Turismo
El parque ecológico, cerca a Bogotá, que ofrece la posibilidad de participar en jornadas de siembra de árboles nativos
Es uno de los mejores atractivos de un mítico pueblo de Cundinamarca, situado a unos 50 kilómetros al este de Bogotá.
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Explorar los diferentes municipios de Cundinamarca, significa emprender un viaje lleno de sorpresa y rincones que atraen, especialmente, a los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre.
Este departamento, gracias a su privilegiada ubicación y la exuberante vegetación que lo rodea, cuenta con diferentes parques ecológicos que combinan historia, naturaleza y aventura, muchos de ellos cercanos a Bogotá.
Uno de ellos, ideal para quienes buscan respirar aire puro sin alejarse demasiado de la ciudad, es el Parque Ecológico Matarredonda, un sitio donde es posible realizar actividades como caminatas y observación de aves, señala la Gobernación de Cundinamarca en su sitio web.
Entre los planes o servicios que ofrece este refugio natural perfecto para la aventura y la tranquilidad al aire libre, ubicado en el corazón de Choachí, se destaca la posibilidad de participar en jornadas de siembra de árboles nativos.
Con un llamado para ser parte activa de la recuperación del ecosistema del páramo, desde su sitio web este parque indica que con esta actividad el objetivo es “dejar una huella verde para las futuras generaciones”.
Además, se brindan visitas a lagunas ancestrales, avistamiento de fauna y caminatas guidas o libres por senderos mágicos. Durante estos recorridos la idea es aprender sobre la flora, fauna y ecosistemas del páramo, gracias al acompañamiento de guías ecológicos capacitados para brindar una experiencia segura, informativa y enriquecedora.
Para los amantes de la aventura, del silencio que envuelve a la montaña y de los desafíos que solo la naturaleza puede ofrecer, el parque ofrece recorridos de senderismo diseñados especialmente para vivir una experiencia inolvidable.
Cada ruta invita a adentrarse en paisajes únicos, subir por antiguos caminos ancestrales que guardan historias milenarias y sentir la conexión con la tierra en cada paso mientras que, a medida que se avanza, se descubre la majestuosidad del páramo, un ecosistema vital y lleno de vida, donde la neblina, los frailejones y el aire puro crean un escenario revitalizante.
De esta manera, más allá de hacer turismo, con estas experiencias ecoturísticas se invita a explorar la naturaleza con respeto, contribuir en su conservación y vivir una aventura cargada de aprendizajes sobre la importancia de los ecosistemas que conforman este lugar.
Lo mejor de todo es que estos planes se pueden hacer cualquier día de la semana en familia, incluyendo incluso a ese amigo de cuatro patas, ya que desde su página web indican que se permite el ingreso de mascotas.