Arte

¿Es esta la artista más importante que nunca conociste?

Una pintora barroca olvidada durante tres siglos ahora se equipara a Rubens. Sus desnudos masculinos desafiaron todos los prejuicios de una época que no creía posible tal audacia femenina.

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27 de noviembre de 2025, 4:22 p. m.
Michaelina Wautier firmó dos de sus obras con un mensaje desafiante en latín: "Michaelina Wautier lo inventó y lo hizo". Imagen: Bert Van Den Broucke/Photo News/IMAGO
Michaelina Wautier firmó dos de sus obras con un mensaje desafiante en latín: "Michaelina Wautier lo inventó y lo hizo". | Foto: Bert Van Den Broucke/Photo News/IMAGO

Hasta hace muy poco, el nombre de Michaelina Wautier (1614–1689) apenas aparecía en los manuales de arte. Pero hoy, a casi dos meses de su inauguración en el Museo de Historia del Arte (KHM) de Viena, la exposición que permanece abierta hasta el 22 de febrero de 2026 sigue sacudiendo el canon: una pintora barroca a la que se coloca a la altura de maestros consagrados como Rubens, pese a que su obra se perdió durante siglos o se atribuyó a otros pintores masculinos.

El renovado interés no es casual. La muestra reúne 31 de las 35 obras conocidas de Wautier, un despliegue excepcional que permite medir la amplitud y la audacia de una artista nacida en los Países Bajos españoles y eclipsada durante más de trescientos años.

“Michaelina Wautier es uno de los redescubrimientos más significativos de la historia del arte. El KHM muestra aquello que durante siglos fue ignorado o atribuido a otros”, declaró en su momento el director del museo, Jonathan Fine, al presentar la exposición.

Michaelina Wautier es uno de los redescubrimientos más significativos de la historia del arte. El KHM muestra aquello que durante siglos fue ignorado o atribuido a otros

Jonathan Fine, director del Museo KHM.

Hoy, sus palabras resuenan con más fuerza, cuando la reevaluación crítica de su legado ha empezado a instalarse más allá de los círculos especializados.

Lejos de quedar confinada a los géneros asignados a las mujeres de su época, Wautier se adentró en territorios reservados casi en exclusiva a los hombres: grandes lienzos históricos y mitológicos, anatomías masculinas y composiciones monumentales que la colocan en contraste directo con contemporáneas como Clara Peeters o Rachel Ruysch, centradas en naturalezas muertas o escenas domésticas.

La obra 'Dos muchachas como Santa Inés y Santa Dorotea' (ca. 1650) muestra la versatilidad técnica y el dominio del color de Michaelina Wautier en la pintura barroca flamenca. Imagen: Heritage Art/Heritage Images/IMAGO
La obra 'Dos muchachas como Santa Inés y Santa Dorotea' (ca. 1650) muestra la versatilidad técnica y el dominio del color de Michaelina Wautier en la pintura barroca flamenca. | Foto: Heritage Art/Heritage Images/IMAGO

‘El triunfo de Baco’: obra maestra atribuida erróneamente a hombres

Su obra más célebre, El triunfo de Baco (1655–59), ocupa un lugar central en la exposición. El monumental lienzo de 2,7 por 3,5 metros acabó en la colección del archiduque Leopoldo Guillermo de Austria, gobernador de los Países Bajos españoles, y se conserva en Viena desde 1659.

En el lienzo el dios del vino aparece rodeado por un gran cortejo, pero es una joven mujer con una túnica rosa y el pecho descubierto la que fija la mirada en el espectador.

Esa figura, interpretada como un autorretrato velado de la artista, simboliza la confianza y la singularidad con que Wautier se representó en un universo masculino dominado por pintores como Rubens o Van Dyck.

El cuadro fue atribuido erróneamente a discípulos de Rubens o a Luca Giordano hasta los años sesenta del siglo pasado, pues se consideraba imposible que una mujer hubiera pintado una obra de tal tamaño y fuerza, repleta de cuerpos masculinos.

El monumental lienzo 'El triunfo de Baco' (1655-59) permaneció atribuido erróneamente a discípulos de Rubens hasta los años sesenta debido a los prejuicios sobre las capacidades artísticas femeninas.
El monumental lienzo 'El triunfo de Baco' (1655-59) permaneció atribuido erróneamente a discípulos de Rubens hasta los años sesenta debido a los prejuicios sobre las capacidades artísticas femeninas. | Foto: Fine Art Images/Heritage Images/IMAGO

Desnudos masculinos: un desafío sin precedentes en el arte barroco

El prejuicio de muchos historiadores los llevó a “no creer que una mujer hubiera pintado ciertas obras, especialmente aquellas con desnudos masculinos”, indicó la comisaria de la muestra, Gerlinde Gruber.

“La confianza con la que representó el cuerpo masculino desnudo no tiene precedentes en el arte europeo temprano moderno”, destacó.

La artista flamenca firmó dos de sus obras con un mensaje desafiante en latín que también describe su personalidad: Michaelina Wautier invenit et fecit, que significa ‘Michaelina Wautier lo inventó y lo hizo’.

Gruber destacó que Wautier no solo rompe con las expectativas tradicionales sobre las mujeres artistas de su época, sino también por “su innovación, sutil humor y profundidad psicológica”.

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Innovación técnica y versatilidad artística de Michaelina Wautier

Wautier es autora de al menos de 35 obras, con un trabajo artístico que abarca desde retratos y pinturas históricas, hasta guirnaldas florales y temáticas decorativas, demostrando una técnica, un uso del color y de la luz excepcionales.

Heredera de Rubens y Van Dyck, Wautier nació en el seno de una familia de buena posición social, donde tuvo acceso a una educación en anatomía y a círculos artísticos e intelectuales que le permitieron desarrollarse como artista.

Entre las seis piezas que se exhiben por primera vez en la muestra vienesa se encuentran Los cinco sentidos (1650), un conjunto de cinco óleos que representan cada uno de los sentidos, así como Guirnalda floral con una libélula (1652).

El KHM, aunque alberga cuatro obras de Wautier, incluida su obra maestra El triunfo de Baco, no es la primera institución en rescatar a la artista del olvido, ya que la primera exposición individual dedicada a la artista tuvo lugar en 2018 en Amberes, pero sí es la mayor retrospectiva hasta ahora.

La exposición plantea además interrogantes sobre la abrupta desaparición de Wautier del panorama artístico: su último cuadro firmado data de 1659, treinta años antes de su muerte, algo que todavía despierta interrogantes entre los expertos.

El director del KHM reconoce que “prácticamente no sabemos nada de ella por los documentos históricos, casi todo lo que conocemos es por sus pinturas”.

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