Tecnología
Apenas ingrese al cajero automático, fíjese bien en este detalle antes de retirar el dinero para no ser víctima de estafa
Hoy en día, los ciberdelincuentes actúan con el máximo sigilo para lograr que sus fraudes y estafas pasen desapercibidos y se ejecuten con éxito.
Siga de cerca las tendencias en tecnología y ciencia en Discover

Uno de los peligros más latentes en los últimos años es el enorme crecimiento de la actividad de los ciberdelincuentes. El rápido avance tecnológico les ha permitido manipular herramientas a su antojo para engañar a los usuarios.
Su objetivo principal es obtener datos personales —como contraseñas, números de tarjetas bancarias u otra información sensible— que les permita ejecutar diversos delitos informáticos, entre ellos estafas y fraudes que pueden afectar gravemente a las víctimas.
Por ejemplo, aunque los cajeros automáticos están diseñados para ser seguros y las entidades financieras trabajan constantemente en fortalecer sus medidas de privacidad, los delincuentes siempre encuentran nuevas formas de alterar su funcionamiento. Estos equipos, ampliamente utilizados para realizar trámites como retirar dinero, se han convertido en un blanco frecuente de estas bandas.

En ese sentido, es importante comprender que los criminales son cada vez más astutos y emplean técnicas avanzadas. Una de las más comunes es la estafa de los skimmers en cajeros automáticos. Pero ¿en qué consiste y cómo opera este método?
De acuerdo con staysafeonline.org, los delincuentes instalan dispositivos falsos sobre la ranura donde se inserta la tarjeta o en otras partes del cajero, con el fin de copiar la información almacenada en la banda magnética. Los skimmers se han convertido en una de las modalidades de fraude más comunes, ya que permiten robar datos financieros sin que las víctimas lo perciban.
A simple vista, estos artefactos suelen pasar desapercibidos, pues están diseñados para imitar perfectamente la apariencia del cajero original. Además de duplicar los datos de la tarjeta, los estafadores suelen colocar cámaras ocultas o teclados falsos que registran la clave personal del usuario, lo que les permite retirar dinero o realizar transacciones fraudulentas posteriormente.
Con el paso del tiempo, estas técnicas se han perfeccionado, permitiendo que los criminales actúen con mayor sigilo. Por eso es fundamental estar atentos a cualquier detalle que parezca fuera de lugar para mantener a salvo las cuentas bancarias.

Según explica dos.ny.gov, una de las primeras recomendaciones es revisar cuidadosamente el cajero antes de insertar la tarjeta. Fijarse en cómo está compuesto el dispositivo puede marcar la diferencia.
Es importante observar si hay cables extraños sobresaliendo o piezas que no parezcan parte de la estructura original; esto puede ser un indicio claro de manipulación. En caso de detectarlo, lo más recomendable es no realizar la transacción, informar a las autoridades competentes y optar por otro cajero.
También es clave verificar si el lector de tarjetas tiene un color o material diferente al habitual, dado que esto puede ser una señal de alerta. Aunque estos detalles parezcan insignificantes, prestarles atención puede evitar que no solo su cuenta bancaria resulte comprometida, sino también la de muchas otras personas.


