
Identidad cultural
Cuando la música se convierte en herramienta de transformación social
Julieth Peraza, CEO de la Fundación Cocha Molina, comparte cómo el vallenato trasciende la música para convertirse en un motor de identidad cultural, inclusión y transformación social que abre oportunidades a comunidades en Colombia.
El vallenato es más que tradición. Así lo entiende la Fundación Cocha Molina, que bajo el liderazgo de su CEO, Julieth Peraza, ha convertido la música en un medio para generar oportunidades en comunidades diversas de Colombia.
“En la Fundación Cocha Molina creemos que la cultura es un derecho y que la música puede transformar realidades”, afirma Peraza, quien asegura que la misión de la organización es dignificar, preservar y proyectar el vallenato como un lenguaje de identidad y memoria.
Uno de los ejes del trabajo de la fundación es la diversidad. Según la directiva, este género musical no reconoce fronteras y logra conectar a niños, jóvenes, mujeres y comunidades rurales y urbanas que encuentran en él una forma de expresarse y construir futuro. “Para nosotros, la diversidad no es un concepto, es una práctica diaria que nos invita a reconocer el talento y los sueños de cada persona”, explica.
La inclusión es otro componente clave. La fundación ha abierto espacios de formación y participación para que nadie quede por fuera. Un ejemplo de ello es la historia de Reider, un joven de La Guajira con discapacidad visual que aprendió a tocar acordeón gracias a los programas de la entidad. Para Peraza, este tipo de experiencias son la mejor muestra de que “cuando se abren oportunidades, los límites desaparecen”.
Uno de los principales desafíos identificados por la organización es la conectividad en regiones apartadas. Para superarlo, la fundación ha desarrollado alianzas que permiten llevar su simulador virtual Huellas del Maestro a más territorios. Con esta herramienta, niños y jóvenes pueden formarse en la tradición vallenata sin importar dónde se encuentren.
La equidad también hace parte de la estrategia. La fundación busca garantizar que mujeres, hombres, personas con discapacidad y comunidades diversas tengan las mismas oportunidades de acceso a la cultura, derribando barreras históricas y abriendo caminos de participación.
Con esta apuesta, la Fundación Cocha Molina reafirma que la música es una herramienta de transformación social. “El vallenato es más que tradición: es identidad, inclusión y propósito”, concluye Peraza.