Sin accionar un fusil, sin enfrentamientos y con un ambiente controlado por las autoridades se materializó el pasado martes la entrega de Anderson Andrey Vargas Sun, alias Kevin, el hombre de mayor confianza de alias Iván Mordisco, quien se encargó de convertir al Cauca en un imperio del grupo criminal. Hasta el 26 de agosto fue el máximo cabecilla del frente Carlos Patiño.

SEMANA tuvo acceso a un documento clasificado de las Fuerzas Militares que muestra en detalle cómo se organizó esta operación, considerada como la más sensible de este año contra el grupo ilegal; desde la infiltración de las redes logísticas de la guerra de las disidencias hasta la presión que realizaron agentes encubiertos en el círculo más cercano de este hombre.

“La estrategia fue diseñada para inducir la rendición del cabecilla sin recurrir al enfrentamiento directo, logrando un efecto de neutralización total del frente Carlos Patiño con la mínima afectación civil y militar”, se describió en el informe en poder de esta revista.

La denominada operación Arcángel no fue improvisada. Se trató de una estrategia para desgastar y asfixiar a los ilegales, que arrancó a mediados de 2024.

Alias Kevin, el poderoso de las disidencias de las Farc en poder del Estado.

Inicialmente, las tropas del Ejército cubrieron los corredores clave hacia El Plateado, corregimiento del municipio de Argelia, considerado como el paraíso de esta estructura delincuencial. En ese momento hubo 1.400 uniformados, quienes aseguraron la avanzada. Por otro lado, se hallaban los ingenieros militares, quienes estaban reconstruyendo la infraestructura con el fin de establecer lazos más cercanos con la población civil.

Al mismo tiempo, los agentes de la inteligencia pudieron infiltrarse en las redes logísticas y se hicieron pasar como reclutas. “Los agentes insertos en la estructura disidente obtuvieron información en tiempo real sobre los movimientos de alias Kevin y su escolta, así como las ubicaciones exactas de depósitos de armas”, se agregó en el texto.

Con base en la información suministrada por las autoridades, fue necesario el uso de tecnología de punta, como drones nocturnos, interceptaciones y análisis de datos financieros. Así lograron el aislamiento paulatino de esta facción de las disidencias de Iván Mordisco.

Los primeros meses de 2025 fueron los más complejos para esta operación, pues hubo ataques desesperados de los ilegales, como hostigamientos en el municipio de Balboa, drones cargados con explosivos en El Plateado, asonadas contra la fuerza pública lideradas por alias Kevin, que instrumentalizaba a las comunidades para usarlas como escudos humanos.

“Cada semana el cerco reducía la capacidad de maniobra del cabecilla: sin municiones, sin víveres y sin confianza de la población, el frente entró en un punto de no retorno”, se detalló en el archivo al que accedió SEMANA.

Un agente de inteligencia le contó a este medio que a alias Kevin le gustaban las rumbas de varios días con mucho licor.

Los documentos de inteligencia ponen en evidencia que el debilitamiento de la Carlos Patiño comenzó meses antes, el 27 de enero de 2025, cuando Óscar Eduardo Sandoval Peña, alias el Mocho, cabecilla financiero, murió en un carro bomba que fue alterado por orden de alias Kevin.“La explosión prematura fue resultado de un sabotaje interno autorizado por alias Kevin, quien ordenó alterar el temporizador del artefacto para eliminar a su rival en las disputas por el control financiero”, se registró en el mismo escrito militar.

SEMANA hace unos meses reveló esta historia de traición entre alias el Mocho y Kevin, que habría pagado hasta 200 millones de pesos para asesinar a uno de sus hombres de confianza en medio de una de sus misiones. Este quiebre fue aprovechado por los agentes de la inteligencia militar que ya estaban dentro de dicha estructura.

Un agente de inteligencia le contó a este medio que a alias Kevin le gustaban las rumbas de varios días con mucho licor y que contrataba a mujeres para sostener relaciones sexuales en caseríos bajo el poder de las disidencias en el Cauca. Los infiltrados pudieron asistir a estas fiestas, donde se consumía todo tipo de drogas ilícitas.

Hora cero

Luego de infiltrar las filas de las disidencias de las Farc al mando de alias Kevin y ejercer presión por medio de las tropas desplegadas en el departamento del Cauca, este cabecilla comenzó a desesperarse, pues no confiaba en nadie.

“Los agentes lograron llegar hasta el círculo más cercano de este cabecilla. En medio de la crisis de confianza que había en sus filas, comenzaron a gestar la hora cero de la operación y lo llevaron a pensar que la mejor opción era someterse a la Justicia, porque la otra salida podía ser la misma suerte de alias el Mocho”, dijo una fuente de la inteligencia consultada por SEMANA.

