Política

La espera por la liberación de 130 colombianos detenidos en El Salvador

130 colombianos siguen detenidos en ese país a la espera de que la Fiscalía les permita tener un proceso abreviado para regresar a casa. Ya hay gestiones diplomáticas para algunos casos.

31 de agosto de 2025, 11:23 a. m.
Las familias de los colombianos detenidos en El Salvador piden acelerar las gestiones para el regreso de los connacionales al país. | Foto: Johan Toro- semana

Hay 130 familias que esperan el regreso de sus seres queridos detenidos en El Salvador, por presuntamente haber participado en un entramado de préstamos de dinero a altos intereses bajo la modalidad conocida como “gota a gota”.

Ese formato ha sido común en los barrios más marginales de Colombia y se extendió hasta ese país, donde en julio de 2023 la Fiscalía informó que había encontrado una red de negocios que se hacían pasar por compañías microfinancieras, pero que no estaban registradas ante la Superintendencia Financiera salvadoreña.

Lo particular es que buena parte de quienes integraban ese negocio ilícito eran colombianos que habían viajado por turismo hasta terminar radicándose allá, trabajando como prestamistas, cobrando tasas de hasta el 20 por ciento por fuera del mercado financiero. Para entonces, la Fiscalía los señaló de cobrar ese dinero a través de “amenazas y ultrajes”.

Fue así como comenzó un drama que lleva más de dos años y que los connacionales no han podido resolver. Solo 14 de las personas que fueron detenidas por los supuestos delitos de lavado de dinero y asociaciones ilícitas han sido liberadas tras llegar a procesos judiciales abreviados, mediante la aceptación de cargos a cambio de recuperar la libertad y regresar al país en vuelos comerciales que pagaron sus propios familiares.

La gigantesca prisión busca tener niveles de seguridad nunca antes vistos en El Salvador. (Photo by Marvin RECINOS / AFP)
Las cárceles en El Salvador tienen niveles de seguridad nunca antes vistos en ese país. (Photo by Marvin RECINOS / AFP) | Foto: AFP

Esas liberaciones fueron hace dos meses y ahora las gestiones diplomáticas de las autoridades se están centrando en conseguir que la Fiscalía realice procesos abreviados para resolver los casos que quedan, porque en los más de dos años que han pasado de las detenciones sus procesos no se han resuelto.

SEMANA conoció que las conversaciones entre Colombia y El Salvador están activas, incluso con la Fiscalía de ese país centroamericano la comunicación ha sido mucho más fluida que con la de otros países del continente, como Venezuela, en donde también hay decenas de connacionales detenidos con posibles irregularidades en sus procesos judiciales. Si esos diálogos prosperan, otros más podrían ser liberados en las próximas semanas.

La preocupación es mayor si se tiene en cuenta que ese país está bajo estado de excepción, lo que le ha permitido al presidente Nayib Bukele tomar medidas extraordinarias para enjuiciar a los presuntos delincuentes. El problema es que eso ha llevado a que los connacionales estén en las mismas prisiones donde encarcelaron a los integrantes de las pandillas, compartiendo espacios con peligrosos delincuentes que fueron conocidos por encabezar las bandas más sanguinarias de la región.

Este caso fue motivo de enfrentamiento entre los presidentes Gustavo Petro y Nayib Bukele, dos mandatarios de opuestos políticos. “Entréguenos a los colombianos que tienen en sus cárceles. Dejen ir al pueblo venezolano, porque es un pueblo que clama por su libertad. Los migrantes no son criminales: esta es una regla básica de la humanidad”, le dijo Petro a Bukele semanas atrás.

Nayib Bukele y Gustavo Petro
El tema carcelario ha enfrentado a los presidentes de El Salvador, Nayib Bukele, y de Colombia, Gustavo Petro. | Foto: Getty

Los casos de los colombianos detenidos en El Salvador han tenido demoras procesales, factor que ha sido uno de los principales argumentos para quienes reclaman la libertad de los connacionales. A los 130 detenidos sus familias los esperan en medio del temor de no volver a ver a sus seres queridos porque saben que se están enfrentando a un Gobierno que ha aplicado la mano dura contra aquellos a los que considera criminales, incluso, temen volver a hablar en medios sobre sus casos porque les da miedo que denunciarlos con nombre propio se traduzca en más largas en el proceso.

El mismo Bukele se atrevió a asegurar que en ese país solo son recibidos con los brazos abiertos “los colombianos de bien”. Lo cierto es que el número de detenciones a connacionales con posibles irregularidades que se reportan en ese país es casi semejante al de Venezuela, donde a los colombianos los están enjuiciando por supuesto terrorismo y narcotráfico.