Agro
El café se está volviendo un lujo y no da señales de bajar: buena noticia para los productores, pero mala para los consumidores
En septiembre se ubicó como el producto de la canasta familiar que más subió en el último año.
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Aunque Colombia es un gran productor de café, el precio interno del grano depende en gran medida de su cotización internacional. Como consecuencia, la bebida nacional se ha vuelto más costosa y el tinto de mil o dos mil pesos cada vez es más escaso.
Prueba de esta situación es el más reciente informe de inflación del Dane, el cual indica que de los 188 productos de la canasta familiar, el que más subió de precio entre septiembre de 2024 y el mismo mes de 2025 fue precisamente el café, con un aumento de 52,46 %. Una variación gigantesca si se tiene en cuenta que en ese período el costo de vida aumentó 5,8 %.
Actualmente, el precio de una libra de café en los supermercados para una marca estándar se encuentra en el rango de 25.000 a 30.000 pesos, mientras que los cafés de especialidad se ubican por encima de 40.000. De hecho, los elevados precios han hecho que cada vez más se ofrezcan presentación de media libra e incluso de 250 gramos.
La carestía del café, por su puesto, es un problema global y todo indica que los precios altos van a permanecer por un buen tiempo, no solo por temas climáticos y de producción, sino también por las distorsiones arancelarias del Gobierno estadounidense.

La decisión de la administración Trump de imponer aranceles de 50 % a los productos brasileños, así como la amenaza de hacer algo similar con las exportaciones colombianas —debido a la disputa de la Casa Blanca con el presidente Petro— ha hecho que en el país del norte se tema por una escasez del grano, lo que ha hecho que los precios internacionales se mantengan altos.
Paralelamente, el calentamiento global está haciendo de las suyas en las regiones productoras de café en Brasil, las cuales han estado atravesando una intensa sequía. En particular, algunas zonas del estado de Minas Gerais, una importante región cafetera, están registrando alrededor de 70 % menos de las lluvias promedio que recibe regularmente.

Lo que pase con la producción cafetera de Brasil es determinante para la cotización internacional del grano, pues el vecino país responde por el 40 % de la oferta global. Brasil ha sufrido sequías cada año desde 2020, lo que ha hecho que la demanda global de café supere la oferta, según analistas. Un experto brasileño consultado por Bloomberg espera que la situación se equilibre, no por un aumento en la producción, sino porque las personas están reduciendo su consumo de café debido a los altos precios.
Si las lluvias vuelven a Brasil, así como si los presidentes Trump y Luiz Inácio Lula da Silva logran algún acuerdo en materia de aranceles, es probable que el precio internacional del café se abarate un poco. A largo plazo, sin embargo, se espera que los precios sigan aumentando a medida que las temperaturas se incrementen. Debido al cambio climático, solo alrededor del 50 % de las zonas cafeteras actuales serán aptas para la producción de café en 2050, según diversos estudios.
Para hacer frente a esas situaciones es factible que los cultivadores intenten desarrollar variedades más resistentes al clima, lo que también aumentará aún más su costo al consumidor final.
Por ahora, lo cierto es que la libra de café ha estado varios meses de este año alrededor de los 4 dólares, lo que ha implicado que con todo y la revaluación del peso, el precio interno de la carga también se haya ubicado cerca de los 3 millones de pesos.
Ese valor, que beneficia a 500.000 familias caficultoras y las motiva a producir más y mejor, tiene su contracara en tiendas, supermercados y cafeterías en donde el tintico está caro y, al parecer, lo seguirá estando.


