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POLÍTICA

Lo que dice el decreto que permitirá al Congreso trabajar de manera virtual

La polémica ahora será por los costos en que se incurrirá para implementar todo el sistema que permita adelantar las sesiones.

26 de marzo de 2020

Todo está listo para que el Congreso reanude labores de manera virtual, tal y como lo anunció el presidente Iván Duque hace unas semanas, por cuenta de las medidas de prevención que se han tomado para evitar la expansión del coronavirus en el país.

El decreto, que consta de siete artículos, sencillamente permitirá modificar la forma en que actualmente sesiona el Congreso y abrirá el espacio para que se puedan citar formalmente las comisiones constitucionales y las plenarias de Senado y Cámara.

Un dato histórico es que el legislativo podrá votar por primera vez proyectos de ley virtualmente, siempre y cuando el voto sea nominal y público. “Excepto en los casos en que se decida realizar votación secreta, la votación en las sesiones virtuales solo podrá realizarse de forma nominal y pública. En todos los casos, el mecanismo tecnológico empleado permitirá que se establezca con total transparencia el resultado de la votación, y en los casos de votación pública, además, el sentido del voto, garantizando en todo caso los protocolos de seguridad digital y verificación de usuario”, dice el artículo 2 del decreto que se expedirá en las próximas horas.

Otro artículo del decreto, que seguramente generará un amplio debate en el país, habla de los equipos y mecanismos que se usarán para estas sesiones y todavía no es clara la inversión que se deberá hacer para el trabajo virtual ya que debe haber unas condiciones mínimas de seguridad. Dice así el artículo 4. “Adquisición de recursos tecnológicos. Dentro de los quince (15) días hábiles siguientes a la vigencia del presente decreto legislativo, el Senado de la República y la Cámara de Representantes deberán contratar los equipos, software y/o plataformas necesarias que permitan desarrollar las sesiones de forma virtual, garantizando protocolos de seguridad digital, verificación e identidad de usuario, grabación, conservación y soporte”.

Esto quiere decir que primero se deberá tener claro cuánto costará la adquisición de los equipos y licencias para poder hacer las sesiones virtuales. Para ello, el decreto también tiene previsto que “para dar cumplimiento a lo dispuesto en los artículos anteriores, y con el fin de garantizar los principios de transparencia, legitimidad, legalidad, identidad, pluralidad, decisión por mayorías y de publicidad, los presidentes del Senado de la República y de la Cámara de Representantes instalarán una Mesa Técnica de Articulación, la cual será coordinada por los secretarios generales de cada Corporación y concertada con las bancadas del Congreso de la República, con el fin de establecer de manera clara y precisa, los requerimientos tecnológicos y logísticos que el funcionamiento virtual del Congreso demande”.

En cuanto al reglamento se mantendrán las mismas condiciones con las que sesionan las plenarias y las comisiones según la ley 5ª., es decir que las citaciones deberán hacerse en debida forma y con anticipación; se mantienen las reglas del quorum deliberatorio y decisorio; y las mayorías para tomar decisiones se mantendrán.

En el decreto queda claro que esta excepción solamente se podrá adelantar cuando se declare un estado de excepción por parte del Gobierno nacional y cuando pase la crisis sanitaria por el coronavirus los congresistas deberán asistir presencialmente a las sesiones.

Lo cierto es que mientras se hacen las adecuaciones necesarias y se tienen los costos claros sobre la inversión, se podrán hacer sesiones informales, reuniones de bancadas o audiencias públicas. Esto quiere decir que el estimado es que para la primera semana de abril esté todo listo para las sesiones virtuales del Congreso.

Este decreto ya empieza a generar dudas. Por ejemplo, el senador Armando Benedetti, del Partido de La U, indicó que aunque firmó la carta para que el legislativo trabajara de manera virtual, ahora debe haber claridad de cuánto dinero se invertirá en la adecuación del sistema.

“El pueblo colombiano está reclamando la presencia del Congreso en estos momentos de crisis, pero si la inversión es millonaria es mejor usar esos recursos para ayudar a quienes están afectados por la cuarentena. Hay que saber los costos reales de la inversión que se hará y allí debemos evaluar”.

Entre tanto la senadora Angélica Lozano, es partidaria de que se reanuden las sesiones presenciales como se está haciendo en otros países del mundo que también tienen afectaciones por el coronavirus. “Trabajan los empleados de notarías, call center, mineras desde oficina hasta canteras, menos el Congreso. ¿Muy riesgoso que se reúnan las comisiones que son recintos hasta para 37 personas?”, dijo la legisladora.

En medio de este panorama en las próximas horas el Gobierno firmará el decreto que dará vida a las sesiones virtuales del Congreso.