La planta aromática que ayuda a mejorar la circulación.
El romero puede comprarse en supermercados, tiendas de productos naturales, entra otros. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

Té de romero para purificar el hígado y controlar los niveles de azúcar: así se prepara

El romero tiene propiedades estimulantes, antisépticas, diuréticas, cicatrizantes y antimicrobianas.

24 de noviembre de 2022

El hígado es el órgano de mayor tamaño dentro del cuerpo y ayuda al organismo a digerir los alimentos, almacena energía y elimina toxinas, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Además, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que el hígado tiene un tamaño similar al de una pelota de fútbol americano y se ubica principalmente en la parte superior derecha del abdomen, debajo del diafragma y encima del estómago.

Por su parte, los niveles de glucosa en la sangre se expresan en miligramos de azúcar por decilitro (mg/dL) o milimoles de azúcar por litro (mmol/L) de sangre y en general los niveles son:

  • Menos de 100 mg/dL (5,6 mmol/L) se considera normal.
  • Entre 100 y 125 mg/dL (5,6 a 6,9 mmol/L) se diagnostica como prediabetes.

Dicho lo anterior, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló que el té de romero es ideal para purificar el hígado y controlar los niveles de azúcar, ya que “esta planta aromática también posee efectos hepatoprotectores y diuréticos, que estimulan las enzimas del hígado que desintoxican y eliminan substancias toxicas del organismo a través de la orina. Además, protege al hígado de infecciones y de inflamaciones como la hepatitis, por ejemplo”.

Asimismo, explicó que “también controla la secreción de bilis ayudando en el tratamiento para las piedras en la vesícula y también de la colelitiasis crónica”.

Sobre la misma línea, explicó que “el té de romero también ayuda a mantener la diabetes bajo control, debido a que disminuye la glucosa y aumenta la insulina, pero la ingesta de este té no excluye el uso de medicamentos recomendados por el médico y de la realización de una dieta adecuada, debiendo ser ingerido como complemento del tratamiento médico y nutricional”.

De todos modos, antes de consumir algún alimento lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Por su parte, otros hábitos que sirven para cuidar el hígado incluyen:

  • Realizar ejercicio la mayoría de los días de la semana durante y la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos; o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos, aunque, se vale también una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
  • Tener una dieta saludable: Esta debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, menos del 10 % de la ingesta calórica total de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria procedente de grasas y menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
  • No consumir alcohol en exceso. Para los adultos sanos, beber alcohol con moderación significa hasta una copa por día para las mujeres de todas las edades y para los hombres mayores de 65 años, y hasta dos copas por día para los hombres menores de 65 años.
  • Evitar el consumo de tabaco. El humo del tabaco contiene más de 60 sustancias químicas conocidas que causan cáncer y miles de otras sustancias nocivas.
  • Mantener un peso saludable: El Ministerio de Salud explica en su página web que para saber si una persona está en un peso saludable existen algunos métodos confiables. Uno es la determinación del índice de masa corporal (IMC), que describe la relación entre peso y estatura. Por ende, reveló que para calcular el IMC se necesita conocer el peso y la estatura, y se aplica una sencilla fórmula matemática que consiste en dividir el peso entre la estatura al cuadrado: IMC = Peso (kg) / Estatura al cuadrado (Mt).

Ejemplo: una persona pesa 64 kg y mide 1,5 metros, entonces: 64/1,5 x 1,5 = 28,44. Este dato indica el IMC de la persona (28,44) se encuentra en los valores correspondientes a sobrepeso.