Política
“El Congreso no es empleado de Petro. He sido víctima de sus agresiones”, le dicen al presidente
El nuevo presidente de la Comisión Séptima del Senado, Miguel Ángel Pinto, senador del Partido Liberal, se refirió en SEMANA a la reforma de la salud.
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Un movimiento inesperado en el Congreso de la República dejó al Gobierno del presidente Gustavo Petro sin el control de la Comisión Séptima del Senado, escenario clave donde se tramitará en tercer debate la polémica reforma a la salud.
La presidencia de la comisión quedó en manos del senador del Partido Liberal, Miguel Ángel Pinto, opositor de la iniciativa de Petro, lo que abre un nuevo capítulo de tensión entre el Ejecutivo y el Legislativo.
El nombramiento de Pinto se produjo tras el rompimiento de acuerdos políticos entre las bancadas del Pacto Histórico y el partido Comunes. Según el senador, la coalición oficialista incumplió los pactos de rotación de la presidencia, lo que permitió que sectores independientes e incluso críticos del Gobierno asumieran el liderazgo.
“El Gobierno no esperaba eso y yo tampoco. Fue una decisión de última hora, viendo el incumplimiento por parte del Pacto con Comunes. Nosotros no teníamos acuerdos con el Pacto Histórico para esos eventos y se tomó la decisión de postular y elegir”, afirmó Pinto.
La elección se da en medio de un ambiente político marcado por la publicación de un decreto del Ministerio de Salud, que busca implementar parte de la reforma de manera inmediata, sin esperar el trámite legislativo.

Pinto calificó esta decisión como un “desafío al Congreso” y sostuvo que el decreto es “abiertamente inconstitucional”, al modificar aspectos estructurales del sistema de salud sin autorización del Legislativo.
“El Congreso no es notario del Gobierno ni empleado del presidente. Nuestra obligación es debatir y aprobar las leyes, no imponerlas a puerta cerrada”, aseguró el nuevo presidente de la comisión.
Pese a la tensión, Pinto expresó su disposición al diálogo con el Ejecutivo para buscar consensos: “Queremos un debate público y abierto. El país necesita saber qué va a pasar con su salud, escuchar a los actores del sistema y a los partidos con representación en el Senado”, agregó.
La pérdida del control de la Comisión Séptima representa un revés estratégico para el Gobierno, pues en este escenario se discutirán los puntos más sensibles de la reforma, en un momento en que la crisis de acceso a medicamentos y atención médica mantiene en vilo a millones de colombianos.
Pinto aseguró que el Congreso continuará con el trámite normal del proyecto, pero advirtió que el decreto del Ministerio de Salud podría terminar siendo anulado por la Corte Constitucional.
“Ese decreto implementa un nuevo modelo en salud por la puerta de atrás. Estamos seguros de que se caerá en la Corte. Por eso seguiremos con el debate como corresponde, porque Colombia necesita una buena reforma, no una imposición”, sentenció.
Con este giro inesperado, la relación entre el gobierno Petro y el Congreso enfrenta un nuevo episodio de confrontación política, mientras la ciudadanía sigue a la espera de soluciones efectivas para la crisis del sistema de salud.