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La verdura milagrosa: controla el colesterol y desintoxica el hígado
Las verduras son un grupo de alimentos infaltables para el organismo, son ricas en antioxidantes, vitaminas, entre otros compuestos que ayudan a eliminar el colesterol y cuidar los órganos.
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El colesterol, según los expertos, es utilizado por el cuerpo para construir partes importantes de las células y fabricar ciertos jugos gástricos.
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No obstante, cuando el colesterol se encuentra alto durante un tiempo prolongado, genera en las personas serios problemas para la salud, teniendo en cuenta que puede generar obstrucción de las arterias.
Por lo tanto, si las arterias se llegan a obstruir, puede originar en la persona un infarto de miocardio (ataque al corazón), así como accidentes cerebrovasculares, sumado a la mala circulación en las piernas (enfermedad arterial periférica) que empieza a padecer quien tenga el colesterol alto.
Es de anotar que, aunque el colesterol alto se puede tratar con ejercicio, modificando la dieta y tomando medicamentos recetados por un médico, especialmente porque las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en el mundo, superando cualquier tipo de cáncer y el Sida.
Los profesionales de la salud destacan la importancia de involucrar frutas y verduras en la dieta, ya que estas contienen antioxidantes, minerales y vitaminas que puede prevenir determinadas; además, mantienen de manera saludable a todos los órganos del cuerpo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir cinco porciones de fruta al día intercalándolas con verduras; es decir que se puede ingerir una porción de fruta en el desayuno, en las onces de la mañana y de la tarde; y acompañar el almuerzo y la cena con una porción de verduras. La cantidad adecuada para cada persona la determinará un nutricionista.
Por otro lado, de acuerdo con Mejor con Salud, existe un vegetal que ayuda a limpiar las arterias y regular el colesterol. Se trata del brócoli, que es rico en vitamina K, la cual ayuda a asimilar el calcio en los procesos orgánicos. Además, aporta mucha fibra, lo que ayuda a eliminar los desechos del organismo.
También se destacan otros alimentos que gracias a sus minerales y vitaminas ayudan mejorar el funcionamiento de los riñones.
- Ajo: es rico en antioxidantes y tiene la capacidad de combatir los radicales libres, disminuir los niveles de colesterol, reducir la presión sanguínea y mejorar el flujo sanguíneo.
- Aceite de oliva: es un aceite muy versátil que se recomienda para la salud cardíaca en general. Sin embargo, es recomendable llevar un consumo moderado por su aporte de calorías.
- Aguacate: aporta ácidos grasos esenciales, evita la oxidación de la grasa acumulada en las arterias y ayuda a reducir el colesterol.
- Avena: es un alimento saciante que aporta mucha energía y tiene propiedades para neutralizar la capacidad del colesterol de pegarse a las paredes de las arterias.
- Frutas: la fresa, la manzana, la toronja y la uva, entre otras, son frutas con mucha cantidad de pectina, una fibra soluble que reduce los niveles de colesterol de lipoproteínas de baja intensidad (LDL).
- Espárragos: una verdura muy rica y con excelentes propiedades diuréticas y purificantes que ayuda a reducir los niveles de colesterol malo (LDL) en sangre y prevenir la formación de coágulos.
- Soja: pueden reducir ligeramente el colesterol malo (LDL). Tomar 30 g al día podría ayudar a mantener una buena salud cardiovascular.
- Pescados: Salmón, atún, arenque, caballa, sardina y trucha son algunos de los que aportan ácidos grasos omega-3, necesarios para destapar las arterias, y que también ayudan a evitar la formación de coágulos y a equilibrar la presión arterial.
Cabe resaltar que estos no son la cura inmediata para enfermedades de las arterías coronarias, puesto que estas deben ser tratadas por especialistas.
Sin embargo, su consumo puede ayudar a mantener una buena salud vascular, además, es importante recordar que la actividad física al menos tres veces a la semana, también, es de gran ayuda para evitar el taponamiento de las arterias, especialmente si incluye ejercicios de tipo cardiovascular, como montar bicicleta o trotar.