El jugo de esta fruta es agridulce por su gran componente cítrico.
El jugo de esta fruta puede ayudar a mejorar la presión arterial. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Vida moderna

¿Cómo preparar el tomate de árbol para reducir el colesterol?

Algunos estudios demuestran que esta fruta también es una aliada para las personas que han sido diagnosticadas como hipertensas.

Redacción Semana
13 de febrero de 2024

Entre la inmensa variedad de alimentos que existen en la naturaleza muchos de ellos tiene propiedades que pueden ayudar en uno o en varios problemas de la salud. Un ejemplo de esto es el tomate de árbol, una fruta con múltiples beneficios.

De hecho, un estudio publicado en la Librería Nacional de Medicina (NIH por sus siglas en inglés) encontró que un grupo de personas después de consumirlo a diario por 6 semanas experimentaron cambios positivos.

“Se encontró un 67 % de obesidad abdominal, disminuyendo en un 53 % luego de ingerir la dosis establecida de jugo. El 87 % de los voluntarios, antes del tratamiento, presentaban hipercolesterolemia, el 40,7 % y el 46,3 % tenían hipertrigliceridemia y LDL elevado, respectivamente; mientras que el 18,5 % concentraciones de glucosa entre 98-130 mg/dL”.

Jugos de fruta
Jugo de tomate de árbol. | Foto: Getty Images

Respecto a los niveles de colesterol, la investigación arrojó que “en general, las concentraciones de Colesterol Total, LDL y glucosa disminuyen significativamente después de beber jugo de tomate de árbol en todos los voluntarios con o sin sobrepeso”.

¿Cómo preparar el tomate de árbol para bajar el colesterol?

Lo primero que se viene a la mente cuando se habla de esta fruta es un jugo. Sin embargo, tomarlo así puede resultar monótono. Es por esto que, para obtener sus beneficios, también se recomienda consumirlo en fruta por lo menos una vez al día.

Otra de las formas en las que se puede consumir este fruto es a manera de salsa y ponerla como complemento a una ensalada ya sea de frutas, verduras o hasta con ingredientes como pastas, carnes o legumbres.

El tomate de árbol es una fruta que contiene vitaminas y minerales necesarios para el fortalecimiento del cuerpo.
El tomate de árbol es una fruta que contiene vitaminas y minerales necesarios para el fortalecimiento del cuerpo. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Té para controlar el colesterol, prevenir dolores de cabeza y eliminar la ansiedad

Por otro lado, las hojas de laurel son bastante conocidas en el mundo culinario por ser de las mejores hierbas para complementar platos gourment, ensaladas, infusiones y postres. Sin embargo, muy pocas personas conocen sus virtudes para la salud en general.

De acuerdo al magacín Mundo Deportivo, en su sección de salud y bienestar, este ingrediente ayuda a eliminar líquidos del organismo y acelerar el metabolismo, ya que es un diurético natural. De hecho, se utiliza bastante en las dieta para bajar de peso y su consumo diario es ideal para desintoxicar el cuerpo.

Ahora bien, los extractos de las hojas secas del laurel contienen aceites esenciales como el cineol y polifenoles con actividad antioxidante que ayudan a regular el colesterol sanguíneo, disminuyendo el colesterol “malo” o LDL y triglicéridos, aumentando el colesterol “bueno” o HDL, según el portal de salud, Tua Saúde.

Además, es muy beneficioso para prevenir problemas cardiovasculares, como aterosclerosis, infarto de miocardio o derrame cerebral.

Sin embargo, no se recomienda sin haberlo consultado antes con un médico. Hay que tener cuidado porque inhalar este humo con regularidad puede llegar a provocar alucinaciones.

¿Cómo preparar el té de laurel?

El té es una óptima alternativa para aprovechar todos los beneficios de las hojas del laurel, siendo considerado una buena opción para la mala digestión, el colesterol, la ansiedad y estrés.

  • 1 hoja de laurel seca.
  • 1 taza de agua hirviendo.

Preparación:

  • Para preparar el té, se debe llevar el agua a ebullición, apagar el fuego, colocar la hoja de laurel y dejar reposar alrededor de 10 minutos, e inmediatamente después beberlo.
  • Este té puede ingerirse de 3 a 4 veces por día.