Vehículos
Las cuatro cosas que sí o sí debe tener en cuenta a la hora de comprar un carro usado: evite dolores de cabeza por confiado
Muchas veces, por ahorrar algo de dinero y apostarle a una supuesta oferta, comprar un carro usado puede traer hasta problemas legales.
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A la hora de comprar un vehículo, acudir al mercado de los usados es una alternativa que contemplan la mayoría de personas interesadas en adquirir un auto o renovar el modelo que tiene.

Sin embargo, dentro de este ecosistema hay varias opciones que se pueden contemplar y que pueden brindar o no seguridad a la hora de realizar un negocio en el que se invertirá una buena cantidad de dinero.
Comprar a un particular: un acto de buena fe
Los vendedores de carros usados suelen utilizar plataformas de compra y venta y redes sociales para promocionar los vehículos que tienen a disposición; si bien hay personas honradas que publican autos con fotografías y descripciones reales en las que advierten sobre el desgaste o daño de algunos componentes o indican que el vehículo tiene choques delicados en su historial, hay quienes solo buscan su beneficio y omiten este tipo de información.
Este es uno de los mayores temores al realizar negocio entre particulares, pues el desconocimiento por parte del comprador en temas de mecánica puede ser aprovechado por personas que buscan sacar ventaja y estafar a quien quiere adquirir el vehículo.
Otro de los temas delicados a la hora de comprar un carro a un particular tiene que ver con la forma de pago, la cual debe ser coordinada por ambas partes y con un método que evite estafas o robos, algo bastante común a la hora de entregar el bien y esperar el pago.
Compra en un concesionario: previos vs. tranquilidad
Esta es otra de las alternativas que hay sobre la mesa; si bien en la anterior el precio puede ser mucho más llamativo que en un concesionario, aquí el comprador puede tener un poco más de tranquilidad, pues encontrará vehículos que fueron previamente revisados y que estarán en una condición óptima para su disfrute.

De igual forma, los temas de seguridad son mucho más estrictos y el vendedor, por lo general, realiza los trámites ante los organismos de tránsito con el fin de asegurar la venta, de que el pago se realice de forma correcta y de que el traspaso se haga de la forma debida para evitar inconvenientes.
Peritaje: le puede evitar un dolor de cabeza
El peritaje es clave para evitar dolores de cabeza; según los expertos de El Vagón Automotriz, esta práctica permite al comprador conocer la procedencia del vehículo, saber si tiene problemas legales o reclamaciones, si ha estado involucrado en algún acto ilegal o si tiene daños mecánicos o reparaciones que no han sido advertidos.

No realizar el peritaje, por el contrario, es un acto de buena fe que puede jugar en contra de la inversión y de la tranquilidad del comprador; en el corto plazo puede enterarse que el vehículo adquirido es robado, tiene partes robadas, es objeto de embargo o está en proceso de sucesión.
Traspaso abierto: una práctica nada recomendable abierto:
Este es otro pecado que cometen los compradores y vendedores; este documento es clave para librarse de cualquier responsabilidad por algún acto en el que se vea involucrado el vehículo.
Si no se realiza el traspaso, quien debe responder por cualquier accidente, delito o hasta atentados en el que se vea involucrado el auto será quien figure como dueño ante las autoridades de tránsito, por eso es clave sellar el negocio con el traspaso en orden.