CIENCIA

La historia geológica de Colombia desde hace 2.000 millones de años hasta hoy

‘The Geology of Colombia’, un trabajo de cuatro volúmenes escrito por geólogos nacionales e internacionales, cuenta en forma detallada cómo se formó el territorio de lo que hoy es Colombia. La periodista científica Lisbeth Fog reseña el libro.

GoogleSiga las noticias de SEMANA en Google Discover y manténgase informado

20 de noviembre de 2020, 3:48 p. m.
Afloramiento de rocas ígneas del Proterozoico (1200 – 1400 millones de años). Son las rocas más antiguas de Colombia y afloran en el oriente del territorio nacional (Orinoquia y
Amazonia). Caño Mesetas, en la carretera Puerto Carreño–Cazuarito–Garcitas (departamento del Vichada).
Afloramiento de rocas ígneas del Proterozoico (1200 – 1400 millones de años). Son las rocas más antiguas de Colombia y afloran en el oriente del territorio nacional (Orinoquia y Amazonia). Caño Mesetas, en la carretera Puerto Carreño–Cazuarito–Garcitas (departamento del Vichada). | Foto: ALBERTO NÚÑEZ TELLO, Servicio Geológico Colombiano.

Desde que se fueron juntando inmensas masas de roca que navegaban por los océanos hace más de dos mil millones de años para dar lugar a los continentes actuales, hasta la formación de las tres cordilleras de los Andes colombianos, tan jóvenes que aún siguen creciendo, la historia geológica del país se cuenta en varios capítulos de la obra The Geology of Colombia que responde preguntas cotidianas como: ¿cuáles son los volcanes activos del país?, ¿cómo ha cambiado la vegetación del territorio colombiano a través del tiempo?, ¿de dónde viene el agua caliente de las termales de Paipa?, ¿cómo se formó un nevado a orillas del mar Caribe?, ¿cómo así que Bogotá se está hundiendo? En últimas, ¿en dónde estamos parados?

Con toda la experiencia de más de cien años de investigación, el hoy Servicio Geológico Colombiano inició en 2017 el proyecto de contar esa historia. Pensó que sería un libro, pero resultó una obra de cuatro volúmenes escritos en inglés por geólogos nacionales e internacionales, todos ellos protagonistas de descubrimientos insólitos como encontrar en la Amazonia y la Orinoquia que las primeras rocas a partir de las cuales se formó el territorio colombiano son más antiguas de lo que se creía –datan de hace casi dos mil millones de años–, o que el país se mueve hacia el nororiente conquistando con su territorio las aguas caribeñas.

Esta historia detallada de lo que ha sucedido en millones de años se la han contado a los geólogos las rocas que se ven a simple vista, los sedimentos de los ríos, las montañas y los valles, los fósiles y las columnas que, extraídas por las perforaciones exploratorias, ya en la superficie despliegan sus capas revelando la edad y otros secretos bien guardados.

Así que son casi dos mil páginas que resumen casi dos mil millones de años de historia geológica colombiana, cuyos 58 capítulos serán presentados del 24 al 27 de noviembre de manera virtual en el Simposio The Geology of Colombia: La Historia Geológica del Territorio Colombiano.

Las historias de la geología colombiana

Como la capa geológica más profunda del terreno colombiano, el primer volumen habla de lo más antiguo, del Proterozoico, cuando no existía Colombia, solo unas islas de rocas que formaron lo que hoy se conoce como el Escudo de Guayana que ocupa parte de la Orinoquia. Parcialmente cubiertas por rocas menos antiguas y por una densa vegetación, los geólogos se ven a gatas cuando intentan descubrir lo que se esconde debajo de la superficie. Pero “las nuevas técnicas de geofísica instaladas en aviones que recorren el territorio han revelado estructuras, edades y otros componentes geológicos de importancia científica”, explica el geólogo Jorge Gómez Tapias, editor en jefe de la publicación.

Rocas sedimentarias del Paleozoico (541 – 252 millones de años) y sobre ellas rocas del Cretácico (145 – 66 millones de años) en el municipio de Labateca, Norte de Santander
Rocas sedimentarias del Paleozoico (541 – 252 millones de años) y sobre ellas rocas del Cretácico (145 – 66 millones de años) en el municipio de Labateca, Norte de Santander | Foto: Alejandra Cardona, Servicio Geológico Colombiano.

Los geólogos reportan en esta obra editorial los primeros organismos vivos que deambulaban hace 600 millones de años por tierras hoy de los Llanos orientales y los fósiles más antiguos de plantas con flores –de hace unos 70 millones de años– encontrados en el departamento de Caldas, completando un paisaje de lo que sería el territorio colombiano en esos tiempos.

