El gobierno de Estados Unidos ha desplegado cientos de efectivos militares dentro del país para combatir la delincuencia que, según el presidente Donald Trump, ha presentado un importante aumento y pone en riesgo la vida de millones de ciudadanos.
La orden del mandatario ha sido enviar a miembros de la Guardia Nacional —que normalmente acuden a servicios de emergencia por desastres naturales o desmanes civiles— a las principales ciudades estadounidenses, donde tienen el objetivo de apoyar a las autoridades locales para poner orden.
La iniciativa ha desatado rechazo de las administraciones locales, normalmente demócratas, que han asegurado que los índices de criminalidad no están lo suficientemente altos para tomar estas medidas.
“La gobernadora de Oregón debe estar viviendo en un mundo de ensueño“, escribió el presidente en su perfil de Truth Social este miércoles.
“Portland es un desastre sin fin. Mucha gente ha resultado gravemente herida, e incluso ha muerto. Está gobernada como un país del tercer mundo”, agregó.
“Entramos porque, como patriotas estadounidenses, no tenemos otra opción. ¡El orden público debe prevalecer en nuestras ciudades y en todas partes!”, completó su mensaje.
El fin de semana pasado, la gobernadora estatal, Tina Kotek, anunció que “no había necesidad de tropas militares”, ya que “no había ninguna amenaza a la seguridad nacional en la ciudad”.
Sin embargo, el jefe de Estado sostiene que en este punto en imperativo el envío de la Guardia Nacional para detener lo que llamó el “fuego infernal liderado por Antifa”, que es como se le denomina al movimiento de extrema izquierda y fascista en Estados Unidos.
El fin de semana, Trump le ordenó a su secretario de Defensa, Pete Hegseth, que lleve a cabo el despliegue de las fuerzas militares en la capital de Oregón, sobre la cual aseguró que está “devastada por la guerra”, de acuerdo con un trino de sus redes sociales.
Además, señaló que las instalaciones de Inmigración y Control de Aduanas están “sitiadas por los ataques de Antifa y otros terroristas nacionales”.
Días antes, el presidente firmó una orden para designar a Antifa como una agrupación terrorista, pese a que este es un movimiento que no cuenta con un líder ni una orden, por lo que no podría ser considerado como un grupo.
De acuerdo con la información de la organización de medios Oregon Public Broadcasting (OPB), las operaciones con la Guardia Nacional en el estado costarán alrededor de 3,8 millones de dólares, que saldrán de los impuestos que pagan los ciudadanos.