Vehículos
Cinco poderosas marcas de carros, a juicio por nuevo capítulo del ‘Dieselgate’: podría aumentar el número de involucradas
Los fabricantes son sospechosos de haber manipulado vehículos para superar los controles antipolución; por este caso, Volkswagen ya fue condenado.
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Un alto tribunal británico comenzó este lunes un juicio a cinco grandes fabricantes de automóviles por el escándalo mundial de los vehículos diésel trucados, un proceso cuyas conclusiones podrían imponerse a otros constructores en el país.
Los franceses Renault y Peugeot-Citroën, el alemán Mercedes, el japonés Nissan y el estadounidense Ford son los grupos acusados en este juicio que durará tres meses ante el Tribunal Superior de Londres.
Las cinco marcas niegan las acusaciones
El escándalo del diésel salpicó a numerosos fabricantes, sospechosos de haber manipulado vehículos para superar los controles antipolución, especialmente respecto a las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx).

La polémica llevó a la apertura de causas judiciales contra fabricantes en numerosos países como Alemania, Francia, Estados Unidos o Corea del Sur.
Volkswagen reconoció en 2015 haber comercializado más de 11 millones de vehículos en el mundo equipados con un software que detectaba las fases de prueba para reducir emisiones.
La empresa alemana tuvo que pagar casi 35.000 millones de dólares en multas y compensaciones, especialmente en Estados Unidos, donde la normativa medioambiental es más estricta.
Juzgado en 2020 en Reino Unido, el fabricante alemán fue declarado culpable por el Tribunal Superior de Londres de haber instalado un “software fraudulento”.
En aquel caso, Volkswagen, sin reconocer su responsabilidad, puso fin a los procedimientos en 2022 mediante un acuerdo amistoso de unos 258 millones de dólares.
Pero el caso “es mucho más amplio y afecta a casi todos los fabricantes” que venden autos en Reino Unido, afirma a la AFP Martyn Day, del bufete de abogados Leigh Day, principal representante de los demandantes.
El resultado del juicio podría sentar jurisprudencia y aplicarse a otros fabricantes que enfrentan denuncias en Reino Unido. En total, 1,6 millones de conductores reclaman compensaciones en el país, según el bufete.
De este modo, Volkswagen-Porsche, Vauxhall-Opel, Jaguar Land Rover, BMW, FCA-Suzuki, Volvo, Hyundai-Kia, Toyota y Mazda podrían verse obligados a pagar indemnizaciones basadas en la decisión del juez.
Consultados por la AFP, Ford y Mercedes rechazan las “acusaciones infundadas”. Renault y Stellantis, la empresa matriz de Peugeot y Citroën, aseguran que los vehículos vendidos eran todos “conformes” con la normativa, mientras que Nissan no quiso pronunciarse

Otro escándalo en el Reino Unido
El banco británico Lloyds ha aprovisionado 800 millones de libras, unos 1065,43 millones de dólares, adicionales para hacer frente a los posibles costos de compensación de un escándalo financiero relacionado con la venta de vehículos, lo que elevaría la partida destinada a tal fin hasta los 1.950 millones de libras, lo que equivale a 2.253 millones de dólares.
Según ha informado el banco mediante una nota de prensa, la cifra de 800 millones obedece a la “mayor probabilidad” de tener que responder a más casos de ciudadanos a los que se les repercutió sobrecostos por préstamos para la adquisición de autos entre abril de 2007 y noviembre de 2024.
La Autoridad de Conducta Financiera (FCA) del Reino Unido informó la semana pasada de que el programa de compensación podría alcanzar los 14.649 millones de dólares entre todas las entidades responsables, aunque, potencialmente, podría escalar hasta los 16.514 millones de dólares.
Lloyds ha indicado que revisará los términos del plan de la FCA al entender que la medición realizada para cuantificar las compensaciones no refleja las “pérdidas reales” de los afectados.

“El grupo mantiene su compromiso de garantizar que los clientes reciban una compensación adecuada cuando hayan sufrido pérdidas. Sin embargo, el grupo no cree que la metodología de compensación propuesta en el documento de consulta refleje la pérdida real sufrida por el cliente”, ha explicado Lloyds.
“Tampoco cumple el objetivo de garantizar que los consumidores sean compensados de manera proporcional y razonable cuando se haya demostrado el perjuicio”, ha añadido.