Salud

Menopausia sin vergüenza: la terapia que está devolviendo bienestar a miles de mujeres

Fortalecer el piso pélvico durante la menopausia puede prevenir la incontinencia, aliviar el dolor y mejorar la vida sexual. La fisioterapia se consolida como una herramienta clave para vivir esta etapa con bienestar.

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7 de noviembre de 2025, 7:39 p. m.
La fisioterapia pélvica ofrece una vía efectiva para recuperar el control y bienestar íntimo durante la menopausia.
La fisioterapia pélvica ofrece una vía efectiva para recuperar el control y bienestar íntimo durante la menopausia. | Foto: Getty Images

La llegada de la menopausia no solo marca el fin de la fertilidad, sino también una serie de cambios físicos que muchas veces se silencian, como lo son la pérdida de elasticidad, los escapes de orina o las molestias íntimas.

Sin embargo, la fisioterapia pélvica emerge como una alternativa eficaz y no invasiva para recuperar la fuerza, el placer y la confianza en esta nueva etapa de la vida.

Rompiendo los tabúes de la menopausia

Durante años, los síntomas pélvicos asociados a la menopausia (escapes de orina, molestias durante las relaciones sexuales o sensación de peso abdominal), fueron vistos como una fuerte consecuencia inevitable del envejecimiento.

Pero hoy, la fisioterapia pélvica desafía esta idea y demuestra que el bienestar íntimo puede mantenerse a cualquier edad.

El piso pélvico está conformado pro una serie de músculos, ligamentos y tejidos que sostienen órganos como la vejiga, el útero y el recto.

Con la caída de los niveles de estrógeno durante la menopausia, estas estructuras pierden su tono y elasticidad. Esto no solo afecta a la función urinaria, sino también a la postura, a la estabilidad y a la sexualidad.

¿Cómo ayuda la terapia de piso pélvico en la menopausia?

La fisioterapia pélvica busca reeducar y fortalecer esta red de soporte a través de ejercicios guiados, técnicas de respiración, biofeedback y trabajo de conciencia corporal.

Daniela Zapata, fisioterapeuta especializada en el piso pélvico, que trabaja con mujeres para mejorar su salud íntima y bienestar, busca generar conciencia sobre la importancia de la educación sobre el cuidado del piso pélvico, para todas las edades, como mejora y prevención de la salud integral.

“El piso pélvico puede entrenarse como cualquier otro músculo del cuerpo. Su fortalecimiento previene la incontinencia y mejora la sensibilidad sexual”, explica la fisioterapeuta Daniela Zapata Quintero en entrevista con Red+.

Según la especialista, esta terapia no se limita a tratar síntomas: también promueve una conexión más consciente con el cuerpo. “Durante la menopausia, los tejidos cambian, pero eso no significa pérdida. Con fisioterapia y acompañamiento médico, muchas mujeres recuperan fuerza, placer y confianza”, señala.

Entre los principales beneficios comprobados de la fisioterapia pélvica se encuentran:

  • Reducción de la incontinencia urinaria y fecal.
  • Mejora en la lubricación vaginal y la circulación local.
  • Disminución del dolor pélvico y lumbar.
  • Prevención de prolapsos.
  • Aumento del bienestar sexual y emocional.

Además, a diferencia de los tratamientos farmacológicos, la fisioterapia pélvica no es invasiva y puede aplicarse tanto de forma preventiva como terapéutica. La clave, coinciden los expertos, está en la constancia y en la evaluación personalizada.

Revisar y fortalecer el piso pélvico puede cambiar la calidad de vida de muchas mujeres en la menopausia.
Revisar y fortalecer el piso pélvico puede cambiar la calidad de vida de muchas mujeres en la menopausia. | Foto: Getty Images

Consejos básicos para cuidar el piso pélvico en la menopausia

Daniela Zapata Quintero, fisioterapeuta pionera en Colombia del cuidado del piso térmico, enseña a las mujeres a reconectarse con su cuerpo durante la menopausia a través de la terapia pélvica y para lograrlo, recomienda tener en cuenta los siguientes aspectos:

  1. Hacer ejercicios diarios de activación pélvica: contraer y relajar los músculos del suelo pélvico durante 5 a 10 minutos al día.
  2. Evitar el sedentarismo: el movimiento constante y la buena postura fortalecen la base corporal.
  3. No aguantar las ganas de orinar: esto debilita el control muscular.
  4. Consultar ante cualquier molestia: incontinencia, dolor o sequedad no deben asumirse como “normales”.
  5. Acompañar la fisioterapia con hidratación y control médico hormonal.

Más que una moda médica, la fisioterapia pélvica se consolida como una herramienta de empoderamiento femenino: permite envejecer con dignidad, mantener la autonomía y redescubrir el placer. En palabras de la experta, “la menopausia no es el final del cuerpo, sino el momento de volver a habitarlo con conciencia”.