Los otros vicios de la ley de financiamiento que aún no ha visto la Corte

“Se les dijo” es la frase célebre que podría resumir bien lo que muchos expertos en temas tributarios opinan sobre la caída de la Ley de Financiamiento, aprobada el 19 de diciembre de 2018 en sesiones extraordinarias en el Congreso de la República.

La Corte Constitucional acaba de tumbar la norma por encontrar que en su trámite hubo algunos vicios que son insalvables. Eso sí, le dio un plazo al gobierno para que tramite una nueva ley de aquí a diciembre, cuando terminan las sesiones ordinarias del Congreso.

La advertencia de los vicios ya se había hecho la misma semana en que se aprobó esta reforma tributaria bautizada como Ley de Financiamiento. Javier Hoyos Arboleda fue uno de los expertos que desde ese momento advirtió que se habían registrado algunos vicios de procedimiento y por incorporar normas sin el debido seguimiento del trámite.

Aunque hizo varias advertencias a ese respecto, la respuesta que le dieron tanto los políticos como los funcionarios del gobierno era que todo se había hecho conforme a la ley. Sin embargo, la Corte Constitucional le acaba de dar la razón.

Hoyos decidió hablar sobre cuáles fueron esos temas que le generaron preocupación desde el mismo momento de la aprobación. Estas son sus principales conclusiones sobre qué ocurrió, qué dificultades tuvo la ley y cuáles son los aspectos que podrían generarle preocupación al gobierno, en caso de que la vuelva a presentar.

1. Nuevos impuestos discutibles.
Uno de los problemas más complicados en el trámite es que se agregaron impuestos nuevos, como el de la salida del país, pero con destinación específica. También se modifica el impuesto de turismo para que recaiga sobre los tiquetes aéreos con destino al país; y fijaron una tarifa de renta diferencial más alta para entidades financieras, la cual rompe el principio de igualdad ante las cargas públicas.

2. No hubo continuidad.
Además de que existen dudas sobre las normas mencionadas, estas fueron incluidas en el debate en las plenarias de Senado y Cámara, sin haber sido aprobadas o debatidas previamente en las comisiones.

3. Tributaria casuística
En términos generales Hoyos no considera que esta sea una buena reforma; “por el contrario, es tan puntual y casuística, que continuaremos con las reformas cada 18 meses para obtener más ingresos fiscales que cubran los crecientes gastos del país”.

4. Más incertidumbre
El hecho de que no resuelva temas coyunturales sino que se dedique a resolver asuntos muy puntuales, hace que en materia tributaria los empresarios sigan con la incertidumbre jurídica y fiscal. Hoy, casi para cualquier inversionista nacional o extranjero, la preocupación constante es cuándo llega la nueva reforma tributaria. Igual ocurre entre los colombianos de estratos medios, que han sido muy castigados con las tres últimas reformas tributarias y que en esta última fueron los más afectados.

5. Más irregularidades de trámite
Para el experto en temas legislativos, durante el proceso que se surtió para aprobar la ley de financiamiento hubo varias irregularidades además de la señalada por la Corte Constitucional, tanto en las comisiones como en las plenarias. “Por ejemplo, se dio la aprobación de las propuestas con aval del gobierno, cuando no todas lo requerían; se desecharon muchas proposiciones sin estudiarlas y otras fueron simplemente dejadas como constancia, a sabiendas de que la Corte Constitucional ha señalado que las constancias no valen”, dijo Hoyos Arboleda.

A esto se suma que incluir en las plenarias de Senado y Cámara temas que no fueron aprobados en las comisiones, así como acoger en bloque el texto aprobado en la plenaria del Senado sin debate en Cámara, solo porque se acababa el tiempo, resulta una irregularidad para Hoyos Arboleda.

Para el experto, al paso que vamos, habrá que prepararse pronto para otra reforma tributaria incluso más pronto de lo que ha sido tradicional.