POLÍTICA

Así surgió ‘Antioquia la más educada’

El origen de Antioquia la más educada fue el resultado del diseño de una política que, en el 2012, le propuso a los municipios del departamento comprometerse a trabajar y transformar la sociedad a partir de la educación. ¿Podría ser un modelo a seguir para el país?

5 de octubre de 2014

Antioquia la más educada es más que el eslogan del gobernador Sergio Fajardo. Este es el rumbo que trazó el departamento hace dos años cuando -consciente de que el futuro solo se logra a través de educación, legalidad y oportunidades- decidió dejar atrás su triste notoriedad como centro de violencia y narcotráfico que lo ha acompañado por décadas.

Hoy es común escuchar hablar de Antioquia como referente nacional en política educativa gracias a la apuesta innovadora de los 80 Parques Educativos, las oportunidades de acceso a la educación superior, el programa Antioquia Digital, las estrategias de bienestar escolar y toda una serie de proyectos que tienen un solo objetivo: hacer de la educación el motor de la transformación.

Sin embargo, esta no es una tarea que ha hecho solo el gobierno departamental. El origen de esta movilización social por la educación son los pactos por la calidad. Una estrategia inédita en el país, en la que el equipo de la Secretaría de Educación de Antioquia se tomó la tarea de caracterizar la gestión educativa de cada uno de los municipios y junto a ellos trazar los principales compromisos y retos, dándole un lugar privilegiado a los alcaldes y por supuesto a las instituciones educativas. Una tarea compartida.

Luego vino la firma. El momento en el que el Gobernador Sergio Fajardo tuvo la oportunidad de visitar cada una de las nueve regiones para compartir con los alcaldes, docentes y estudiantes de cada uno de los 119 municipios que a la postre firmaron el pacto. Una hoja de ruta que trazó objetivos y responsabilidades claras para no improvisar en el camino.

Por primera vez la educación tomó su lugar en el escalón más alto de todas las sociedades antioqueñas y dejó de ser asunto de políticos y rectores, para pasar a convertirse en una prioridad de todos.

El pacto hace parte de una inmensa movilización social por la educación que no solo está fundada en el deseo de cambio, sino también en decisiones sin antecedentes: la mitad del presupuesto de Antioquia se invierte en educación, lo cual se traduce en más de 2.700 millones de pesos diarios en más y mejores escuelas y colegios.

La Ruta de la Calidad

Sin embargo la firma del pacto corría el riesgo de convertirse en otro ideal, en otro símbolo de lo que pudo ser pero nunca fue. Otra promesa más, razón por la que algunos alcaldes no ocultaron su escepticismo. Había que recuperar la confianza perdida.

Algo que solo es posible con un diálogo fluido y constante con las comunidades y sobre todo hechos.
Por eso nació la Ruta de la Calidad, un seguimiento riguroso a cada una de las más de 450 instituciones educativas del departamento, en el que la retroalimentación y la evaluación es continua, para dar paso a las propuestas y la construcción de soluciones y proyectos pensados desde la localidad, partiendo del contexto de cada comunidad en un departamento reconocido por su diversidad cultural y geográfica.

Un espacio en el que además se motiva el mérito y las capacidades de los ciudadanos, pues el mensaje es claro: las oportunidades están servidas y son aquellos que más se destaquen y demuestren voluntad por su tarea quienes serán recompensados, rompiendo así con el tradicional capital político que indicaba que solo los municipios afines al gobernante de turno tenían acceso a la partida presupuestal.

Hoy el alcalde que presenta y sustenta debidamente sus proyectos de infraestructura educativa ve materializada la ejecución de obras nunca antes pensadas, los municipios que presentaron la mejor propuesta educativa y demostraron una mayor movilización social se hicieron merecedores de uno de los 80 Parques Educativos, mientras que los docentes que pasaron su examen y argumentaron la transformación que genera sus estudios, hoy son recompensados con una beca de maestría.

En Antioquia hoy los maestros se sienten protagonistas del desarrollo. Muchos hablan de esperanza y vuelven a creer en el poder transformador de la educación.

Un buen ejemplo es Vigía del Fuerte. Aquel territorio que en 30 años de vida ha llenado las páginas de su historia con violencia y olvido. Sin embargo, la historia que apenas está en proceso de escritura, habla de un territorio donde brillan los talentos artísticos, de la sede del primero de los 80 Parques Educativos y del nuevo colegio Embera, el establecimiento educativo para comunidades indígenas más moderno de Colombia.

Una transformación que tiene un punto de partida con la firma de un pacto, pero que no avizora cuál será su desenlace, pues a lo largo de las 9 regiones de Antioquia se escucha decir a los ciudadanos que lo que está sucediendo con sus municipios debe trascender un periodo de un gobierno.
Tal vez entendieron que la educación es un camino de libertad y que son ellos, y solo ellos, los que tienen el poder de transformar sus vidas.

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