Economía

¿Cómo está el proceso de inversión de capitales colombianos en el extranjero?

Diversos mercados se han posicionado como alternativas para las inversiones desde territorio colombiano.

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26 de noviembre de 2025, 8:32 p. m.
Crecimiento economía. Inversión
Las inversiones buscan generar una rentabilidad para las empresas del país. | Foto: Adobe Stock

Los inversionistas colombianos están ampliando su presencia en el exterior, impulsado por la necesidad de diversificación, la búsqueda de mercados estables y la intención de proteger su patrimonio.

Aunque Estados Unidos continúa siendo el destino favorito, nuevos escenarios en Europa, Asia y Medio Oriente están emergiendo como alternativas de alto interés.

SEMANA habló con Mario Torres, director de Operaciones en Investra Capital Group, para entender cuáles son las verdaderas oportunidades, los riesgos y las tendencias que están marcando este giro global.

Las cifras del Banco de la República confirman que en el primer semestre del año, la Inversión Directa de Colombia en el Exterior (IDCE) llegó a USD 2.270,6 millones.

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El país cuenta con cientos de empresas que realizan inversiones en el extranjero. | Foto: Adobe Stock

Panamá, Estados Unidos y Chile fueron los países que más capital colombiano recibieron en este periodo, lo que refleja una dinámica creciente que también se ve respaldada por los datos del Dane, según los cuales los saldos de inversión colombiana en el exterior superaron los USD 32.900 millones en su más reciente medición.

Aunque estos destinos siguen dominando, el mapa está cambiando. España y Alemania se consolidan como destinos atractivos por su estabilidad y facilidad para hacer negocios. Dubái, China, Singapur y Corea del Sur también han ganado protagonismo debido a su dinamismo tecnológico, a los incentivos para capital extranjero y a la fortaleza de sus ecosistemas financieros y empresariales.

En América Latina, Chile, México y Brasil se destacan por reformas económicas recientes y una mayor apertura a inversionistas internacionales.

Para Torres, esta expansión es lógica: “Estos mercados ofrecen diversificación geográfica y sectorial, reduciendo la dependencia de un solo entorno económico”. Según explica, el inversionista colombiano entiende cada vez más que la exposición en un solo país aumenta el riesgo, especialmente en momentos de volatilidad política y económica.

Pese al ascenso de nuevos mercados, Estados Unidos continúa siendo el punto de entrada más importante. Su enorme volumen económico, la estabilidad institucional y la madurez de sus sectores productivos crean un terreno especialmente atractivo para los colombianos.

Entre los sectores líderes, Torres destaca la tecnología y el software, especialmente en áreas como telecomunicaciones y fintech, impulsadas por la alta demanda global y la presencia de un ecosistema robusto donde conviven startups y grandes corporaciones. También sobresale la industria de activos digitales, un segmento que crece rápidamente gracias al esfuerzo del país en desarrollar un marco regulatorio para blockchain y criptomonedas.

La transición energética que vive Estados Unidos ha convertido a las energías renovables en otra fuente de oportunidades, respaldadas por incentivos federales y estatales. Además, sectores como salud y biotecnología —impulsados por el envejecimiento poblacional y los avances científicos— mantienen una demanda creciente capaz de ofrecer retornos competitivos.

El mercado inmobiliario continúa siendo un refugio atractivo, pues en varias regiones conserva estabilidad y funciona como una herramienta efectiva frente a la inflación, tanto en propiedades residenciales como en desarrollos comerciales.

Los colombianos cuentan con características particulares que los han convertido en actores activos en plazas como Estados Unidos. Una de ellas es la cultura del cuidado del crédito. Esto les permite integrarse con relativa facilidad al sistema hipotecario estadounidense, que opera con tasas más bajas que las disponibles en Colombia.

“Un colombiano puede acceder a un inmueble en Estados Unidos pagando solamente entre el 20 y el 30 % de cuota inicial, porque el sistema financiero cubre el resto”, explicó. A esto se suma la amplia red de relaciones históricas entre ambos países, que facilita el acceso a información, contactos y alianzas estratégicas.

El uso del dólar como moneda de referencia también juega un papel clave: ofrece estabilidad frente a la volatilidad del peso colombiano y facilita transacciones y procesos de inversión sin el riesgo cambiario presente en muchos mercados emergentes.

El crecimiento de las inversiones internacionales también trae consigo desafíos. La volatilidad cambiaria, las diferencias regulatorias, la complejidad fiscal y la falta de asesoría especializada son algunos de los obstáculos más comunes.

Torres señala que, aunque estos riesgos existen, pueden manejarse con estrategias claras. La diversificación en varias geografías y sectores es fundamental, así como el acompañamiento de gestores locales que conozcan en profundidad cada jurisdicción.

El uso de vehículos regulados y transparentes —como los Fondos de Inversión Colectiva certificados— ofrece mayor seguridad y cumplimiento normativo, mientras que la asesoría legal y financiera permanente garantiza que el inversionista actúe dentro de los marcos legales y fiscales establecidos.

Dólar dólares
Estados Unidos es uno de los principales países en los cuales se realizan las inversiones. | Foto: Adobe Stock

El perfil del inversionista ha cambiado. Hoy es una persona más informada, más digitalizada y con mayor interés en la innovación. Busca rentabilidad, pero también impacto social, sostenibilidad y acceso a tecnologías emergentes.

El auge de las energías limpias, las fintech, los activos digitales y la ‘tokenización’ de bienes será aún más fuerte en los próximos cinco años. La dolarización patrimonial también se está convirtiendo en una práctica común, pues muchos colombianos ya manejan cuentas en el exterior o buscan construir portafolios globales como mecanismo para protegerse en un contexto local más incierto.

La confianza es un elemento decisivo en la inversión internacional. Para consolidarla, es indispensable actuar con transparencia, garantizar el cumplimiento estricto de las normativas locales e internacionales, utilizar contratos claros y mecanismos efectivos de resolución de conflictos, y participar únicamente en mercados que cuenten con marcos regulatorios estables.

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