El nuevo tren, también llamado el TAV, (Trem de Alta Velocidade), será un nuevo medio de transporte con tecnología poco vista anteriormente en el continente. Debido a que los trenes aportan al sector del turismo, a la generación de trabajos y una buena economía, Brasil le ha apostado a un servicio que conectará tres de sus mayores ciudades urbanas: Río de Janeiro, San Pablo y Campinas.
El tren, además, será el más rápido de Suramérica, con velocidades que alcanzan los 350 km/h. El corredor ferroviario estará destinado a reducir el tiempo de viaje entre ciudades, impulsar el comercio e intercambio comercial, además de posicionar a Brasil como un referente de estructura ferroviaria en Latinoamérica.
De acuerdo con Canal 26, el TAV podría ir de Río de Janeiro a San Pablo en 1 hora y 45 minutos, con un recorrido total de 510 kilómetros, que lo convertirían en uno de los desarrollos ferroviarios más importantes del continente.
El tramo de carretera entre Río de Janeiro y São Paulo es uno de los más concurridos de Brasil. Con la introducción de un tren de alta velocidad, se espera disminuir significativamente el número de vehículos que circulan diariamente por esta ruta.
El objetivo central de este proyecto es optimizar y aumentar el movimiento de personas entre ambas metrópolis, a la vez que se ofrece una opción de transporte sostenible, más rápida y segura.
Este proyecto ferroviario de alta velocidad se inspira en los trenes de tecnología avanzada que operan en Japón y en gran parte de Europa. La ruta prevista incluirá la construcción de túneles y viaductos a lo largo de todo su recorrido. Se estima que, una vez finalizada la fase de planificación, las obras podrían comenzar en el año 2027, con la expectativa de que el tren entre en funcionamiento a principios de 2032.
El proyecto contempla una distancia total de recorrido de 510 kilómetros, extendiéndose hasta la ciudad de Campinas. Será necesaria la inclusión de túneles y viaductos a lo largo de toda la ruta. Se espera que el tren alcance una velocidad máxima de 350 kilómetros por hora, y el costo total de la inversión se estima que oscilará entre los 10.000 y 20.000 millones de dólares.
Dado que será el primer tren de alta velocidad en Sudamérica, este proyecto tiene el potencial de ser un referente y un modelo para futuros desarrollos ferroviarios en las naciones cercanas. Según los expertos, si la iniciativa resulta exitosa, podría motivar la creación de rutas similares que conecten otras importantes metrópolis a lo largo del continente.