Turismo
El pueblo boyacense cuyo nombre significa ‘tierra blanca’, un histórico destino donde las arepas de maíz y queso son famosas
Este municipio se encuentra a una hora de Tunja, capital del departamento.
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Boyacá alberga en su territorio 123 municipios que les ofrecen a los viajeros diferentes posibilidades turísticas que vale la pena explorar, pues las hay para todos los gustos.
Este departamento que combina historia, cultura, tradición, gastronomía y belleza natural también se ha consolidado como un lugar ideal para visitar en una temporada de vacaciones y uno de los municipios que puede explorarse es Ramiriquí, que proviene de la palabra Rumirraque, que en lengua indígena significa ‘tierra blanca’.
Este municipio se extiende sobre las estribaciones de la Cordillera Oriental y es un destino en el que se aprecian lindos paisajes en medio de montañas y fuentes hídricas. El Sistema de Información Turística de Boyacá (Situr) indica que allí destaca las cuchillas de El Ermitaño y Las Coloradas, los altos de Redondo y la Cruz, y la serranía de Pata de Gallo. Es un territorio rico también en afluentes como los ríos Guayas y Jenesano.

Ramiriquí es la capital de la provincia de Márquez y se encuentra a 37 kilómetros de Tunja, capital del departamento y uno de los principales atractivos es su gastronomía.
De acuerdo con Situr, allí son famosas las arepas de maíz y queso, un producto que disfrutan tanto propios como foráneos. Esta es una buena razón por la que en este municipio boyacense se celebra el Festival Internacional del Maíz, el Sorbo y la Arepa, un encuentro cultural en el que los viajeros tienen la posibilidad de vivir una experiencia diferente, llena de tradición en la que el arte y la música son protagonistas.
Sin embargo, la arepa no es lo único para disfrutar allí. En este destino también se degusta chanfaina, cocido boyacense, mazamorra chiquita, almojábana, chicha y masato, entre otros platos típicos.
Lugares turísticos
Adicionalmente, Ramiriquí cuenta con atractivos turísticos en los que destacan los petroglifos inscritos en piedras, el Alto de la Cruz, la capilla del Señor de los Tunos, el puente Camacho, la cueva del Guacamayo y la Piedra de los Mil Huecos.
Lo anterior, sumado a los afluentes hídricos anteriormente mencionados, que atraviesan el municipio, aportando belleza natural a su paisaje.
En el parque principal del pueblo están las efigies de José Ignacio de Márquez, presidente de la República (1837 y 1841) y primer presidente de estirpe boyacense, así como del ciclista Mauricio Soler.

De acuerdo con Situr, la economía del municipio se mueve con base en la ganadería y los cultivos de maíz, papa, arracacha, hibias, frijol y hortalizas. Allí también son famosas las artesanías hechas en fique, especialmente ruanas y alpargatas.
Por sus calles se puede disfrutar de la tranquilidad de este lugar, mientras se conoce de sus costumbres y tradiciones al hablar con sus habitantes y conocer historias que llevan al pasado de una población que fue la primera capital de los zaques
Datos históricos
Se dice que a la llegada de los españoles, el territorio que hoy ocupa el municipio se encontraba habitado por indígenas muiscas, quienes eran gobernados por el cacique Rumirraque, nombre que sería reemplazado por el actual.
El primer evangelizador en llegar a este lugar fue el dominico Fray Pedro Durán, quien elevó la primera parroquia y rigió la fundación del caserío (1541). Años después, la población de Ramiriquí participó en el movimiento comunero, y en 1905 se elevó a capital de la provincia de Márquez.


