La balacera registrada en el centro comercial Cabecera Cuarta Etapa, en Bucaramanga, dejó al descubierto un plan delictivo que la Policía Metropolitana ya venía monitoreando desde días atrás.

Aunque no había claridad sobre el lugar exacto donde podría ocurrir un ataque, las autoridades confirmaron que sí existía una alerta previa que señalaba al sector de Cabecera como posible escenario de un hecho de alto impacto.

El brigadier general William Quintero Salazar, comandante de la Metropolitana, explicó que veinte días antes un informante había advertido sobre la llegada de varios delincuentes a la ciudad con la intención de cometer un robo. Esa primera alerta no incluía ubicación exacta ni fecha, pero sí llevó a la institución a mantener vigilancia sobre zonas comerciales estratégicas.

Según el general, el sábado —día del asalto— a las 9 de la mañana recibieron una segunda información: varios sujetos se movían de manera sospechosa en las inmediaciones del centro comercial.

“Se genera una información como a las 9 de la mañana, donde nos dan datos de algunos sujetos que se estaban viendo de forma sospechosa en los alrededores del centro comercial y en esa parte de Cabecera”, indicaron las autoridades.

Con ese reporte, el general convocó a una reunión inmediata con el jefe de inteligencia y el jefe de policía judicial. A las 10 de la mañana, dijo, ya estaban conformando un equipo especial.

“Convocamos al jefe de inteligencia, al jefe de policía judicial y montamos un equipo de intervención en la zona. A las 10 de la mañana ubicamos el personal”, explicó.

Unidades de inteligencia, investigadores de la Sijín y un componente del Goes fueron desplegados desde esa hora en labores encubiertas y de observación, atentos a cualquier señal que confirmara la posible acción criminal.

Pasadas las 2 de la tarde —el general señaló que los disparos comenzaron hacia las 2:03 p. m.— se desencadenó el ataque en la parte interna del centro comercial. Los delincuentes ingresaron hasta la joyería, donde se produjo el intercambio de disparos.

Las unidades que estaban en la zona reaccionaron de inmediato. Varios policías que permanecían afuera ingresaron rápidamente y lograron interceptar a parte del grupo: algunos fueron capturados dentro del centro comercial y otros en la calle, donde también se movían integrantes que cumplían labores de vigilancia externa.

Durante la intervención, los uniformados lograron evitar el hurto y recuperar las joyas, cuyo valor, según el general, ascendía a aproximadamente mil millones de pesos.

La muerte del intendente Fredy Francisco Leal Briceño

En medio de la reacción policial resultó gravemente herido el intendente jefe Fredy Francisco Leal Briceño, quien participó en el intento por detener a los asaltantes.

El uniformado fue impactado durante el cruce de disparos en un momento especialmente crítico: según el comandante, una mujer y una niña quedaron atravesadas en la línea de fuego, lo que habría limitado su capacidad de reacción para evitar un daño colateral mayor.

Leal fue trasladado a una clínica cercana, donde recibió maniobras de reanimación, pero falleció por la gravedad de las heridas. Su muerte produjo un profundo rechazo en la institución.

“Es una situación muy trágica para su familia y para la Policía Nacional. Por honor y lealtad debemos sacar adelante esta investigación y lograr la captura de todos los responsables”, dijo el general Quintero.