Ciencia
Señal del cometa 3I/ATLAS, sigue el debate a nivel mundial: ¿mensaje extraterrestre o simple fenómeno natural?
El paso del cometa 3I/ATLAS sigue generando interpretaciones opuestas sobre su origen.
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La llegada del cometa 3I/ATLAS al registro científico despertó una ola de hipótesis y teorías que rápidamente se extendieron por las redes sociales.
Desde su descubrimiento en julio, tanto las redes sociales como científicos alimentaron teorías que iban desde diferentes objetos hasta posibles señales ajenas a la Tierra.
Con el paso de los días, estas especulaciones crecieron al ritmo de nuevas fotografías y lecturas que para muchos, generaban dudas sobre su verdadero origen.
En paralelo, la comunidad científica se dedicó a revisar cada registro disponible. Varios de los comportamientos que llamaron la atención del público, fluctuaciones en su brillo, aparentes desviaciones o patrones extraños en su movimiento, terminaron teniendo explicaciones más sencillas de lo que inicialmente se pensó.
¿Qué fue realmente la señal atribuida al cometa 3I/ATLAS?
La recepción de una señal de radio asociada al cometa 3I/ATLAS abrió un debate inmediato sobre su procedencia. El registro obtenido por el radiotelescopio MeerKAT el cual mostró un patrón que llamó la atención por su fuerza y por la forma en que apareció pocos días antes de que el cometa alcanzara su punto más cercano al Sol.
Expertos aclararon que la señal detectada corresponde a la presencia de moléculas de hidroxilo (OH), un comportamiento típico cuando el hielo del cometa se calienta y libera compuestos que interactúan con la luz solar.

Este tipo de absorciones se produce cuando el gas desprendido por el cometa modifica el espectro electromagnético en torno a él. Aunque el hallazgo alimentó especulaciones entre el público, investigadores recordaron que se trata de un proceso bien documentado.
Incluso se prevé que en marzo de 2026, cuando 3I/ATLAS se acerque a la órbita de Júpiter, la misión Juno vuelva a buscar señales similares en rangos más bajos, con el fin de continuar estudiando su evolución.
Qué dicen los observatorios sobre su naturaleza
Las instituciones especializadas fueron desmontando, una a una, las teorías más extremas. El NOIRLab, uno de los centros que ha seguido al objeto con mayor detalle, señaló que el cuerpo celeste es totalmente natural y que su paso ofrece valiosa información sobre materiales que pudieron surgir antes que nuestro propio sistema solar.

“Es un cometa natural con una trayectoria hiperbólica, un brillo inusual y una composición que ofrece pistas sobre la formación de sistemas planetarios más antiguos que el nuestro”, indicó el laboratorio.
Otras dudas que circularon en redes como la idea de que no se hubiese fragmentado o que hubiera cambiado de curso quedaron descartadas tras nuevos análisis.
Según explicaron los astrónomos, lo que muchos interpretaron como maniobras eran en realidad efectos visuales producidos por chorros de gas expulsados desde su núcleo, un fenómeno habitual en este tipo de cuerpos.
“Un cometa de aspecto normal y saludable”
Voces científicas generaron mayor atención en relación al 3I/ATLAS, una de ellas fue la del físico teórico Avi Loeb, conocido por sus posturas poco convencionales como también por sus diferentes hipótesis de este objeto.
Loeb planteó que el objeto podía tratarse de una tecnología proveniente de otro sistema estelar, sin embargo, su planteamiento no encontró apoyo entre los equipos que observaron al cometa desde distintos puntos del planeta.

Desde el Observatorio Lowell, el astrónomo Qicheng Zhang aclaró que todo lo visto hasta ahora coincide plenamente con lo esperado de un cometa activo.
“Las imágenes muestran un cometa de aspecto normal y saludable”, afirmó Zhang.
Al final, la conclusión general fue unánime: 3I/ATLAS no trae mensajes ocultos ni comportamientos extraordinarios, sino una oportunidad científica única para comprender mejor cómo se formaron otros rincones del cosmos.

