Macroeconomía
Colombia se despide del respaldo del FMI: esto es lo que significa la cancelación de la Línea de Crédito Flexible
La cancelación anticipada de la Línea de Crédito Flexible marca el fin de una era de respaldo simbólico y plantea nuevos desafíos para el país.
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Según el más reciente informe de Víctor Ramírez socio de Auditoría y Aseguramiento BDO en Colombia, el país decidió dar por terminada, de manera anticipada, la Línea de Crédito Flexible (LCF) que mantenía con el Fondo Monetario Internacional (FMI), un instrumento que representaba más un seguro de estabilidad que un préstamo convencional. El acuerdo valorado en cerca de 8.100 millones de dólares, había sido aprobado en abril de 2024 como un reconocimiento a la solidez macroeconómica del país.
Sin embargo, un año después, el FMI suspendió el acceso de Colombia a la línea, argumentando un deterioro de las cuentas fiscales y un aumento de la deuda pública. Ante ese panorama, el gobierno optó por cancelar definitivamente el mecanismo, poniendo fin a más de una década en la que Colombia hizo parte de un grupo selecto de economías consideradas confiables por el organismo multilateral.

La LCF funcionaba como un sello de credibilidad ante inversionistas y agencias calificadoras,más que como un fuente de recursos inmediata. Aunque el país mantiene reservas internacionales superiores a los 65.500 millones de dólares, la pérdida de esta herramienta cambia totalmente la percepción en mercados internaciones y eleva la percepción de riesgo.
¿Cuáles son las implicaciones económicas?
Ramírez destaca un posible aumento en las primas de riesgo, mayor costo de financiamiento externo y una presión sobre la calificación crediticia. Además, Colombia quedará más expuesta ante posibles choques externos, como caídas en los precios de las materias primas o fluctuaciones en el flujo de capitales.
Pero más allá de los indicadores, el efecto más profundo podría estar en el terreno de la confianza. La salida de la LCF representa una señal de cautela para los mercados, que ahora observarán con mayor atención las políticas fiscales y monetarias del país.

Pese a esto, Colombia conserva pilares importantes: un banco central independiente, un sistema financiero sólido y reservas más que suficientes. El desafío, entonces, será demostrar que puede haber sostenibilidad sin el respaldo simbólico del FMI.
La cancelación de la Línea de Crédito Flexible no desencadena una crisis inmediata, pero sí constituye un llamado de atención. El país deberá trabajar en recuperar credibilidad internacional mediante reglas claras que refuercen la confianza de los inversionistas.