Este es el fusil con el que se presentó alias Kevin, exclusivo de las fuerzas especiales de las Fuerzas Militares. Se presume que lo robó.

Al mismo tiempo, la fuente indicó que alias Kevin fue convencido por sus hombres de confianza y acordaron una reunión con la inteligencia y con el Gaula Militar para su entrega. Hubo condiciones para esa rendición y una de ellas era que “no lo exhibieran como un trofeo”. Por eso, el caso ha sido manejado con total hermetismo.

“La reunión previa para la entrega de alias Kevin se logró gracias a la intermediación de una fuente que teníamos dentro de las filas de Mordisco, junto con los infiltrados que lograron trabajar psicológicamente al objetivo. Dentro de esas filas las cosas no estaban bien, a tal punto que Kevin mató a alias Mocho con un carro bomba hace unos meses”, comentó la misma fuente.

Un oficial que participó en esta operación le contó a SEMANA: “De esta operación solo sabían cuatro personas. Incluso el día que el general Mejía estaba haciendo la transmisión de mando en Popayán él había dado el visto bueno de lo planeado, que se manejó con total reserva y fue clave para su éxito”.

La información fue muy cerrada para que no hubiera ningún tropiezo. El secreto era vital. “No se le dijo a casi nadie de los altos mandos porque no se quería ilusionar al país. Ese fue el éxito de esta operación, en la que no hubo un solo disparo de los hombres que participaron”, describió una de las personas que participó en este proceso.

Otro oficial del Ejército insistió en esa teoría: “El secreto fue la clave de esta entrega de alias Kevin de las disidencias de Iván Mordisco, porque, una vez se tuvo contacto con los infiltrados en ese grupo, se cerró la burbuja; es decir, se cuadraron los detalles con solo cuatro personas”.

A las 5:15 de la mañana de ese martes, alias Kevin ya estaba en poder del Gaula Militar y alistaban su extracción en helicóptero desde El Bordo hacia Cali, Valle del Cauca, para luego trasladarlo a Bogotá, donde actualmente se encuentra colaborando con la Justicia y logrando un preacuerdo con la Fiscalía. Él se presentó con un fusil Tavor 5.56, que usan exclusivamente los integrantes de las fuerzas especiales de las Fuerzas Militares.

La interpretación de las autoridades es que las disidencias de Iván Mordisco no pasan su mejor momento. Por un lado, citaron los duros golpes de la fuerza pública; indicaron que la entrega del cabecilla alias Kevin habría desmoralizado a los más rasos del grupo armado, y se mencionó una división interna de las disidencias, en las que nadie se pondría de acuerdo.

El Gobierno Petro ofreció una recompensa de hasta 1.641 millones de pesos por información que permitiera descubrir su paradero.

“Lo que detonó la crisis dentro de las disidencias fue una operación que realizamos en una caleta de armas y explosivos; significó una gran baja para este grupo armado ilegal. La imagen de un comandante rindiéndose envía un mensaje devastador a las filas enemigas: nadie es intocable bajo una estrategia de presión integral”, concluyó la fuente.

Objetivo de valor

Con solo 29 años, alias Kevin era uno de los cabecillas más poderosos de las disidencias de las Farc en el suroccidente colombiano. Lo reclutaron cuando tenía 13 años y perteneció a la columna Jacobo Arenas. No estuvo de acuerdo con el acuerdo de paz de 2016 y decidió pactar la alianza con Mordisco.

En 2023 lo designaron como comandante del frente Carlos Patiño, con más de 200 hombres a su cargo. El expediente que tiene el Ejército lo señala como responsable de decenas de casos de homicidios selectivos, atentados terroristas, ataques con drones cargados con explosivos y hasta de reclutar menores de edad para la guerra.

El Gobierno Petro ofreció una recompensa de hasta 1.641 millones de pesos por información que permitiera descubrir su paradero.

“Alias Kevin representaba un objetivo de alto valor por ser enlace directo de Iván Mordisco en el suroccidente, controlador de rutas estratégicas del narcotráfico y promotor de una campaña sistemática de terror en Argelia, El Tambo y Balboa”, se agregó en un documento reservado del Ejército.

Asimismo, se precisó sobre él: “La zona de influencia de Kevin coincidía con 12.000 hectáreas de cultivos ilícitos de coca y marihuana, generando rentas superiores a los 20 millones de dólares anuales, provenientes de gramajes, laboratorios clandestinos y rutas hacia el Pacífico”.

Tras la entrega de alias Kevin, Brayan Jaír Delgado Rojas, alias Giovani, quedó al mando de la Carlos Patiño. Ahora es el nuevo objetivo de las Fuerzas Militares y las agencias de inteligencia del Estado.