Las acciones terroristas que han atormentado a Cali durante este año solo serían el comienzo de una guerra sin tregua que Iván Mordisco, jefe de las disidencias de las Farc, está dispuesto a dar contra el Estado colombiano. SEMANA revela los planes criminales que las autoridades han detectado para afectar a la población civil y a la fuerza pública. Hay alerta máxima y se gestionan iniciativas para blindar a la ciudad.

“Yo salgo todas las mañanas de la casa y no sé si voy a regresar. La inseguridad está muy difícil. En cualquier momento puede estallar una bomba”, manifestó Gabriel Mina, un taxista que recorre diariamente las calles de la capital del Valle del Cauca. Su preocupación coincide con los hallazgos de las unidades de inteligencia de la Policía y las Fuerzas Militares: las amenazas de explosiones apenas inician.

En lo que va corrido del año, los uniformados han frustrado 80 atentados en la ciudad, y en agosto van 12 alertas. La estrategia es la misma: las disidencias compran y roban automotores, adecúan sus baúles con artefactos explosivos y los ingresan a la zona urbana para detonarlos sin contemplación. El objetivo es hacerle sentir al país que la guerra de Iván Mordisco sigue fuerte y vigente.

La prueba de esto ocurrió el 21 de agosto, cuando explotó un camión lleno de explosivos cerca de la base aérea de Cali. En los celulares que las autoridades les incautaron a los dos capturados se reconstruyó el atentado y se descubrió la macabra celebración de la guerrilla por la muerte de seis personas: “Eso ya fue positivo. Ya llegó la noticia. Ya están en las noticias. Esto ya es noticia, eso ya sonó”.

Las calles de Cali son constantemente patrulladas. El objetivo es evitar cualquier otro ataque terroristas. | Foto: © Foto: Juan Carlos Sierra-Revista Semana.

La Policía confirmó que la guerrilla estaría dispuesta a comprar buses y carros para estallarlos, provenientes del Cauca. Para mitigar los riesgos, se han instalado cinco puestos de control sobre los principales ingresos a la capital del departamento, pero hay 60 puntos de acceso: “No tenemos uniformados para cada sitio, no hay con qué”, mencionó un oficial de la institución bajo reserva.

Además de este propósito, las disidencias de las Farc ya empezaron a volar los primeros drones cargados de explosivos en Cali, y las autoridades no cuentan con las herramientas necesarias para enfrentar la amenaza. Esta información proviene de seguimientos de las unidades de inteligencia, y cuyos datos ya fueron socializados con el Gobierno nacional y los mandatarios locales.

Al ser consultado por este riesgo, el ministro de Defensa, general (r) Pedro Sánchez, respondió: “Estos criminales parece que no tuvieran alma, o su alma fuera negra. No es la primera vez que lo hacen. Recordemos que en julio del año pasado soltaron una granada desde un dron en un polideportivo y asesinaron a un menor de edad. Lo importante es hacer una neutralización temprana”.

Cali viene logrando importantes avances en materia de seguridad ciudadana. Según las estadísticas oficiales de la Policía Nacional, por primera vez en 30 años la ciudad logró bajar de mil homicidios y ha consolidado una reducción sostenida en hurtos y extorsión.

El personero de Cali, Gerardo Mendoza, y el alcalde de la capital del Valle del Cauca, Alejandro Eder, advierten por la escasez de recursos para blindar a la ciudad de la violencia.

La paradoja es que, mientras el Gobierno Nacional ha reducido de forma significativa el presupuesto de la seguridad, el alcalde de Cali lo ha triplicado desde que inició su período. Cali invierte hoy unos 260.000 millones de pesos, mientras que hasta el 2023 la ciudad invertía en promedio unos 80.000 millones de pesos.

Frente al presupuesto, SEMANA estableció que la Policía Metropolitana de Cali ha tenido un golpe sensible en su cartera: pasó de recibir 66.213 millones de pesos en 2024 a tener en sus finanzas 35.299 millones de pesos en 2025, una reducción cercana al 47 por ciento. Mientras que a la Tercera Brigada el Ejército le autorizó 94 millones de pesos el año pasado, para esta vigencia fueron 77 millones de pesos.

Cali enfrenta una amenaza histórica y no cuenta con los medios necesarios para acabarla. Así lo reconocen, a varias voces, los miembros que se encargan de investigar y enfrentar a los criminales: “Siempre van a faltar los recursos, hay problemas con el combustible, con la tecnología. Mientras las disidencias tienen plata, nosotros no; ellos no tienen que hacer contrataciones ni licitaciones”.

Así también lo reconoce el personero de Cali, Gerardo Mendoza: “El Estado no está invirtiendo en seguridad como debe ser. Si la inversión en seguridad no es la suficiente, quienes tienen el presupuesto y quienes tienen leído el territorio intervienen en él, pero intervienen desde la criminalidad. Y eso es lo que está pasando. Nos falta muchísimo. Nos falta pie de fuerza”.

La disposición de aeronaves es un dolor de cabeza. Fuentes de las Fuerzas Militares y la Policía describieron bajo anonimato que hace seis meses están solicitando seis helicópteros para realizar una operación en el municipio de Jamundí en contra de la extracción ilícita de yacimientos mineros y, por ahora, no se les ha dado el visto bueno. Esa actividad criminal es uno de los músculos financieros de las disidencias.

Por los actos terroristas hay zozobra en Cali, una de las ciudades más importantes del país. | Foto: © Foto: Juan Carlos Sierra-Revista Semana.

La zozobra se siente en las calles de la ciudad: los comerciantes están sometidos a múltiples extorsiones, las madres temen que sus hijos sean reclutados por los criminales y el narcotráfico se extiende por barrios enteros. Los asesinatos también generan alarma: entre enero y agosto de este año se cometieron 570 homicidios, mientras en 2024, en el mismo periodo, fueron 518.

El general Henry Bello, comandante de la Policía de Cali, aseguró que la institución está haciendo todo lo posible por recuperar el orden público y que su director, general Carlos Fernando Triana, está comprometido con la situación: “Se creó un bloque de búsqueda contra el multicrimen, con 610 hombres capacitados, para desvertebrar la columna móvil de Jaime Martínez, responsable de los atentados”.

Terrorismo ha sembrado el terror en la capital del Valle del Cauca. | Foto: © Foto: Juan Carlos Sierra-Revista Semana.

De acuerdo con los resultados expuestos por las autoridades, ese bloque de búsqueda ha permitido individualizar y judicializar a los integrantes de la primera estructura urbana de Iván Mordisco. El Ministerio de Defensa aseguró que esta persecución ha complicado los planes terroristas de los criminales, por lo que han tenido que movilizar a sus hombres desde el Cauca para delinquir.

Cali corre el riesgo de estar bajo las garras de las disidencias de las Farc, como lo está el resto del suroccidente colombiano. El principal motor de los criminales es el narcotráfico, el contrabando y la minería ilegal, lo que les ha permitido comprar elementos de última tecnología para enfrentarse a una fuerza pública rezagada en la innovación.