La economía naranja, el tema del que hablará el presidente Duque en el Festival Ideas al Barrio

Antes de llegar a la presidencia y cuando aún trabajaba en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Iván Duque Márquez escribió un libro con su amigo -y hoy consejero en el gobierno- Felipe Buitrago: ‘La economía naranja: una oportunidad infinita’. Fue hace cinco años y su idea era explicar la importancia de un sector de la economía que muy pocos tenían en cuenta, pero que para ellos tenía un potencial enorme: las industrias culturales y creativas.

Desde ese entonces, el presidente ya tenía la obsesión de impulsar ese tema en Colombia, un país lleno de talento creativo, pero en el que sectores como la cultura o el diseño eran tratados como si fueran de segundo nivel, sobre todo a la hora de verlos como fuente de ingresos y generadores de desarrollo económico.

Por eso cuando estaba en campaña el tema estuvo en el centro de su discurso, y sigue estándolo ahora que llegó al gobierno, por lo que se espera que sea uno de los lineamentos de su gobierno y, sobre todo, del ministerio de Cultura.

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Tanto es así, que la cartera ya habla de planes para crear pronto el viceministerio de la Economía Naranja, y ya está trabajando en la creación de un Consejo Nacional de Economía Naranja, una entidad en la que tendrán asiento otras entidades del gobierno, sectores de la sociedad civil y los gremios, entre otros, para liderar e implementar políticas públicas sobre el tema.

Lo cierto es que bajo el concepto de ‘economía naranja´ (que algunos llaman industrias culturales y creativas o economía creativa), los expertos hablan de las actividades culturales y creativas que pueden generar riqueza y que, a largo plazo, pueden impulsar el desarrollo económico de los países. El británico John Howkins, uno de los padres del concepto, prefiere hablar de los sectores que venden bienes y servicios que nacen de la propiedad intelectual.

En ambas definiciones caben escritores, artistas, músicos, diseñadores, actores, escritores de obras de teatro, guionistas de televisión, coreógrafos, periodistas y hasta desarrolladores de software o publicistas. Profesiones u oficios que, hasta hace unos años, muchos consideraban secundarias o de bajo nivel. Aún hoy, incluso, hay padres que suelen decirles a sus hijos que no se dediquen a ellas pues son carreras que ‘no dan plata’.

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Por eso, considerarlas como un sector importante de la economía, que genera riqueza e ingresos económicos, es todo un cambio de paradigma. Y su impulso requiere, no solo invertir en la formación y desarrollo de ese tipo de talento, sino mejorar la infraestructura (tanto física como digital) y buscar formas de circulación de ese talento y de esas creaciones, algo que ya han hecho en países como Inglaterra o Suecia.

El tema es cada vez más importante en el mundo. En 2005, y según Howkins, la economía naranja representaba el 6,1 por ciento de la economía global y cada año produce alrededor de 2,25 billones de dólares, más que las telecomunicaciones, por ejemplo. En materia de generación de trabajo, emplea a cerca de 30 millones de personas. Y aunque América Latina no es de los continentes en donde este sector es más fuerte, alcanza a llegar a 2 millones de empleos.

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En Colombia, el concepto no es nuevo. Entidades como la Cámara de Comercio de Bogotá o el British Council vienen impulsándolo desde hace varios años y el congreso aprobó en 2017 una ley -presentada por el entonces senador Iván Duque- para impulsar el tema. Por eso, las industrias culturales y creativas ya representan el 3 por ciento del PIB.  La idea es que esa cifra crezca mucho más.

El tema, sin embargo, no ha estado exento de críticas. Algunos artistas y representantes del sector piensan que ver sus oficios bajo un parámetro económico y productivista es perder la esencia del arte y de la cultura, y es mercantilizar algo que debe ser puro y nacido del corazón (sin pensar en cuestiones comerciales). Para otros ambos conceptos (el de la economía naranja y el de la cultura como expresión de una sociedad) no riñen, sino que se complementan.

Lo cierto es que el tema está en el centro de la agenda y promete ser una oportunidad para que sectores que normalmente han estado fuera del foco impulsen el desarrollo del país. Sobre ese tema hablarán el presidente Iván Duque; la presidenta de la Cámara de Comercio de Bogotá, Mónica de Greiff, y el director de la revista Semana, Alejandro Santos Rubino.  Lo harán durante el Festival Ideas al Barrio, el próximo sábado 22 de septiembre a las 9 de la mañana en el colegio Gimnasio Moderno, de Bogotá.

Charla: El presidente y la economía naranja

Fecha: sábado 22 de septiembre

Hora: 9:00 a.m.

Lugar: Colegio Gimnasio Moderno

Entrada libre hasta llenar aforo.