La habitación

Título original: Room

Año: 2015

Director: Lenny Abrahamson

Guion: Emma Donoghue basada en su novela

Actores: Brie Larson, Jacob Tremblay

Duración: 118 min

Además de las medidas reales de las cosas, de los metros y centímetros que pueda tener un cuarto, hay otros factores importantes aunque imposibles de medir: la forma en que nos relacionamos con esas paredes, los mundos que imaginamos más allá de ellas, el carácter que le damos a objetos inanimados que ocupan el espacio.

A partir de una premisa dura, esta película logra despertar resonancias inesperadamente dulces donde esos otros factores, los detalles que humanizan y le dan profundidad a lo real, resultan fundamentales.

Los personajes centrales son una madre (Brie Larson) y Jack (Jacob Tremblay), su hijo de 5 años, que viven en una habitación. El título en inglés

–Room, sin artículos definidos o indefinidos– habla de la forma en que Jack expande ese entorno limitado, al darles personalidades a las pocas cosas que lo rodean.

Así, al levantarse, el niño saluda a quienes comparten el mundo con él: a la lámpara, la planta, la serpiente hecha con cáscaras de huevo, la alfombra, el armario, la televisión, el lavabo, el inodoro…

Jack, que acaba de cumplir 5 años, está contento y ve su alegría reflejada en las cuatro paredes que lo aprisionan. En la primera parte de la película la narrativa avanza subrayando el contraste entre la visión mágica y alegre de Jack y la de su madre, que entiende plenamente el horror de su entorno.

La dinámica tiene fuerza gracias a las corrientes que Larson y Tremblay tejen entre sí, donde la mujer ve el estado maravillado de su hijo con una mezcla de simpatía y preocupación, ¿cómo conciliar la realidad con la fantasía sin destruir al niño?

El tono de la primera parte es aprensivo y asfixiante, a pesar del sentido de maravilla de Jack, pero en la segunda, la concentración espacial se pierde y la película se vuelve extrañamente inerte y larga, lo que no es, en sí mismo, algo negativo: el aburrimiento refleja una temporalidad distinta, la de los personajes, que pasan de lo concentrado a lo diluido, de lo denso a lo disperso, en una transición compleja que pone a prueba la estrechez que la relación central ha mostrado hasta ese momento (no entro en detalles para no dañarles la sorpresa a los lectores).

El director irlandés Lenny Abrahamson (autor de la agridulce Frank, de 2014) maneja con delicadeza una historia complicada, sin caer en victimizaciones exageradas ni dramatismos innecesarios. Es una película de actores, íntima y cercana, que muestra cómo las relaciones entre los humanos

–incluso las más cercanas– nunca existen separadas de un entorno específico y que ese entorno las condiciona profundamente.

Esta versión de la novela de 2010 de la autora Emma Donoghue, adaptada por ella misma, deja la sensación inesperada de que la riqueza visible –eso que podemos medir en metros y centímetros– no es tan real como parece, que los espacios, para volverse significativos, necesitan trabajo y atención por parte de quienes los habitamos y que es posible, con muy pocos elementos, construir un mundo rico y variado si nos acordamos de saludarlo cada mañana.

Cartelera

**** Excelente ***½ Muy buena *** Buena **½ Aceptable ** Regular * Mala

Creed ***

La saga de Rocky se revitaliza con el hijo de Apollo Creed que busca, emotivamente, una figura paterna.

Los 8 más odiados ***

En su octava película, Quentin Tarantino regresa al oeste en una mezcla extraña y sangrienta de géneros cinematográficos.

Hermanas **1/2

Dos hermanas en los 40 siguen tan inmaduras como a los 20 en esta comedia que se balancea entre la ternura y la ordinariez.

El abrazo de la serpiente ****

Tras su nominación al Óscar, regresa a las pantallas este viaje alucinado y elegante al corazón de la selva amazónica, dirigido por Ciro Guerra.