El segundo volumen cuenta lo que sucedió durante 200 millones de años y termina en el momento en que cae el meteorito que formó el cráter de Chicxulub en lo que es hoy la península de Yucatán, en México, hace 66 millones de años. Algunos de los pliosaurios, plesiosaurios, ictiosaurios y tortugas que dicho evento extinguió, transitaron en lo que hoy es Boyacá. “Era una fauna marina, en tanto la zona donde hoy se ubican los municipios de Sáchica y Sutamarchán era un inmenso mar poco profundo, donde, además de estos gigantes reptiles marinos, también vivían peces y amonitas”, añade el geólogo Alberto Núñez, exdirector del SGC.

Pero con el choque del meteorito el planeta se oscurece, hacen erupción todos los volcanes y se extinguen millones de plantas y animales. “Fue como comenzar de cero”, dice el geólogo Carlos Jaramillo, autor de uno de los capítulos.

El volumen 3 inicia con el descubrimiento en la isla de Gorgonilla de unas pequeñas esferas –también llamadas microtectitas– que llovieron por casi todo el planeta en forma de gotas salpicadas por semejante remezón que causó el choque del meteorito; se trata del vestigio mejor preservado de este acontecimiento. Este volumen, que termina con los eventos ocurridos hace dos millones seiscientos mil años, va contando cómo se formaron las tres cordilleras la orogénesis andina, que da pistas sobre cómo quedaron atrapados los hidrocarburos y se fueron acumulando depósitos de carbón y otros minerales industriales.

Panorámica de la Cadena Volcánica de los Coconucos, conformada por doce
volcanes. Se encuentra entre los departamentos de Cauca y Huila. Fotografía tomada en el 2011
por científicos del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Popayán del Servicio Geológico
Colombiano. En primer plano el volcán Puracé con el cráter con campos fumarólicos, es el más
activo de la cadena y uno de los más activos de Colombia. Al fondo el volcán Pan de Azúcar.
Panorámica de la cadena volcánica de los Coconucos, conformada por doce volcanes. Se encuentra entre los departamentos de Cauca y Huila. Fotografía tomada en 2011 por científicos del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Popayán del Servicio Geológico Colombiano. En primer plano el volcán Puracé con el cráter con campos fumarólicos, es el más activo de la cadena y uno de los más activos de Colombia. Al fondo, el volcán Pan de Azúcar. | Foto: Servicio Geológico Colombiano

Conocer la estructura y composición de las cordilleras, dice la geóloga y editora adjunta de la obra, Daniela Mateus Zabala, “es base para planificar y ordenar el territorio, teniendo en cuenta su origen y los fenómenos geológicos como deslizamientos de tierra, erupciones volcánicas y movimientos sísmicos que influyeron en su formación”. Cuando se inició el levantamiento de la cordillera Oriental se formó una barrera topográfica que influyó e influye en el clima, la erosión y la existencia de las cuencas hidrográficas de los ríos Magdalena, Orinoco y Amazonas. Lo increíble es que como se trata de la cordillera más joven del planeta, los Andes continúan creciendo: esta cordillera Oriental, por ejemplo, crece cinco milímetros al año.

El último volumen habla de los eventos geológicos ocurridos durante el Cuaternario, la historia más reciente, información clave para tomar decisiones relacionadas con la prevención de riesgos producidos por volcanes, sismos, fallas, avalanchas y derrumbes, entre otros, y evitar tragedias. Explica la existencia de dos fallas geológicas que atraviesan el país de sur a norte –la de Algeciras y la de Santa Marta-Bucaramanga–, y han producido algunos de los sismos más destructivos.

Cada vez con mejores instrumentos y metodologías para medir y analizar las rocas, estudios basados en una red de más de 120 estaciones GPS detectan movimientos que confirman que el norte del continente suramericano, es decir Colombia, se desplaza lentamente hacia el nororiente entre 10 y 20 milímetros anuales, o sea que los continentes continúan navegando como hace más de dos mil millones de años. O que la cordillera Central se fue levantando por la erupción de múltiples volcanes sumergidos en un gran océano y que Bogotá se hunde tres centímetros al año.

“Una lectura detallada de esta obra”, dice el geólogo argentino Víctor Ramos en el prólogo, “demuestra el rápido avance del conocimiento geológico en los últimos años, la dinámica evolución de los conceptos ante la aplicación de nuevas tecnologías y el grado de especialización obtenido en las diferentes disciplinas”. Y concluye lo que la ciencia en general ofrece: que se han solucionado viejos problemas e interrogantes, pero que se formulan nuevas incógnitas y la información de la obra abre nuevos desafíos para el conocimiento.

Los capítulos de la obra The Geology of Colombia pueden consultarse de forma gratuita aquí.