo se informa que aparte de ELN, del COCE, las FARC, el Clan del Golfo y las AUC el comisionado Danilo Rueda se reúne personal o delegadamente, como en las mejores épocas del presidente Samper, con emisarios y mafiosos tan despreciables y peligrosos como alias Tom de la Oficina de Envigado, los Pachelly, el combo de la terraza y las bandas que tienen sitiada a sangre y fuego a Cali y al Valle del Cauca y que siguen picando cadáveres como si nada en Buenaventura.

Los compromisos han generado movilizaciones de presos y condenados a diferentes cárceles para “facilitar” el actuar delictivo de estos hampones, suspensión de extradiciones, algunas liberaciones aparentemente y la habilitación de un enjambre de “abogados” que, como siempre en estas bandolas y grupos guerrilleros tienen un pie dentro de la organización y poca actividad dentro del Código Penal.

Abogados “gestores” de beneficios, corruptelas, información. Y ellos, ¡cómo no!, han convencido la joya de Márquez de las Farc que no acepte sometimientos ni pendejadas de esas. Él como alias Mordisco está para cosas grandes. Las Farc lo que quieren, con la evidente complacencia del redactor de Política del El Tiempo, es que les abran su propio proceso de negociación. Mordisco porque siguió traqueteando, asesinando y reclutando a pesar de la Havana y el bandido de Márquez porque es un “avezado negociador” que, y ojo, es una cita textual, “decidió abandonar el proceso y montar su propia banda”.

El síndrome de Estocolmo en los periodistas de El Tiempo no existe. Es simple gobiernismo de los propietarios y directivos del periódico. Ahí nada nuevo.

Lo que sí no puede aceptarse es el criterio de “caracterización”. Todos los mencionados, y aquellos otros con los cuales el hermano de Petro y el comisionado se siguen reuniendo, y no nos cuentan, son traficantes y mafiosos. De eso viven, es lo que hacen, por lo cual aspiran y logran control territorial, para lo que reclutan, para lo que depredan los bosques, para lo que sojuzgan poblaciones enteras y asesinan a cualquiera que se les atraviese en el camino.

Mientras estos delincuentes asesinos reciben toda la atención del presidente, el ministro de Justicia, el comisionado, el ministro de Defensa y hasta la perra en este gobierno, comunidades como las de los Montes de María, 15 municipios sometidos al creciente predominio del Clan del Golfo y a la inseguridad, respecto de los cuales existen alertas tempranas de la Defensoría del Pueblo y de la Procuraduría que ha verificado la creciente inseguridad, no han tenido la posibilidad de reunirse con la Comisión de Paz para reclamar y visibilizar la zozobra que causa el Golfo en esa y otras regiones de la Costa Atlántica.

El cese al fuego puesto en marcha por Petro, con o sin la participación de sus negociadores y ministros, sumirá a los departamentos en mayor violencia, tráfico y reclutamiento. La prensa nacional no nos contará nada de eso, las comunidades que lo sufren serán ignoradas y los mafiosos estarán felices.

¿Por qué hay tanto afán por parte de la administración Petro de avanzar a troche y moche con todas las bandas mafiosas? Es claro que los beneficios pactados y recibidos por la campaña Petro en el escándalo de los videos de La Picota hay que cumplirlos. Con los narcos una vez se recibe hay que cumplir y ya pronto sabremos que allí recibió mucho intermediario. También es cierto que Iván Cepeda y el comisionado Rueda pueden estar reclutando una nueva cuerda de falsos testigos para acabar, a prevención, con lo que queda de oposición.

Al final no es Petro que se acuesta con narcos, es el país. Y el que se acuesta con narcos amanece c…

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