Memoria
Las vitaminas son clave para fortalecer la salud del cerebro y preservar la memoria. | Foto: Getty Images

Vida moderna

Lapsus mental: ¿cuándo se puede convertir en un problema más grave?

Es importante consultar a un médico regularmente para revisar el estado de salud.

28 de diciembre de 2022

Con el paso del tiempo es normal tener lapsus mentales, es decir, momentos en los que se olviden algunas cosas. Esto se debe a que en el envejecimiento los órganos del cuerpo se deterioran, incluyendo el cerebro. Por eso, es normal que a las personas les cueste recordar cierta información. “Usualmente estas son señales de problemas leves de mala memoria, no de problemas serios de la memoria”, aclaran los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).

Es importante tener en cuenta que las emociones también influyen en los problemas leves de memoria. El estrés, la ansiedad y la depresión pueden hacer que una persona olvide alguna información. Los NIH dan un ejemplo para esto. “Alguien que recientemente se ha jubilado o que está lidiando con la muerte de un esposo o esposa, pariente o amigo puede sentirse triste, solo, preocupado o aburrido. Tratar de lidiar con estos cambios de vida hace que algunas personas se sienten confundidas u olvidadizas”.

Lapsus cálami y lapsus linguae | Rita Karanauskas en Cazamentiras

Este tipo de problemas de memoria en la mayoría de los casos son temporales, mientras la persona tiene esas emociones. En caso de que duren más de 2 semanas, lo recomendable es consultar a un médico para recibir la atención profesional adecuada.

¿Cuándo hay que preocuparse?

El deterioro cognitivo leve es un estado intermedio entre el deterioro del envejecimiento y el de la demencia. De acuerdo con Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, quienes lo padecen pueden cuidarse a sí mismos y tener un estilo de vida normal y saludable.

Según explican los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, “No existe una causa única del deterioro cognitivo leve, como tampoco un resultado único de este trastorno. Los síntomas del deterioro cognitivo leve pueden permanecer estables durante años, avanzar hasta la enfermedad de Alzheimer u otro tipo de demencia, o mejorar con el tiempo”.

Síntomas

  • Tener olvidos muy frecuentes.
  • Olvidar eventos importantes (fiestas, compromisos sociales).
  • Al momento de una conversación, perder el hilo de los pensamientos que se iban a decir.
  • Empezar a tener problemas de orientación en entornos familiares.
  • Ser más impulsivo.
  • Tener menos juicio.
  • Dificultad para comprender instrucciones.
  • Algunas personas con deterioro cognitivo pueden tener depresión, irritabilidad, ansiedad y apatía.

Es importante consultar a un médico regularmente para verificar el estado de salud, especialmente del cerebro, pues el deterioro cognitivo leve puede incrementar el riesgo de desarrollar demencia a causa de Alzheimer o de un trastorno neurológico.

Alzheimer

El Alzheimer es un trastorno cerebral que paulatinamente destruye la memoria y la capacidad de pensar. Según explican los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, en la mayoría de los casos los síntomas se presentan, por primera vez, mucho tiempo después en la vida del individuo.

El Alzheimer es la forma más común de demencia y “acapara entre un 60 % y un 70 % de los casos”, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Esta entidad explica que el número de personas con esta enfermedad está aumentando rápidamente. “La demencia afecta a nivel mundial a unos 50 millones de personas, de las cuales alrededor del 60 % viven en países de ingresos bajos y medios. Cada año se registran cerca de 10 millones de nuevos casos”.

Las personas diagnosticadas con Alzheimer pueden tener las siguientes conductas:

  • Repetir frases y preguntas varias veces.
  • Olvidar conversaciones, citas o eventos.
  • Ubicar sistemáticamente objetos personales en lugares equivocados o absurdos.
  • Perderse en lugares que ya conocen.
  • Olvidar los nombres de familiares.
  • Olvidar objetos que utilizan diariamente.
  • Tener dificultad para identificar objetos con los nombres correctos.