Ciencia

Investigación científica reveló la razón por la que los seres humanos experimentan ilusiones ópticas

Un estudio reciente sugiere que las ilusiones ópticas podrían originarse en la retina y no en el cerebro.

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17 de septiembre de 2025, 1:57 a. m.
La percepción engañosa de un túnel en expansión tendría su raíz en los ojos, no en el cerebro, según nueva investigación.
La retina, y no el cerebro, sería el punto de partida de las ilusiones ópticas, según nuevos estudios. | Foto: Getty Images

Una nueva investigación revela que el origen de las ilusiones visuales podría estar en la retina, no en el cerebro, revolucionando nuestra comprensión sobre cómo percibimos la realidad.

El enigma del agujero que se expande

Antes de que pregunte, no, no es un GIF ni ningún truco digital sofisticado. Solo un fondo blanco con puntos negros y una mancha oscura difusa en el centro. Sin embargo, lo que provoca al observarla es todo menos simple.

La ilusión del agujero negro en expansión se origina en la retina, no en interpretaciones cerebrales.
La clave del “agujero en expansión” estaría en los ojos, según nueva evidencia científica. | Foto: Lucie Senn/Laeng, Nabil, Kitaoka

Al mirarla fijamente, muchos sienten que el agujero negro comienza a expandirse, aunque curiosamente solo alrededor del 80 % de las personas experimentan el efecto completo, como si el ojo y el cuerpo se precipitara hacia un túnel infinito.

Esta ilusión óptica, conocida como “agujero en expansión”, va más allá de engañar tu vista: también hace que tus pupilas se dilaten involuntariamente, un fenómeno que ha fascinado tanto a científicos como al público desde su descubrimiento.

La respuesta que desafía a la lógica

En 2022, investigadores de la Universidad de Oslo (Noruega), y la Universidad Ritsumeikan (Japón) revelaron que la ilusión es tan fuerte que logra engañar incluso a los reflejos visuales automáticos.

Como informó en su momento DW, la mayoría de las personas expuestas a esta imagen, un 86%, afirmó ver cómo el agujero se agrandaba y sus pupilas reaccionaron dilatándose.

Un modelo preliminar revela que las ilusiones no nacerían en la mente, sino en la retina.
La ilusión del "agujero en expansión" (izquierda) crea sensación de adentrarse en un túnel oscuro, mientras su versión invertida o "agujero blanco" (derecha) provoca el efecto contrario, contrayendo las pupilas como ante una luz brillante. | Foto: Nematzadeh et al., arXiv (2025)

Lo curioso es que esta reacción no responde a la luz real, sino a una “luz imaginada”. “Aquí mostramos, basándonos en la nueva ilusión del ‘agujero en expansión’, que la pupila reacciona a cómo percibimos la luz, incluso si esta ‘luz’ es imaginaria como en la ilusión”, explicó entonces Bruno Laeng, psicólogo y autor principal del estudio original, publicado en Frontiers in Human Neuroscience.

El hallazgo revolucionario: todo ocurre en la retina

¿Pero qué está pasando realmente? Un estudio preliminar publicado en ArXiv, aún pendiente de revisión por pares y difundido por New Scientist, sugiere algo sorprendente: la ilusión no nacería en el cerebro, sino que podría originarse directamente en los ojos.

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Hasta ahora, se pensaba que la ilusión estaba relacionada con el cerebro interpretando el agujero negro como una entrada a un túnel tridimensional. Pero el nuevo estudio de principios de este año liderado por Nasim Nematzadeh, de la Universidad Flinders en Adelaida, Australia, apunta en otra dirección: la retina.

El mecanismo detrás del engaño visual

Nematzadeh modeló cómo las células ganglionares, las que nos permiten percibir contrastes y adaptarnos a distintos niveles de luz procesan la información. Lo interesante es que, además de enviar datos al cerebro, también transmiten señales a sus vecinas. Así, según el modelo, esta interacción genera un efecto de “contagio” de oscuridad que se extiende más allá del agujero central de la imagen, provocando la ilusión de expansión.

“Las células vecinas están de alguna manera contribuyendo a la percepción de lo que vemos”, afirmó Nematzadeh en New Scientist. “Está cambiando todo el tiempo”.

En otras palabras, al identificar el centro oscuro, las células ganglionares inducen a las vecinas a señalar más sombra de la que hay en realidad. El resultado es que el área negra parece crecer más allá de sus límites.

Una explicación más precisa y comprobable

Para el neurocientífico Jolyon Troscianko, de la Universidad de Exeter, esta explicación representa un avance porque es más concreta y comprobable que las teorías anteriores basadas en mecanismos cognitivos de alto nivel.

“Si se te ocurre una explicación que depende del procesamiento visual bastante temprano en tu cerebro, entonces eso es –para mí– más útil”, afirmó a New Scientist.

La retina gana protagonismo en la explicación de fenómenos visuales que antes se atribuían al cerebro. | Foto: Archivo Particular

Aplicaciones más allá de la ilusión óptica

Este modelo no solo ayuda a comprender mejor una ilusión óptica. Troscianko sugiere que podría aplicarse a otros fenómenos visuales en la naturaleza: patrones en las alas de mariposas, rayas de cebras, o incluso cómo percibimos camuflajes.

Laeng, por su parte, ya había anticipado que los reflejos pupilares provocados por ilusiones podrían usarse para explorar otras funciones cognitivas, como la imaginación visual. Por ejemplo, un estudio de 2022 vinculó estos cambios en la pupila con condiciones como la afantasía, la incapacidad de visualizar mentalmente imágenes.

No todos ven lo mismo

Curiosamente, no todas las personas experimentan la ilusión. En el estudio noruego, un 14 % de los participantes no vio ninguna expansión cuando el agujero era negro, y un 20 % no la percibió con versiones de colores.

Además, la respuesta fisiológica, es decir, el cambio en el diámetro de la pupila, variaba según cuán intensamente cada persona decía percibir el efecto.

Una ventana al funcionamiento visual complejo

Como informó previamente DW, este tipo de ilusiones no son solo curiosidades visuales: abren una ventana al funcionamiento complejo de nuestro sistema visual, que no actúa como una simple cámara que mide la luz, sino como un sistema de predicción sofisticado e influido por la percepción, la atención y hasta la imaginación.

*Con información de DW.