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¿Cuál es la realidad de las UCI? esto dicen dos médicos expertos

Hace pocos días el presidente de la República aseguró que el 90 % de las unidades de cuidados intensivos en Colombia están libres, pero hay preocupación por lo que está pasando en ciudades como Cartagena.

28 de mayo de 2020

Hoy el registro especial de prestadores de salud es de 5.647 camas UCI (unidad de cuidados intensivos) para adultos, 927 para niños y 1.807 para cuidado neonatal. Según el Ministerio de Salud, en total hay 6.286 UCI, de ellas, 3.647 están ocupadas; 2.639 están disponibles (42%) y 226 las ocupan pacientes con la covid-19 en estado grave, es decir casi el 6% de las UCI del país.

Para conocer la realidad del país en materia de UCI, Semana Noticias habló  con expertos. Con Andrés Aguirre, presidente de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas, quien contó la experiencia en el hospital Pablo Tobón Uribe de Medellín, una de las ciudades que mejores cifras tiene para mostrar por manejo de la pandemia: "cuando se piensa en UCI, se piensa en respiradores, monitores, bombas de infusión y otra serie de elementos, pero hay que repetir que no solo son equipos, sino un equipo humano multidisciplinario, intensivistas, infectólogos, enfermeras, entre otros, para hacer el recurso eficaz".

Según los cálculos del doctor Aguirre, una UCI puede costar, con un buen montaje, cerca de 300 millones de pesos y desocupada cuesta más de 3 millones diarios. En Colombia no hay espacios de cuidados intensivos con altos estándares de calidad: "se crean falsas expectativas, frustraciones, porque el país no estaba preparado y apenas nos estamos desatrasando. Tenemos camas inferiores en cantidad incluso sin pandemia". El país cuenta con 1.5 camas por cada mil habitantes, mientras  la OMS habla de 2.6. "Si de 100 pacientes, 20 requieren hospitalizaciones y 5 ingresan en UCI, al menos una de esas cinco camas del hospital debería estar dedicada para eso y no es así. Ahora corremos con los riesgos sin el recurso humano calificado", dijo el médico.

En Cartagena la situación es aún más desalentadora, según Virgil Carballo, presidente de la Asociación Colombiana de Medicina Interna, quien señaló que los habitantes de esa ciudad no entendieron la gravedad de la enfermedad. Aclara también que de los pacientes, el 80 % permanecerán asintomáticos y el resto serán hopitalizados y un 5 % de los contagiados ingresarán a las UCI de la ciudad amurallada.

"Mientras más enfermos, más probabilidades de tenerlos en UCI. Inicialmente teníamos todo vacío y ahora todo está ocupado y no damos abasto. Tenemos incluso pacientes en ventilación mecánica y los procesos de remisión no son fáciles. Ahora los que están en UCI llegan siempre por dificultad respiratoria severa", dijo el médico, quien advierte que, sin herramientas y personal adecuado, morirá mucha gente: "a las personas no las estan capacitando y los colegas se infectan".

Además según el presidente de la Asociación Colombiana de Medicina Interna, en el caso de la capital de Bolívar, el error no empieza en las UCI, sino en no poder garantizar que no haya pacientes enfermos: "la diferencia estuvo en los cercos epidemiólogicos como lo que hicieron en Medellín. Cada que encuentran un enfermo y lo aíslan, le va mejor. Aquí en Cartagena advertimos del mercado de Bazurto o del barrio Nelson Mandela, pues había cero medidas de control o distanciamiento social y por eso se veía venir. Lo que pasó fue que se desnudó la realidad del sistema de salud. Si no estábamos listos para la normalidad, menos para una pandemia". También aseguró que en esa ciudad las razones de ocupación de cuidados intensivos se deben a eventos coronarios agudos y procesos infecciosos.

Para el doctor Andrés Aguirre la epidemia del país no se comporta de manera homogénea, según demuestran las  estadísticas: "hay lugares sin el primer paciente con covid- 19. Pese a eso, pienso que se debió preparar no solo las capitales sino regionalizar la capacitación. El Gobierno hace un esfuerzo, pero tener un ventilador no es garantía de que nos vaya bien. Las unidades disponibles no serán sostenibles por la forma como está diseñado el sistema de salud".

Por lo anterior, en el hospital Pablo Tobón Uribe, en Medellín, decidieron adoptar sus propias medidas de prevención para salvaguardar la vida de quienes laboran allí: "la categorización y el triage arrancan desde nuestro servicio de urgencias para que el personal no se contagie; aquí en este hospital tenemos las pruebas PCR para nuestro propio personal. La idea es garantizarles que no van a contagiarse y que trabajen tranquilos. Tenemos un área de soporte intensivo y se definieron circulaciones y áreas de no cruce; con gente entrenada hicimos simulaciones. Toda una logística que vale la pena aplicar en otros centros de salud".

El tema de las UCI se cerró con un llamado a la comunidad y al Gobierno nacional por parte del presidente Asociación Colombiana de Medicina Interna para que con los cuidados necesarios no saturen las pocas camas disponibles: "Cuando volvamos a la cotidianidad, tenemos que mirar cada necesidad, siempre evaluando la ocupación de nuestros servicios y nuestras camas; este virus solo entra por ojos, nariz y boca y es lo que hay que proteger sin llevar las manos a esas partes de la cara. Cambiar los hábitos y protegerse con todo el distanciamiento para tener menos enfermos y no recargar el sistema de salud. Ya nada volvera a ser igual. A la fecha no hay medidas de prevención".

Un buen reporte sobre Aleia

Por su parte, el doctor Andrés Aguirre dio un parte de Aleia Quintero, hija de Daniel Quintero, alcalde de Medellín: "Aleia respira por sí misma, sin soporte ventilatorio y sus parámetros metabólicos están mejorando y está muy activa. Se iniciará alimentación materna con su mamá que es fuerte y se le dará de alta mañana; su evolución es satisfactoria. Estamos tranquilos, es el transplante de la niña más pequeña y evoluciona de la mejor manera", dijo.